UN PARÉNTESIS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
Comenzó el fin de semana con un desfile tan concurrido como largo, pues ya estaba la cabeza llegando a la plaza y aún había gente en el puente. Después todo fue un estar lleno todo durante los tres días.
La alegría de los niños y sus mamás, vestidos para la ocasión, las atracciones callejeras, el vernos los unos a los otros relajados, eso solo por sí, es un buen acontecimiento. Todo con orden, sin barullos y con gusto, pues qué guapas estaban ellas y qué bien les sientan esas vestimentas y aderezos.
Después ya, en un abrir y cerrar de ojos, es domingo por la tarde, y está ya casi finalizada la feria, que como todo lo que gusta se ha hecho breve, y por ello quedamos a la espera de la del año que viene.
Gracias a todos los que se visten y colaboran y que la hacen posible, y a todos esos puestos mayoritariamente portugueses que sirven para hacerla más vistosa y entretenida aún. Esperemos que hayan tenido la suficiente rentabilidad para que puedan volver. Y gracias también al buen tiempo que a todas las fiestas callejeras les suele aportar más de la mitad.
Lo dicho, Ciudad Rodrigo ha vivido un finde hermoso y alegre haciendo un paréntesis en medio de todas las tensiones actuales, cosa que no es poco.