UN MERO ESTORBO, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
Amanece gris, frío y nublado, sólo entra alegría por el televisor vía liberación de rehenes por las partes desde lo que queda, si es que queda algo de Palestina. Dura poco, pues enseguida viene la advertencia a Sánchez por parte del muy honorable Netanyahu avisándole que tenga cuidadito con lo que dice, pues por lo visto había dicho “que tenían derecho a defenderse de forma proporcionada y con arreglo a la legislación internacional”. Y claro, ir con esas inconveniencias a gente tan de respetar como Netanyahu, él que tanto hace y respeta a los palestinos desde siempre, para que se den las circunstancias favorables a una paz justa y duradera, pues que es ciertamente como todo un desacierto. Y cómo no, así se lo ha hecho ver el PP, tan ducho él en eso de ser servil con los poderosos y mezquino con los vulnerables. Lo crudo es que puede tener razón, y que nos la estemos jugando dado el poder de los que sujetan en el poder a la persona que da la cara, Nentanyhu.
Y llegados aquí, entonces hay que errar o quitar el banco, es decir, o dejamos al poder desnudo él sólo sin estorbarle, con organizaciones mundiales y leyes que no van con él, o les pedimos al menos un poco de respeto, y menos niños muertos.
No sé ustedes qué dirán, pero visto lo visto -entre lo que entra esa inasumible cifra de niños palestinos bombardeados que a cualquiera nos hace palidecer- yo creo que si alguna vez empezáramos a poner orden y humanidad en los conflictos a lo mejor terminaba yéndonos menos mal que si nos arrodillamos. Mientras que nos aclaramos si lo del presidente Sánchez en Israel han sido salidas de tono diplomáticas, o razones legales o humanas, esto no justifica ni avala lo que son o hacen los otros, los de Hamas, sino que muestra lo que están haciendo los israelitas yendo más lejos que ellos.
Por cierto, siempre me pareció un desacierto la expulsión de los judíos de España por los Reyes Católicos, siempre he valorado que ellos en su diáspora por el mundo, conservaran su español antiguo, el ladino, y la llave de la que fue su casa en España, Sefarad. También, siempre he creído, que una cosa son los ciudadanos y otra los gobiernos. Y dicho esto ¿Contra quienes nos estamos enfrentando de los dos al hacerlo con Netannyahu?
Y ahora, aprovechando que el Águeda pasa por Ciudad Rodrigo, me permito preguntarme: “cuando Arafat estuvo a punto de conseguir una paz duradera, en aquel entonces que Hamas se puede decir era la nada ¿quienes pusieron en sus manos los medios económicos y quimeras para que creciera y la paz se esfumara? Y ahora que sabemos que los pozos de gas en Palestina tienen un valor cuantificado en 453 mil millones de dólares según la agencia de la ONU, ¿no tendrá algo que ver esto con la persistencia de querer expulsar a los palestinos de esa tierra? ¿Y ante esta cifra, los más de cinco mil niños que van muertos, no serán más que un mero estorbo?