Los
niños, acuartelados por el temporal, se perdieron momentos de gloria en
el parque. El parque es la chispa del recreo. Con todo, el estruendo
del chupinazo emocional explotó en la fila, antes de entrar en clase.
Los adultos lo hicieron en el atasco. Bullicio, griterío, mochilas,
mamás… Jaleo, mucho jaleo. Eso sí, dentro de un orden, faltaría más.