31 marzo 2023

ESPEREMOS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

Ciudad Rodrigo - Ateneo Virtual Mirobrigense

ESPEREMOS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez


Pasa por la Plaza, con aire de prisas el señor alcalde, acompañado de José Manuel y alguien más. A decir de las que conmigo estaban “va muy guapo”, y sí llevaba un traje muy bien puesto.

“¿A dónde va con esas prisas señor alcalde?”, contesta “pues a la inauguración del Parador” y sigue apresurado camino de él.

Ciertamente, ya vuelve a funcionar el Parador, el que para ponerse otra vez más atractivo, se ha tirado más tiempo preparándose, que nos tiramos preparando el carnaval y con más cuidados que cualquier padrino en la boda de su hijo. Personalmente el resultado no lo he visto, supongo que será bueno, y por tanto que a todos nos redundará, pues su captación de turistas es un bien común.

Y es que no cumple con menos, porque no creo que se pueda quejar del trato y los cuidados que para con él se han tenido. Algo que si se tratara de una obra particular quizá hubiera sido imposible, no sólo por el coste, sino por el tiempo que se ha permitido estar cerrado.

Deseo que ahora se desperece y le sienten bien todas las atenciones recibidas, y estas sirvan durante largo tiempo para que se emplee con ganas en un mejor rendimiento, que en el fondo es para todos, en forma de puestos de trabajo, así como en recepción de personas en nuestra ciudad.

¡Ah!, y lo dicho, esperemos que después de tanto cuidado esté tan guapo como el alcalde iba a inaugurarlo.

29 marzo 2023

LA PEINETA, por José A. Blanco

Ciudad Rodrigo - Ateneo Virtual Mirobrigense

LA PEINETA
, por José A. Blanco
 
No sirven excusas  porque el gesto rancio de la desfachatez se dirigió a la cámara, es decir, al país entero quedando al desnudo las entretelas de tu vanidad. Espero que el personal se dé cuenta del asunto, valore  la falta de educación y de respeto y, finalmente, obre en consecuencia a la hora de elegir a sus representantes. En fin, cada uno enseña lo que tiene.

28 marzo 2023

¿TURISMO?, por José Antonio Hernández Navarro

Ciudad Rodrigo - Ateneo Virtual Mirobrigense

¿TURISMO?, por José Antonio Hernández Navarro

No sé si en los países de nuestro entorno se hayan desarrollado las mismas políticas de centralización, tanto de población como industrial, así como en España. Dicen que las industrias deben estar unas cerca de otras, yo difiero. Puede que sea bueno para las privadas, pero los estados han tenido y tienen muchas que las podrían ubicar donde hubieran querido.

La poca o nula sensibilidad política ha dado como resultado una gran concentración de industria en cinco o seis centros, llamémoslos ´capitales´, abandonando al resto. Claro, que en una nación como la nuestra que desde hace siglos lleva existiendo una economía cortesana, la industria gira al rededor del Rey -en épocas pretéritas- o del Estado ahora. Nosotros pertenecemos a ´provincias´ como dicen los de la capital, en un tono casi despectivo. Para nosotros es la agricultura y la ganadería una industria que ha pasado a ser residual. De más de ocho mil pueblos productores de fruta, verdura y cereales hemos pasado a ser plenamente consumidores, la mayoría nos abastecemos de los mismos centros de producción que abastecen a las ciudades grandes y que muchas veces vienen de muy lejos. La ganadería en nuestra región es extensiva, con lo que para muchas cabezas se necesitan muy pocos puestos de trabajo y la posibilidad de crearlos en fábricas de transformación es nula, ya que simplemente, no hay. En España la industria en general proporciona un porcentaje de empleo insuficiente, eso está claro, y en estos momentos la apuesta más grande está en el turismo, que aunque el empleo no es de mucha calidad, sí proporciona muchos puestos de trabajo. 

 Y ahí es donde quiero llegar, ¿La comarca de Ciudad Rodrigo está preparado para rentabilizar el turismo que nos llega? 
Desde el Ayuntamiento y la Concejalía de Turismo se están haciendo esfuerzos para atraer visitantes, pero está claro que o no basta, o lo que ofrecemos no es lo suficientemente atractivo. Solo hay que hablar con cualquier guía de grandes tour operadores para saber que esta industria pasa inexorablemente por unos servicios competitivos, tiendas, restaurantes, hoteles. Pensemos en todo lo que estamos perdiendo por no escucharles. Perdemos la posibilidad de crear empleo y un desarrollo sostenible de nuestras comunidades. Perdemos visibilidad, interés, riqueza. 

