EMPEZAMOS A DESFILAR, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
Murió la cantante francesa Françoise Hardy, tan guapa y tan francesa ella que por aquellos años 60 y 70 en los que estudiábamos el francés y no el inglés alegró nuestros muy jóvenes años. Después, tiempo de otros artistas y otras canciones, pero ella y sus canciones, estaban ya para siempre dentro de uno, como sólo quedan las vivencias de los años felices.
Ahora se ha ido, y con Françoise toda una vida por delante de nuestra generación, que empezamos a ver que aquellos que nos acompañaron siempre nos van dejando.
En casos como la muerte de Françoise Hardy nos queda su música y sus muchas imágenes, pero que ya son historia de aguas que nunca volverán por el cauce alegre y esperanzador de nuestras vidas, que ya fue dicho:
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir
Con su muerte hay algo de la nuestra, pues cuando perdemos un punto de referencia en nuestra vida como fue Françoise Hardy todos morimos un poco con ella.
Que el misterio de la nada que encierra la muerte le sea lo más lúdico imaginablemente posible, como así lo es el recuerdo de su música, unida a aquellos tan lejanos como presentes están en nosotros, los renacentistas años 60, que tanta energía nos consumieron, tantas ilusiones tuvimos, y momentos felices nos dieron, y a los que miramos desde la distancia, cargados de nostalgia, ahora aún más dado que ya los de nuestra generación empezamos a desfilar.