EL APAGÓN, por José A. Blanco
A ciegas se intuye con mayor claridad. Cierras los ojos y la imaginación ve hasta las intenciones más perversas. De las virguerías con la luz apagada ni hablamos. Pero si la cortan las incidencias el cirio que se monta es impredecible, eso sin contar los daños colaterales y los irreparables. Investigación, transparencia, responsabilidades y a tomar nota.