Teniendo una ciudad tan bonita y una comarca tan interesante no me puedo explicar cómo no se fijan en esta zona los inversores, ¿Será que no se le dan las facilidades para invertir? 
Pensemos en el futuro, que ya está aquí.

ANTES QUE EL SOL SE BORRE, por Mara Guadalix

Ciudad Rodrigo - Ateneo Virtual Mirobrigense


 
 
 
 
 
 
 
 
 
ANTES QUE EL SOL SE BORRE, por Mara Guadalix

En el ángulo que forma la vida
con el espacio abierto,
donde palabras, risas, y sollozos
cobran otra dimensión los ruidos,
relinchos de caballos y trino de pájaros,
libertad de tomillos y lavanda,
de pinos y rocas escarpadas,
corazón que se asoma a la ventana,
y te ve abajo desde arriba,
y piensa lanzarse al vacío en tu búsqueda,
cual halcón, antes que
llegue la tormenta, la noche,
el desánimo, el peso de los años,
la tristeza infinita, las ganas de esconderte...
 
Entonces ya no valdrá de nada
mi acecho peregrino.
Y todo se borrará, como lo no importante, 
nube fugaz sin agua.

27 marzo 2023

SEPARAR EL MAR, por Víctor Esteban

Ciudad Rodrigo - Ateneo Virtual Mirobrigense

SEPARAR EL MAR, por Víctor Esteban

Hace poco tiempo que mi estilo de vida ha cambiado de una manera radical de tal forma que ahora, por las circunstancias de la vida, paso mucho más tiempo fuera de Ciudad Rodrigo. Para no estar completamente desligado – algo imposible teniendo en cuenta que trabajo allí – cuando estoy fuera sigo con curiosidad las noticias locales. En muchas épocas del año los noticieros mirobrigenses se llenan de imágenes del clero, procesiones, tradiciones religiosas y astados que corretean las hermosas calles de este rincón del oeste.

Ese vistazo general a la información local me lleva a hacerme una reflexión general de lo qué somos, de lo qué podemos llegar a ser y de cuál es nuestra dimensión en este mundo cada vez más global e internacional.

Decía el poeta que “de lejos dicen, que se ve más claro” y este distanciamiento interválico que llevo a cabo sobre mi lugar de nacimiento y de vida, me hace reflexionar mucho más sobre esas cuestiones y analizarlas con una perspectiva que se pierde cuando estás anclado y arraigado hasta el cuello en el territorio.

Y desde la distancia la conclusión a la que uno llega es que Ciudad Rodrigo en un hermoso lugar envuelto para regalo con un papel de piedras preciosas, monumentos, riberas e intrincadas calles que harán las maravillas de aquellos que la quieran saborear por un tiempo. Sin embargo, todo ese envoltorio esconde un fruto pasado de temporada con indicios de podredumbre que auspician un horizonte temporal carente de un estimulante paisaje.

Está claro que somos lo que somos, individualmente hablando, y poco podemos hacer para cambiarnos, pero siempre puede haber una chispa que nos lleve hacía un camino mejor, hacía mejores metas, hacía una situación diferente, siempre que la suerte nos lo permita, claro.

Desde el punto de vista de la colectividad de Ciudad Rodrigo también ocurre lo mismo, lo que sucede es que es mucho más fácil cambiar algunos rasgos de una sola persona que de un pueblo entero anclado en el pasado más ancestral y con evidente pereza por revertir su camino ya marcado desde hace muchos años.

Han de respetarse las tradiciones, tenemos que ser fieles a nuestros orígenes, pero no podemos sólo mirar para atrás y vivir de lo que fuimos. Hay que hacer un esfuerzo por imaginar otro camino, otra senda de evolución y no de anquilosamiento.

Pero no soy ingenuo en este sentido, una cosa es predicar y ponerse a escribir estas cuatro líneas en el ordenador y otra muy distinta separar el mar como hizo Moisés. La realidad es la que es.


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TODOS TRANQUILOS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

TODOS TRANQUILOS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

En estos días han tenido problemas los bancos, y no cualquiera de ellos, sino uno americano. Se trata del Silicon Valley Bank, su quiebra en Wall Street. Otro en Suiza, el Credit Suisse. Con clientes llegados de todas las partes del mundo y relacionados con todas las maldades y estafas que uno pueda imaginar, y otro alemán, el Deutsche Bank, también presenta problemas de liquidez. lo que inquieta a los mercados europeos, dada su importancia.

