29 agosto 2023

¡CUIDADO!, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

José Luis Sánchez-Tosal Pérez
¡CUIDADO!, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez


    Empezaré diciendo antes de que la ola arrasadora me coja a mí también, que sí, que Rubiales tiene que dimitir, puesto que las formas han dejado todo que desear. El gesto hecho en el palco donde estaba reina y visto por el mundo entero es suficiente.

    Ahora, hablemos de la segunda parte, el beso y el alzamiento a hombros de otra jugadora, son también impropios del escenario en el que se desarrollaba. Del primero hay que decir que aunque las cámaras no lo capté con claridad, sale con una cara lejana a la desaprobación, pues parecía sonreír, no porque en ese momento quizá piense nada, si no por la sorpresa, y en su primera declaración creo que lo dijo, como que no tenía mayor importancia. La otra, que es alzada al hombro, claramente en este caso se ve con unas risas de estárselo pasando muy bien, sin ninguna conciencia de que esté haciendo nada inadecuado, seguro que llevada por la euforia del momento triunfal.

    Por tanto, ¿debe Rubiales dimitir?, sí, ¿pero por un comportamiento inadecuado o como un monstruo? Creo que sólo por lo primero, lo segundo sería más de lo que allí pasó, y que ciertamente no debió de pasar, menos en el escenario que sucedía, y también debido a su tozudez de no reconocer su no saber estar.

    Pero ojo, y cuidado, con las formas que tanto han presionado, para conseguir lo que él solo tenía que haber hecho, dimitir, que están dando el resultado de una vida en peligro, la de su madre.

    La pregunta ahora es: ¿cuánta razón le corresponde a esta mujer?