Los
niños son la chispa de la fiesta. Felicidad, inocencia. Regalos,
juguetes. Ilusión. Mesa de porcelana, cristal y tradición hasta las
uvas, cuando Cenicienta, entre burbujas, huye hacia el compromiso tras
las campanadas que auguran otra noche mágica, porque los niños siempre
se portan bien. Feliz año.