Al tiempo salen en tropel a decirnos que no pasa nada, que no hay de qué preocuparse, que la liquidez excede ampliamente a la reserva exigida por el BCE, que el asuntillo del banco americano se harán cargo otros bancos, que el de Suiza será engullido para solventar lo sucedido y el alemán, a pesar de ser tan concienzudos, sus clientes están retirando sus depósitos sin razón alguna.

Más o menos ésto es lo que nos cuentan las voces que nos llegan por todos los altavoces del mundo mundial, eso sí con el lenguaje propio de la economía. con una jerga muy suya, en la que nos perdemos los de a pie.

Nos lo dicen las "autoridades en la materia", y por tanto con sobrados conocimientos en la crisis. Mientras, en Europa, le inyectan el dinero de todos para salvar la banca, pero no esta pasando nada.

Yo me pregunto por qué llaman crisis a las tretas de Wall Street, a los clientes afectados en el Credit Suisse, y la retirada de efectivo en Alemania, sin ninguna justificación. Nuestros gobernantes o los poderes económicos que se lo imponen, son los que inciden en lo mismo, no hay problema. ¿Y quiénes son ellos para tener el mundo tan controlado?, nosotros no lo ejercemos a la inversa, parecen seres puros, sin rostro, que no habitan en este mundo, pero son personas que están compartiendo el mismo espacio pero no actúan a favor de nosotros, sólo les guía su insaciable codicia, pase lo que pase y caiga quien caiga.

De momento han decidido atajar la crisis, es decir, dejar de desquiciar a una sociedad convulsa, con sus catástrofes y conflictos, sin necesitar al caballo desbocado de la ambición, que no mira a quien pisa cuando se espanta.

Pues nada, lo dicho: todos tranquilos.

26 marzo 2023

CAÍDAS EN LO BANAL, por José Luis Puerto

CAÍDAS EN LO BANAL, por José Luis Puerto

    Quienes nacimos y fuimos niños y jóvenes durante el franquismo, sabemos distinguir muy bien las grandes ventajas para la vida de los seres humanos y de la sociedad toda que tiene la democracia, con las libertades y derechos esenciales a disposición de todos, que es como se expande y profundiza en esa humanización, en ese humanismo, que es la enseña más alta y luminosa de nuestra historia y de nuestra cultura desde el arranque de nuestra modernidad.

    Sabemos también distinguir muy bien la diferencia entre una sociedad cerrada y una sociedad abierta; sociedad esta última que ha traído y sigue trayendo a nuestro país un desarrollo cultural, social y económico, como nunca antes habíamos disfrutado.

    De ahí que constituya un peligro el caer en la banalización, utilizando las instituciones y mecanismos de que nos hemos dotado para finalidades que no corresponden, en el fondo, para destruirlos desde dentro, debido a una nostalgia de una sociedad cerrada, en la que nos fue mucho peor a casi todos.

    Estos días, hemos asistido a esa oscura corte de los milagros, que ya Ramón del Valle-Inclán describiera y parodiara; a esa espantosa astracanada, que, en el fondo, no tenía otra pretensión –aparte de llevar hasta un territorio inaceptable egos desmesurados– que destruir los mecanismos democráticos de nuestra democracia parlamentaria.

    Ya la pensadora judía-alemana Hannah Arendt reflexionó y nos previno contra la banalización del mal, a raíz de los campos de concentración nazis, como inhumana práctica histórica de los totalitarismos; y realizó decisivas reflexiones sobre el pluralismo y la inclusión del otro.

    No habríamos de caer nosotros en esa indiferencia de espectadores cómodos y acomodados ante esa banalización de unos mecanismos de nuestra democracia que no se crearon para tan impresentables astracanadas. Está en juego la sociedad abierta de que disfrutamos.

    Pero en nuestra vida social asistimos, en muy diversos campos, por desgracia, a mecanismos de banalización ante los que, por desgracia, no reaccionamos. Y todo ello debilita nuestra democracia, nos deshumaniza, nos convierte en ciudadanos más frágiles… y hace que se vaya diluyendo y esfumando esa sociedad abierta que, con tanta ilusión social y tanto esfuerzo, inauguramos tras el fin de la dictadura.

