GRAN PLAZA, por José A. Blanco
Mañana
de ajetreo festivo. Las campanas tiemblan de frío y anuncian
recogimiento de almas que se acercan envueltas en paños acomodados y
remordimientos. Él, uno de tantos, piensa frente al espejo helado,
porque el mármol cuanto más gélido menos empático con la soledad. Hay
quien, a lo suyo, no quiere saber nada.