EL FAROL, por José A. Blanco
No,
amor, la minifalda no es para ti, como mucho, faldón cañí con raja
macramé. Tu no llevas minifalda porque no puedes por mucho que te
empeñes. La minifalda es un concepto desenfadado, una forma de ser y
estar, para lucirla hay que tener algo más que una carita cuché. Es una
prenda popular nacida del desparpajo y la voluntad libre a codazos por
los derechos de un feminismo racional aunque, a decir verdad, hay a
quien le sienta mejor que a ti y lo sabes. Así que, menos lobos.