Más allá de las calabazas.
ÚLTIMO DOMINGO DE OCTUBRE, por Clara Blázquez Sánchez
Despierta el alba, algo lluvioso.
Entre nubes que lagrimean
vuelan palomas melancólicas.
El cementerio acicalado,
huele a flores.
El atrio espera lleno de gente,
fervor y alma son solo uno,
y escapa el órgano de la iglesia
abriendo el azul intenso.
Un mediodía luminoso asoma
al sonido de campanas y chilejas,
el reloj suelto
se baña en la fuente de los cuatro caños.
La banda toca,
el aire envuelve las notas y los recuerdos
engalanados, que a ritmo lento acompañan
la bajada del Cristo del Caño.
Calle del puente, tú vas delante,
puente románico de ojos amables,
hoy nos invita a cruzarlo
con su paseo procesional de cada año,
y al otro lado,
giras despacio mientras sonríes,
se entona un himno con corazones
ya en la Ermita.
Hay un paseo por la alameda
que abraza el Tormes.
Toca la banda...
Te lleva lejos,
un saxo bajo, gorra pequeña,
trajes de moza, sonrisas y piezas sueltas
en la plaza después de la procesión.
Fiestas del Cristo, suenan campanas,
pueblos cercanos, olor a feria,
gentío, día de toros,
de arreglarse y encontrarse
por la calle mayor.
Paseos hasta el kilómetro.
Una partida de cartas en Fabi.
Casetas y tómbola entre bombillas,
fuegos artificiales iluminan el río
al anochecer.
Tardes de otoño de las de antes
en el Casino y en el Central,
baile y miradas llevan el ritmo,
sopas de ajo antes de marchar.
Dulzaina por las calles de madrugada
porras y churros en unos juncos
y el chocolate en casa Lucio a rematar.
¡Algarabía! es lunes de mercado,
día de ventas y comerciantes,
de ganado en las eras y charlatanes,
de mantas, pellizas, lanas
y pañuelos de algodón.
Patatas revueltas en el España,
contratas de palabra, bajo el reloj.
Judías del Barco recogidas a mano,
adobos con pimentón.
Orégano recién cortado
impregna el campo con su olor.
Fachadas relucientes y cuidadas,
besan las calles en empedrado.
El sol entra en las casas con su aroma
a reineta madurada en el árbol,
a risa de niños correteando,
a tiempo lento
para limpiar las lentes
el bisabuelo Luciano,
para preparar huesos de santo y
buñuelos con cabello de calabaza.
Un saxo bajo,
en la memoria lo lleva el alma.
La banda toca...
Suena el recuerdo de los que faltan,
hoy brilla el sol.
Refresca el Tormes en la alameda...
Barco de Ávila. 30.10.22.
Clara Blázquez Sánchez.