SE ACABA EL CURSO, por Mara Guadalix

SE ACABA EL CURSO, por Mara Guadalix

    Se acaba el curso, y como desde hace varios, he sido alumna de un taller municipal, concretamente del de pintura. Todo ha transcurrido con normalidad, la exposición en la Casa de Cultura, auguraba esa recompensa por los trabajos de muchas horas,  la inauguración fue satisfactoria, el alcalde y otros miembros del ayuntamiento nos acompañaron, y se interesaron por cada uno de nosotros, lo cual es de agradecer.  El acto en sí fue el día 3 de junio, y se prolongó a lo largo de una quincena, por circunstancias de espacio se ha reducido el tiempo, hay que comprender y compartir con el resto de talleres.

    Hasta aquí todo correcto, sin embargo no todo se mantuvo como en un principio, al cabo de varios días quedé con una amiga y fuimos a ver la exposición, estábamos tres personas, adultas y conocidas, mi sorpresa fue que habían movido cuatro  cuadros míos hacia atrás y otros cuatro hacia delante, para hacer hueco a uno ajeno, representando a las tres columnas, con un estilo totalmente diferente, capaz de romper la armonía, como un intruso inesperado.

    Los tres comentamos el incidente, en ese instante solo se me ocurrió salir y preguntar al bedel quién lo había hecho y si podía cambiar ese cuadro y reunir lo mío, se limitó a decirme que no se podía tocar, nos fuimos sin hacer una foto, y aunque he pedido explicaciones no las he tenido.

    Me pregunto si en un lugar público se puede hacer algo así sin consultar, si existen cámaras y personal responsable, porque las piezas expuestas han de cuidarse y respetarse.

 

    Es una lástima que ocurran estos episodios, supongo que se irán corrigiendo e insto a la gente a participar de la Cultura, y aprender que quien llega tarde, debe ser el último.