13 julio 2022

ABANDONO ANALFABETO, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

ABANDONO ANALFABETO
, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

Los días amanecen rojo pardo, con el olor y el calor del paisaje después de una batalla, invitan al miedo un más si cabe después de todas las quiebras sociales que nos rodean. Y esta vez la culpa es del fuego, que rompe el equilibrio y la paz de toda nuestra sierra, paraíso y uno de los últimos rincones donde acostarse a descansar de todos los sustos.

¿Pero el fuego es natural, es decir, por sí, o es el bicho humano que con su desatención a los bosques ha dado lugar a ello? Veamos, una tormenta seca y con gran carga eléctrica ha provocado los muchos puntos de fuego, ¿pero qué había en común en todos estos puntos? Pues la falta de limpieza de años, lo que ha traído la facilidad de arder y la dificultad de atajarlos. Y esto no es una apreciación mía, es una observación de todos los refuerzos venidos de otras comunidades para su extinción, pues todos han coincidido que no habían visto bosques más descuidados, y por tanto más propicios al desastre, que estos.

Ante esto, y visto los grandes daños económicos, sociales y ecológicos, por cierto desde hace años anunciados a voces por todos los lugareños ahora afectados, que no tuvieron el eco necesario en los medios de comunicación, ni la atención debida por parte de las autoridades. Ante esto ahora no cabe más que preguntarnos: ¿y de todo este desastre va a haber alguien entre nuestros dirigentes políticos y responsables forestales que diga “esto estaba de mi mano y como tal dimito”? Me da que no, que ahora se trata de tapar el desastre, con el buenismo de turno sobre los campamentos de afectados, todo como si ellos fueran ajenos a los daños sufridos.

Escribo esto, con la pena de perder ya la poca esperanza que me quedaba, que no era más que el refugio en los bosques de nuestra sierra de todos los demás males que recibimos los de a pie, pues como bien nos dice nuestro poeta Santiago Corchete: “En la esperanza hay siempre luz de árbol”.

Será por esto por lo que los dejan arder, y digan como dijo Galdós: “Esto no es nada, siga el fuego”. ¿O la gran tragedia es sólo por el abandono de los bosques por parte nuestra analfabeta clase gobernante que está tan descontrolada como el fuego de Las Hurdes a estas horas?