DEL PREMIO, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
La fotografía atrapa la vista que se llama a ella, y esta entonces entrega belleza, dramatismo, te sitúa en el tiempo que dice estar, y en el marco que le pertenece, teniendo la luz que requiere la escena. Es ciertamente de premio, y no es a veces fácil dar con una imagen, y a pesar de todo sobresale sobre las demás por su fuerza y atracción, donde el motivo se repite cada año, lo que le hace tener mérito añadido.
Dicho esto, no debería quedar más que dar las enhorabuenas correspondientes: una al autor, por supuesto, y otra, al jurado por su acierto. Pero hay que comentar que tiene un pero, no de la fotografía en sí, sino que antes de la representación de la obra se nos dijo claramente que quedaba totalmente prohibido hacer fotos durante la representación. Lo cual llevaría a muchos, entre otros yo mismo a no hacerla (no se me malinterprete, no me he presentado nunca a ningún concurso), pero lo cual sí pudo hacer que muchos otros quedaran descolgados por atenerse a la prohibición y no poder presentar por esto al concurso.
Esto en cierto modo invalida el premio, no por la foto, ni por el acierto de la adjudicación del premio, sino por el desacierto de dar por válida una imagen que ha sido obtenida sin consentimiento, y por tanto en detrimento de aquellos que respetaron las indicaciones dadas antes de la representación de la “La Conjura V”.
Que fácilmente, ante otras más que se hubieran presentado, esta se hubiera seguido imponiendo, es muy posible, pero eso no quita, para que esto empañe el acierto del premio del concurso de fotografía de la Feria Medieval.