Llegamos
hasta la misma puerta del teatro a las 19;20, y la cola era abultada, 0no desmerecía en absoluto la de cualquier acto público, de hecho fue un
lleno, qué se repetirá, porque el lugar da solemnidad, y la música
embellece, como la luz, todo lo que toca.
A las
20:000, está todo en su sitio, preparada la orquesta, y el director,
levanta la batuta, arrancando los primeros acordes, que fueron sucedidos
por melodías encadenadas.
Las notas sonaban con
ritmo y armonía, en honor a su patrona, Santa Cecilia, nuestros músicos
mirobrigenses han hecho gala de su dedicación y esmero. Desde el primer
minuto hasta el último, se respiraba la atenta emoción de un pueblo que
llenaba el teatro, y aplaudía con calor la maestría y agradecía las
muchas horas de ensayo.
Allí estábamos grandes y
chicos, autoridades y gente de a pie, porque la música une como la
palabra, el abrazo y la risa. Además es la única de las artes que puede
simultanearse con el resto de las artes y actividades enriqueciéndolas.
Gracias a nuestra banda municipal, no sólo por su entrega sino también por la selecta elección de piezas y su simpatía.
Lo hemos pasado genial.