    Es curioso que sea la literatura, y particularmente el teatro, los medios de expresión contemporáneos que más han acentuado esa visión distorsionada de la realidad, para mostrar una crítica de esa degradación en la que caemos –como la de estos días–, menos la astracanada (de ese modo teatral que creara Muñoz Seca), que el esperpento, esa distorsión dramática que Valle-Inclán creara, para que nos miráramos todos en esos espejos cóncavos del callejón del Gato, de los callejones del fracaso de nuestra modernidad, y viéramos en ellos reflejado “El sentido trágico de la vida española”, a la que tanto cuesta normalizarse y asimilarse a lo que es una sociedad de verdad abierta.

25 marzo 2023

A VECES, por Mara Guadalix


 

 

 

 

 

 

 

A VECES, por Mara Guadalix

A veces, cuando me sobra el tiempo,
escucho música y te pienso,
y me gusta creer que me recuerdas,
me creas y destruyes en tu mente.

A veces, veo mariposas o pájaros en vuelo,
peces ágiles de colores nadando,
o estrellas fugaces que nos anuncian suerte.

A veces, las calles brillan con las luces de las farolas
y parecen flores en un campo de luto,
luciérnagas ausentes de este eterno parpadeo cognitivo,
sueño, sueños.

24 marzo 2023

SOLEDAD RODEADA, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

SOLEDAD RODEADA, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

Es domingo, no uno cualquiera, a mayores es el de San José, motivo por el cual yo no he ido de ruta. Estoy pues en Ciudad Rodrigo, a la espera de la comida familiar que tendremos para celebrar mi santo y el día del padre, salgo a dar un paseo por nuestra ciudad, la de murallas adentro, la cual está llena de gente. Escapando del gentío, me dirijo a la Batería, y desde allí me dispongo a entretener el rato leyendo y disfrutando del espectáculo visual que este mirador siempre ofrece, del cual guardo en mi memoria muchos días de mi infancia, dado que a ella salíamos a jugar desde la escuela que tiene pegada.
 
Todo ésto, un libro, un paisaje hermoso y un montón de vivencias en el lugar, es más que suficiente para tener un rato gozoso, pero hay algo que falta y es la compañía, aunque sea solo visual de algún transeúnte que te traiga una vivencia común a ambos. Pues bien, nadie en toda la mañana, la ciudad en los domingos es un vacío de los suyos, en un punto en el que siempre hay con quien intercambiar palabras o simplemente el recuerdo que nos provoca el verlo.
 
Y sin embargo el entorno no transmite tranquilidad, pues es un constante ir y venir de gente, y mucha, pero todo turistas, en parejas, familias o  grupos escuchando al guía sus explicaciones sobre el castillo, la muralla o el puente,  en un sitio tan nuestro a unos nada nuestros, que me parecía como el tiesto que se le pone a una planta con la que no encaja.
 
Ante este panorama me desentiendo de mi yo interno, formado por recuerdos personales, y me dedico a observar el presente, que es algo así como una suplantación de lo natural que fue este trozo de muralla, del que yo hace años me sentí dueño y señor.
 
Nada que reprochar a estas personas que deciden pasar unas vacaciones con nosotros... pero qué soledad sentía en medio de todos mientras me rodeaban sin ningún asidero de memoria compartida.

23 marzo 2023

AUTENTICIDAD, por Víctor Esteban

AUTENTICIDAD, por Víctor Esteban

La pasada semana los seguidores del concurso-programa “Pasapalabra”, vivieron el momento álgido de la consecución del bote de más de dos millones de euros por parte del concursante Rafa.

En contraste con esta alegría para el sevillano, que llevaba varios programas rozando el larguero en pos del éxito final, estaba su contrincante y a la vez amigo Orestes, que igual que Rafa llevaba una eternidad de programas con el objetivo de redondear ese “rosco” tan complicado de completar. Ambos rivales, pero a la vez compañeros, son dos personas muy diferentes en la apariencia que muestran tras las cámaras.

El vencedor parece una persona inteligente, seria y bastante equilibrada.

Por su parte, el joven Orestes es alguien fuera de lo común en muchos aspectos, entre los que se podrían destacar su inocencia y pureza. Es este último aspecto el que más comentamos en casa cuando vemos el programa; Orestes no parece inoculado por ningún virus de esos que la sociedad actual nos infecta con cotidianidad e impunidad. Orestes parece puro, inmaculado, casi virginal y estos rasgos lo hacían más humano que cualquiera y por eso quizá más querido y admirado. El burgalés parece vivir con una mascarilla que lo hace inmune a cualquier contaminación exterior maligna que la convivencia con la humanidad pueda conllevar. El participante de “Pasapalabra” solía tener la costumbre de hacer chistes –muy malos en su mayoría- y que a nadie le hacían gracia. A pesar de los sucesivos rechazos que recibía a su pésimo sentido del humor, el seguía siendo feliz y dando rienda suelta a sus impulsos de hacer un juego de palabras sin ninguna gracia, simplemente porque él era así y porque a él le gustaba ese juego más que a nadie. Cualquier persona común hubiera desistido de ese comportamiento impropio ante las cámaras de televisión ante tal fracaso humorístico.

