Estos días corre la noticia en los medios de que en la Escuela de Tauromaquía de Salamanca han existido dos casos de acoso, que han sido denunciados en los juzgados, después de no haber tenido respuesta por parte de la Diputación.
Que existen estas historias, no es nada nuevo. Que las personas encargadas de velar por la defensa de los agredidos, en este caso los responsables dependientes de la de Diputación, con su presidente Javier Iglesias al frente, al cual, según los padres de los implicados enviaron sus quejas, las cuales no fueron atendidas, dejando a los menores totalmente desamparados, mientras están bajo su custodia en la escuela. Esto, es ya algo que hace sonar todas las alarmas.
Como el asunto está denunciado, es por tanto algo que está ya en manos de la justicia, y no queda nada más que esperar a lo que ésta dictamine.
Pero si el asunto era de por sí ya feo, el hecho de desentenderse los responsables, según la versión de los padres, lo vuelve además de feo preocupante.
