TAPAR PELIGROS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
Suenan aún en mi cabeza los rum, ruum, ruum ruum ruum de este pasado fin de semana, y ya están casi presentes las cabriolas que harán este próximo fin de semana los caballos.
Bien está este continuo hacer historias que entretienen a la gente, pero bueno sería que algunas que quizá son menos circenses, pero más necesarias, aparecieran entre nosotros con los mismos apoyos sociales, institucionales y periodísticos, que estas otras, cuyo destino es el entretenimiento y mantenimiento de la industria hostelera. Y al decir esto, me estoy acordando de los problemas futuros y posibles con las excavaciones mineras en la alta Extremadura y el Rebollar, por lo que en este fin de semana pasado se celebró una reunión en Peñaparda de la mano de la Plataforma Rebollar Vivo, con el fin de analizar la situación, a la que asistieron unas treinta personas con alta capacidad de análisis de los problemas y perjuicios que traerán las excavaciones, y con mucha determinación para denunciar la situación a que estas pueden dar lugar.
Cuestión esta, tan o más importante como cualquiera de los entretenimientos de estos días, pero que ha tenido mucha menos visibilidad y atención, aunque con ello nos la estemos jugando, cosa esta que dice poco bueno de los poderes políticos y mediáticos.
Y aquí estamos con ferias y festejos de mucho ruido, que cómo no, me da que ayudan a tapar problemas serios como el mencionado y de todo lo que requiere atención reflexiva, entre otros los que a la larga le puede ocasionar a la hostelería, una vez que hayan arruinado los bosques del Rebollar y envenenadas nuestras aguas.