SE BUSCA, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
“Ven, que es mejor que lo veas, porque si no vas a creer que te estoy engañando”, y camino con él hacia la avenida de Portugal, allí donde ya baja directa al río, donde me preguntó: “¿Qué ves? Mejor dicho, ¿qué no ves?”. Y rápidamente me doy cuenta de que no está el árbol, ese almendro que anunciaba la primavera, adornando toda esa recta de cemento y alquitrán, con el fulgor de la luz de sus hermosas flores, haciendo con ello un lugar bello por el que pasear. Estaba allí, nacido entre un suelo rocoso, digamos que solo, en un paraje extraño para él, en el que terminó seguro sintiéndose orgulloso de reinar al tiempo que lo embellecía. Y de repente un verdugo le ha arrancado la vida.
No se entiende por qué, pues no amenazaba la carretera puesto que la acera y el espacio de él a esta es mayor que el que tienen los tilos plantados enfrente. Visto el tronco después de su brutal tala se le ve totalmente sano. Entonces alguien nos puede explicar a qué viene esta tala asesina.
De momento, sí somos ya muchos los que queremos saber quién ha sido el ejecutor, y no nos referimos al verdugo, sino al que le ha dado la orden a este.
O sea, que buscamos al insensible e irresponsable responsable.