(AYER ES HOY Y SIEMPRE), por Santiago Corchete Gonzalo
...Habíamos aventurado el día
con un ir y venir inconsistente
repleto de angosturas y ansiedades.
Ocupadas en su quehacer más propio,
las horas, sumamente lentas,
transcurrían del todo insatisfechas.
En un fluir de mansas sombras,
se juntaron el día con la noche
tras una transición sin titubeos...
Dejé el cansancio a un lado de la cama
para hablarle de tú a la Noche,
y el Silencio más tarde habló con ella.
BA / 7 febrero / 23
Santiago Corchete Gonzalo