Gira
y gira el chotis chungo, burla burlando, a codazos entre correveidiles
periféricos achicando derechos y libertades… A un palmo, ciego de agria
ocurrencia, manosea voluntades estampándose contra su propia estupidez y
el ojo a la virulé que inmortaliza el instante hasta que las caras se
caigan de vergüenza en el fango o excusa del despilfarro, es decir,
donde la envidia y mentira les tienen embarrados.