15 noviembre 2022

QUIERO, por Clara Blázquez Sánchez


 

 

 

 

 

 

 

QUIERO, por Clara Blázquez Sánchez

Reflexión.
La Tierra está agotada, llega cansada a su fin, está exprimida, no puede darnos más, necesita nuestra ayuda para recuperarse y respirar.

Vertidos, reciclados, contaminación, capa de ozono, deshielo, cambio climático, desertización, agotamiento de riqueza natural... conceptos, conceptos tan molestos,
sí, tan molestos que nos empeñamos en no escuchar...

¿Dónde están los brazos con reflexión que rodean a nuestro Planeta?

I. Quiero.

Quiero aire puro en los pulmones
de bosques con perfume
de eucalipto y pino sin calcinar.
Ríos que canten tan alegres...quiero
que sus aguas limpias de vertidos
corran y me ensordezcan de felicidad.
Y quiero peces, con escamas de colores,
que hagan burbujas de arcoíris
en la transparencia del mar.
Que si se enredan las tortugas
sea con algas verde océano,
que la arena brille cuando rompan los huevos
y las crías caminen para echarse a nadar.
Pasear y coger moras de las zarzas
maduradas con agua y sol.
Que las cosechas tengan sus ritmos naturales,
cielos azules y lluvias,
que los girasoles vuelvan a girar.
Quiero que el fondo de los pantanos no se agriete,
que no se desorienten las aves al migrar,
que no suba el nivel del mar...


Quiero la Tierra llena de vida,
debo ser amable con ella,
reflexionar...

II. Y quiero.

Quiero que “La maja vestida” y “La maja desnuda”
se preocupen sobre el lienzo solo de posar,
de besarnos con sus pinceladas naturales
en el blanco drapeado y en la suave policromía,
de tener su expresión atrevida
despegada de las manos de activistas,
de seguir en su postura serena, sin alterar.
(Goya. Museo del Prado. Madrid)

Que “El sembrador” no vea perturbada
la luz del sol poniente,
ni su siembra despertando a la vida
en su crecimiento natural de cada estación,
por ningún puré vegetal.
Que sus trazos en óleo,
nos transporten con su paleta cromática
a campos con olor a cosechas maduras por cortar.
(Van Gogh. Museo del Palacio Bonaparte. Roma.)

Quiero que giren “Los girasoles”,
y nos inunden sus pinceladas densas, amarillas,
rápidas y ligeras
a través de su brisa suave al volver a girar,
sin tener que mirar si hay sopa vegetal detrás.
Que convivan en el ciclo de la vida,
flores y brotes nuevos. Armonía de girasoles.
(Van Gogh. National Galery. Londres)

Que vuelva hacia nosotros
la cándida mirada y el turbante
“La joven de la perla”,
sin pegarnos a sus paredes,
que no varíe nunca su pendiente, punto focal.
(Johannes Vermeer. Museo Mauritshuis. La Haya)

Quiero luchar por la crisis climática,
por el 1’5
para contener el calentamiento global,
sin destruir ni poner en peligro nada más...

Y quiero la Tierra llena de vida,
para poder respirar...

Clara Blázquez Sánchez
13/10-11/22