Abrí
la puerta ante la insistencia infantil. Unas niñas conjuntadas de miedo
y media lengua esperaban con sus cestitas de calabaza. De negro,
naranja y morado vestían las tres, a juego. Truco o trato, de sopetón,
preguntó vivaracha la más pequeña. Qué significa, repliqué
malintencionado. Caramelos, contestó lengua de trapo.