Un
año más nos llega la feria del teatro, es una semana de atracción para la
gente, que cae sobre Ciudad Rodrigo de forma alegre y culta.
Hace
ya casi una vida que, de la mano de Juan Carlos y un grupo visionario
de pequeños empresarios, la hicieron posible, después, visto su éxito,
la Junta de Castilla y León la amparó. Lo cierto es que un año más, en
ella estamos de nuevo, y que la noche del martes, como es costumbre, con
la plaza de Herrasti llena, se dio el aldabonazo a estos días de
teatro.
Se hizo con una obra, que en cierto modo
son inclasificables, repleta de música y ejercicios acrobáticos
convertidos en danza clásica o ballet, con una mezcla de ritmos y
sonidos de ayer y de hoy, una fusión entre las partituras tradicionales y
modernas, que junto a una iluminación creativa envolvían mágicamente el
preludio anunciante y bello , como todos los contenidos feriales.
Se disfrutó mucho, lo que se agradeció con aplausos, y después, pues eso, en la cola de la heladería.