YA VAN DOS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
Miro la estación de autobuses y creo que ha sido una remodelación acertada, que ha ganado con ella todo su entorno, y que todo el edificio tiene mayor luz y empaque. Me queda la duda si en lo de salvarla de entrada de aguas acertaron, y siguiendo por donde estas pueden ir en la entrada principal me topo con unas escaleras que no se ven hasta que está uno encima. Las bajo e inmediatamente, me doy cuenta de que son muy estrechas y muy altas, con lo cual, lo primero que pienso es que se las puede calificar de peligrosas e impropias para un lugar de tránsito de masas, máxime cuando la vuelta que se hace dar a los que portan maletas invita a bajar por ellas.
Y en estas estaba, mirándolas con perplejidad, pensando que son un claro desatino, cuando alguien que pasa, creo que adivinando lo que estoy pensando, se para y me dice: “sí, sí, son jodidas, pues ya van dos los caídos en ellas, afortunadamente sin lesiones graves”. Mientras, pienso para mis adentros, pero como no las rectifiquen, llegarán...