21 agosto 2023

COMPREN, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

José Luis Sánchez-Tosal Pérez
COMPREN, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

    En estos días precisamente de agosto, cuando tenemos lleno absoluto y al Palacio del Príncipe acuden masivamente muchos de los que nos visitan, nos llega la nueva mala, qué digo mala, más que esto, pues la noticia es malísima, pues el actual propietario, FUNDOS, ha decidido venderlo dando orden de desalojarlo.

    Ahora es conveniente hacer historia, recordar los tiempos cuando el edificio, sus propietarios de entonces, los Altares, lo vendían creo recordar en ciento veinte millones de pesetas, algo más que un piso de lujo en Salamanca por aquel entonces, por cierto con Cristo incluido. Cuando era alcalde el ahora eterno presidente de la Diputación de Salamanca, no lo compró, y de aquellos polvos vienen estos lodos. Después casi seguido lo hizo Caja Duero, con el consiguiente e inesperado aumento a más del doble de la cuantía en lo que se lo cuento, algo que no dejó de sorprendernos y además el Cristo no entraba, fue vendido aparte al Ministerio de Cultura de España. ¿Quién hizo el agosto con ello? Pues muchos menos Ciudad Rodrigo y sus ciudadanos, que se quedaron sin él. Eso sí, habiéndolo pagado después este inmueble y muchas más cosas de forma indirecta, cuando inyectaron sesenta mil millones de euros a esas Cajas de Ahorros tan bien administradas desde los consejos ocupados por políticos que habían comprado el Palacio.

    Bien, pues ahora aquí nos tienen, compuestos y sin novia, corriendo a desmantelar en pleno mes de agosto el Palacio, y dejando la novia, o sea, Ciudad Rodrigo, en bragas ante toda la avalancha de visitantes. Ahora por parte de quien corresponda, y si el coste actual fuera del alcance de nuestra administración de la Junta de Castilla y León, tener a bien adquirirlo junto con la Diputación de Salamanca, no dejarían a Ciudad Rodrigo sin una de sus armas para atraer turismo, que sabido es de todos que en la actualidad es prácticamente la única actividad que crea y mantiene puestos de trabajo.

    Veremos si esta vez actúan en consecuencia, o lo hacen como lo hizo el eterno presidente de la Diputación Javier Iglesias, cuando siendo diputado nacional, votó a las órdenes de su partido y en contra de los intereses de Ciudad Rodrigo para que el edificio fuera una extensión del Museo Nacional de Escultura, cosa que hubiera cambiado su destino.

    Por favor, por lo que hay en juego compren, y esta vez lo hagan con titularidad pública.