Inerte
desde La Biblia sigue resignado a padecer los designios del destino.
Reflejos de la Historia condenada a repetirse en los textos del
presente, cuyos renglones se escriben con la sangre inocente disuelta
entre la sal de tanta lágrima derramada. Uno contempla el cuadro y se
hace cruces.
Mar Muerto, óleo José A. Blanco