MIRADAS, por Clara Blázquez Sánchez
Como cada año las cajas de cartón laten en estas fechas, nos sonríen y abren sus solapas dejando salir el brillo que guardan en su interior para abrazarnos llenas de amor, para emocionarnos con los recuerdos, para ilusionarnos con las costumbres, para reunirnos con familiares y amigos, para adornarnos con alma y engalanar la mirada del corazón de nuestros hogares: es Navidad.
Media esfera se llena de brillo, colores, neones, escaparates llamativos, luces que tintinean, castañas asadas, puestos con figuras para el belén, abetos y villancicos, ambiente navideño que envuelve la mirada del paseo por las vías y plazas principales de la ciudad.
En la otra media, algunas cajas se apilan desfondadas, han perdido todo por el camino. Cartones “sin techo”, sus solapas tiritan en la calle bajo una helada por manta.
Casi apagadas, sus miradas pasan desapercibidas al otro lado, separadas por una línea muy fina.
La costumbre camina impasible mirando hacia arriba y solo ve la iluminación, mientras alguna conciencia deposita unas monedas en algún cartón doblado.
Cae la noche, hace frío y no deja de llover.
Insomnio.
Hagamos que todas las cajas abran sus solapas con miradas llenas de luces cálidas dentro de su hogar.
Hacia una luz de esperanza, miremos juntos...