23 marzo 2025

LA HORA DE EUROPA, por José Luis Puerto

LA HORA DE EUROPA, por José Luis Puerto - Ateneo Virtual Mirobrigense – Ciudad Rodrigo

José Luis Puerto
LA HORA DE EUROPA, por José Luis Puerto

    Tras la llegada del elefante a la cacharrería (si es que así podemos denominar al mundo), comenzamos a tener un dato más que nos confirma en esa certidumbre de que quiere ponerse todo manga por hombro. Y ocurre lo de siempre, que, tal y como indica el aserto popular, a río revuelto ganancia de los que siempre ganan y pérdida de la gran mayoría de la ciudadanía.

    Y es que Europa no solamente viene sufriendo, desde hace ya años, desde hace ya tiempo, no solo fuegos cruzados desde el este y el oeste, sino que también –y a ello hemos aludido en algún artículo de hace algún tiempo– se está utilizando la táctica del caballo de Troya, esto es, desde dentro, a través de esos partidos políticos antieuropeístas y también antidemocráticos, para lograr su debilitamiento y, dando un paso más, su destrucción.

    ¿Y qué es lo que se pretende destruir de Europa? ¿Por qué Europa molesta tanto? Ya lo hemos dicho en otras ocasiones. Pero, dada la coyuntura que vive ahora el mundo, hay que seguir repitiéndolo.

    Europa es, en la historia, el mayor faro civilizador y, por ello, el mayor ejemplo de un proyecto de relación y de convivencia civilizada de los pueblos. Es verdad que tiene aún que purgar el pecado del colonialismo y algunos otros. La inmigración es, a la postre, una de las causas de tal pecado. Pero, frente a sus sombras, Europa es el continente de la luz, de las luces.

    ¿Hemos de reiterarlas? Claro, nunca está de más. El humanismo; la dignidad, como valor que encierra y engloba todos; la tolerancia; el respeto a los otros, a las perspectivas distintas a las nuestras, a las diferencias y a los diferentes; la ilustración; la división de poderes en el ejercicio del gobierno; la democracia; los derechos humanos…

    La sola enumeración de lo ideado y lo propuesto por Europa ya nos lleva a territorios de civilización, que provocan un efecto deslumbrante.

    Pero es que habría que sumar y seguir enumerando la cultura clásica greco-latina, el cristianismo, el humanismo, la ilustración, el romanticismo, las vanguardias… Además de artistas, escritores, pensadores… que suponen un faro para toda la humanidad.

    Uno de los aprendizajes que ha ido realizando Europa a lo largo de la historia, sobre todo en todo este último tiempo, es el de asumir que existen otros pueblos, otras culturas, otras civilizaciones… que también se han de asumir, respetar, valorar y hacer que se dignifiquen.

    De ahí ese diálogo de civilizaciones que, desde las perspectivas europeas más abiertas, se ha propuesto desde hace ya años y del que se han tratado de mofar (cuando no de torpedearlo) quienes no creen en las perspectivas humanizadas, respetuosas y abiertas.

    Tendríamos que ser hoy conscientes de cómo Europa es decisiva para todos nosotros, como salvaguarda civilizadora. Países como España y Portugal no habríamos alcanzado el progreso y desarrollo que tenemos sin nuestra pertenencia a la CEE. Así como también de cómo Europa y todo su proyecto histórico y civilizador está corriendo muchos peligros, debido a distintas agresiones (fuegos cruzados, caballos de Troya, guerra de Ucrania...), atacada por todos los que quieren llevarnos hacia una vieja barbarie.

    Y tal conciencia nos tendría que llevar hacia una defensa de Europa, porque ello supone defender la perspectiva de civilización, democracia y respeto en la que, afortunadamente, vivimos.