Echaba
de menos tu poesía. Tan mía. De nuevo aromatizas explanadas con versos
de lirios, esos que te liberan de los retortijones del amor. Echaba de
menos, como no, el perfume arrítmico y libre de esa rima fresca, desenfadada, que, con tanta sutileza o retranca, escribes para el
mundo. O para ti, vete a saber.