QUIÉN, CUANDO PRIMAVERA, por Clara Blázquez Sánchez
Quién, cuando primavera.
¿Quién diría que es enero?
Si ya visten en rosa y nácar
los almendros,
hay pétalos silvestres, que lucen
sus colores en los campos
y los jarales brillan
salpicados de flor.
Si maclan los azules
con nubes transparentes,
se trazan, sobre un lienzo
de finos pentagramas,
las notas de las aves
sobre amarillo sol.
Asoman días de marzo
en besos de febrero,
despierta primavera
bajo el alero del amanecer.
¿Quién dijo que el frío del invierno dormita
pasado el veintiuno? sólo a veces.
Algunas veces, tarda en dejar paso
al equinoccio
y arropa a las primeras golondrinas
apenas llegada primavera,
con chal inmaculado,
tejido en hilo de copo,
breve preludio de floración.
Otras
Quién dirá que llegó
cuando caigan los copos
libres, sin sogas ni escaleras,
cuando cese la metralla
sin golpes en el pecho bajo cero
ni la nieve salpicada,
y tan sólo haya amapolas flor,
y ondeen lienzos, azules,
amarillos, colores cualesquiera
y se maclen
con ausencia de guerras,
con brisa de paz.
¿Quién?
bajo un alero que amanezca lejos,
lejos
de los campos coloreados, por la masacre
de la codicia,
con bocanadas de amasijos y terror,
lejos
de los tintes inhumanos de la guerra
que tupen la franja
sin dejar resquicios para ayuda humanitaria,
lejos
de corredores desesperados hacia la vida,
lejos
de laberintos excavados, con la sinrazón, en las entrañas
para rehenes del horror,
lejos
de las balas de la hambruna permitidas
por la falta de amor y conciencia
que traspasa líneas rojas,
lejos
de la ruindad sin escrúpulos
que engrosa la caja
del negocio de las armas
entre pólvora y arena,
¿Quién dirá que llegó?
¡Silencio!
¡Silencio!
Cuando edificada de nuevo,
mañana amanezca…
quién habrá desescombrado
la risa de los niños
dejando volar la esperanza,
quién habrá cimentado las cuencas vacías,
con amor sin medida y proporción
de cemento, arena y agua,
quién habrá levantado las hiladas
de los pueblos una a una
enjarjadas sin odios,
para buena trabazón
hasta el alero, a coger aguas,
quién habrá recompuesto los pedazos
de cristales sin tristeza en fachadas,
reconciliando cielo y sol al interior,
¿quién?
…cuando primavera.
Entonces, amanecida,
bajo inmensa bóveda celeste,
cuando nuevos brotes
crezca la vida
con amor, pétalos y paz.
Clara Blázquez Sánchez.
01-04/24.