DE BORRASCAS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
Se vienen ya hace tiempo una tras otra, sin que sea su tiempo y cuando lo es. El motivo es ya sabido, el cambio climático, que tan negado fue, y que aún hoy, digamos, es sabido pero no aceptado, por poner la economía por delante del deterioro de la casa que habitamos, la tierra.
Todo esto, como vamos comprobando, es un no parar que arrastra a la existencia, no ya solo de las borrascas climáticas, si no a otras de distintas naturaleza, como son borrascas políticas, sociales y morales, en las cuales va ganando como vemos, la desidia, y con ello acelerando el paso a los problemas de toda índole, lo cual aumenta a su vez el número y la frecuencia de éstas.
La pregunta es… ¿Hasta cuándo estamos dispuestos a seguir sin plantarle cara de verdad? Y de no ser así…¿Cuánto tiempo nos quedará para entrar ya de lleno en el colapso y periodo de no posible retorno? Me da que cada vez menos, y lo que es peor, no se ven visos ningunos de que estemos dispuestos a tomar las medidas tan sabidas como necesarias.
¿Adónde puede llevarnos esta desidia? Lo sabemos ya más que de sobra, pero no por ello ponemos remedio. Porque si no, ¿Dónde podemos ir a parar con el estar del emperador Trump diciendo que explotará todo lo explotable, y que porque se desechen al mar cuatro plásticos más, no cree que a éste le vaya a pasar nada, e implicándose en acciones guerreras si hacen falta para obtener los recursos, e inmorales al ni tan siquiera sentir necesidad de justificarlas?
Lo malo, es que el malo oficial, no es el único ni está tan solo, y de ahí viene el serio y grave problema de la película tragicómica que vivimos y sufrimos.
¿Cuándo y a qué final nos arrastrará todo esto? Va a depender de nuestras decisiones ecológicas, sociales, políticas y morales. Y para que estas borrascas sean encaminadas a buen fin, la mayoría tendríamos que dejar de ser ruedas del poder y aventurarnos nada menos que a poder ser aplastados por él.
