GRACIAS Y ENHORABUENA A TODOS Y CADA UNO, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
Cruzar la puerta del edificio la UNED donde se celebraron las XVII Jornadas de Cultura e Historia de Ciudad Rodrigo 2024, organizadas por el Centro de Estudios Mirobrigenses (CEM), y visto el extenso programa del sábado, uno lo hace diciendo, “bueno, hasta donde aguante el cuerpo”.
Comenzamos con la conferencia de Juan José Sánchez-Oro Rosa con El artillero misterioso, enigmático y tan fantasmal como real a la vez que como se demuestra histórico personaje, del que nada sabemos más que su existencia y asistencia a nuestras tropas en la Guerra de Sucesión, sin que aún sepamos ni de dónde salió ni por dónde desapareció, y por tanto quién era. Intrigante historia para empezar el día.
Seguidamente doña Josefa Montero García nos habló sobre, este sí, muy conocido y querido en Ciudad Rodrigo, Dámaso Ledesma. Nos ilustró sobre su avatares como opositor de organista de las catedrales primero de la de Ciudad Rodrigo y luego de Salamanca. Los méritos que había que demostrar para acceder a ellos fueron contados con pelos y señales, casi como si lo estuviéramos viviendo.
José María Hernández de la muy importante figura como empresario del mirobrigense José Escanilla, así como de otro montón de acciones y virtudes de un personaje digno de ser recordado. Él fue quien trajo el primer cinematógrafo a Ciudad Rodrigo siendo empresario entonces del hoy Teatro Nuevo.
Emilio Martín Serna nos contó todo sobre la creación del Instituto, el actual Fray Diego Tadeo González, cuyo valedor principal fue José Manuel Sánchez-Arjona, ante las instituciones y ante el rey Alfonso XIII.
José Ignacio Martín Benito nos habló sobre la curiosa existencia, desde 1911-1918, de un consulado de Portugal en Ciudad Rodrigo, y las razones de este, que eran políticas en defensa de la república, teniendo como misión principal de informar al gobierno portugués de las acciones de los monárquicos refugiados en los pueblos fronterizos, y en los que en alguno de estos también existió consulado por la misma razón.
Ya en la tarde, recorrimos calles, plazas y descampados de la mano de Carlos García Medina señalándonos dónde había fuentes, grifos y abrevaderos en Ciudad Rodrigo.
Juan Carlos Zamarreño nos adiestró sobre las vías pecuarias que tenemos y de su importancia pasada así como de la actual siempre que sean dotadas para usos más apropiados para este tiempo. Terminó recalcando que son un patrimonio de todos al que hay que defender y ponerlo en valor.
Juan Agustín Rey nos hablo de caminos y puentes de Ciudad Rodrigo a finales del Antiguo Régimen (siglo XVIII). De sus destinos, su estado y las maneras en que se financiaban.
Francisco Javier Morales Paíno disertó de Las Hurdes, esa comarca tan cercana de Ciudad Rodrigo, y tan tristemente aislada y pobre durante tantos años. Después de su charla tenemos un conocimiento más completo.
Y dicho esto, en este ratito, el vivirlo duró todo el día, y si empecé diciendo que dada la cantidad de ponencias estaría hasta donde el cuerpo aguantara, tengo ahora que decir que estuve todo el día, y lo hice con tanta satisfacción como falta de cansancio, pues las ponencias se expusieron con agilidad y fueron directas al grano, lo que dice que todos y cada uno se habían trabajado el tema.
Salí con la sensación de que al día le habían faltado horas para una mayor profundidad de todos los temas, y con la seguridad de tener una mayor idea global de Ciudad Rodrigo, de qué sucedía en su entorno y dónde sucedían todos y cada uno de los avatares de las historias de nuestras sociedades, así como de los de nuestros patrimonios materiales e inmateriales, por tanto con mayor conocimiento de nuestra tierra, lo que siempre desemboca en mayor amor.
Enhorabuena y gracias a todos los ponentes.