PEQUEÑAS COSAS, por José A. Blanco
La
niña miró detenidamente la obra. Qué bonito, dijo mientras engullía una
chocolatina solidaria. Fue como un relámpago expresivo, un suspiro de
sinceridad. Yo, cuando sea mayor, también seré pintora, mejor
veterinaria porque los animales me gustan mucho, añadió. Lo que menos me
gusta del cuadro son los tonos verdes, el verde me aburre bastante. Y
se quedó tan pancha con los morritos achocolatados.