De un
fucsia chillón, tacón de aguja a juego y salga el sol por Antequera. Pateaba garitos porque la generosidad del mundo de la farándula da lo
que da y ya no queda tanto para tan poco talento. A portazo limpio cerró
el plantón del ridículo chiringuito por sobrecarga mediática y falta de ese ingenio que entretenga al gallinero harto de “colegueos”. Ahora
flirtea loca por los pasillos de las productoras en busca del papelón
perdido, eso sí, remuneración a toca teja. Una joya sin edad para hacer
ascos a nada y menos dar palo al agua.