Y es eso lo que más admiro en el joven Orestes, que a pesar de que parte de él no encaja en los estándares comunes de la sociedad actual, él consigue mantener su esencia y pureza ajeno a la polución social, la cual a veces es más nociva que la propia contaminación ambiental. Y eso en los tiempos que corren, en los que la pureza exenta de maldad parece ser un bien escaso, tiene un gran mérito y toda mi admiración. Orestes dijo al final, una vez perdido, “no tengáis pena de mí, yo ya tengo mi pequeño bote”. Y ciertamente que lo tiene y se llama autenticidad.


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22 marzo 2023

DÍA DE PERROS, por José A. Blanco

DÍA DE PERROS, por José A. Blanco
 
Espero a que el timbre finalice la jornada, no estoy solo. Los niños con sus mochilas de colores “chispoletean” sentados en el porche. Hoy hace frío y la aplicación amenaza lluvia, se avecina temporal sacudido por el jolgorio infantil. Cuando los niños corretean durante el recreo como hormigas desorientadas o pollos sin cabeza, llueve. Cuestión de horas o menos.

21 marzo 2023

CARNAVAL Y DESARROLLO, por José Antonio Hernández Navarro

CARNAVAL Y DESARROLLO, por José Antonio Hernández Navarro

Pasada la resaca del Carnaval 2023 creo que es hora de preguntarse… ¿Se ha convertido en un macro botellón nuestra fiesta mayor?

¿Los chic@s que llegan viernes y sábado tienen algún interés por nuestra fiesta?
¿Alguno se sumerge en la fiesta del toro? ¿Llegan a saber dónde están? ¿O simplemente vienen, se  emborrachan, ensucian todo con sus residuos humanos y no humanos, y se van? Si se hiciera una encuesta seguro que el 90 % ni se ha asomado a ver nuestra bella ciudad.

¿Qué ganamos con esto? Cuando una pequeña ciudad como la nuestra hace tal esfuerzo económico en organizar el Carnaval debería ser para beneficiarse de la llegada de tanto visitante, que los negocios se llenen, los bares, hoteles, tiendas, chacinerías, y cualquier otro servicio que podamos dar al forastero. Quizá debamos replantearnos el sentido de nuestra fiesta si esto no deja una recompensa para el comercio local. No todo es llenar la ciudad de visitantes, hay que rentabilizar - y controlar- toda esa cantidad de gente.
 
¿Qué gana Ciudad Rodrigo cuando los negocios de hostelería cierran en un gran porcentaje para no aguantar a cientos de personas que sólo entran en sus casas para usar el baño, ya que la bebida y comida la traen de fuera?
Necesitamos reflexionar hacia dónde queremos ir, priorizando que los negocios locales tengan los beneficios que merecen y, sobre todo, plantear cómo recibir una afluencia de gente tan grande de manera más ordenada y respetuosa para la ciudad.
 
Como mirobrigense, he vivido el Carnaval todos los años de mi vida y nunca había visto semejante bacanal de excrementos humanos, pises y cacas colectivas. Nuestra preciosa ciudad, Patrimonio de la Humanidad, cubierta de plásticos y basura. 
Si así tiene que ser, que al menos deje algo de riqueza, empleo, emprendimiento. Dejemos de ser unos quijotes que hacemos fiestas sin pensar ni en sus beneficios ni en sus consecuencias.

20 marzo 2023

DÍAS DE TRANSICIÓN, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

DÍAS DE TRANSICIÓN, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

El silencio intimidante que se siente en los anocheceres de estos días, que ya se quieren salir del invierno, pero que aún no son la primavera, se hace más patente aún si cabe, cuando al caminar te vas encontrando restos del Carnaval. Entonces el silencio sepulcral es roto por los ecos del bullicio carnavalero, y el andar solitario por las calles de la ciudad que va envuelto en el silencio del atardecer, se torna bullicio interior que despierta vida en medio de ese real silencio que te mete en el vacío sepulcral en el que está sumida la ciudad.

Uno, al sentir ambas sensaciones, queda como saturado, tanto de los sonoros ecos, como del solitario silencio. Mientras, miro hacia los días venideros con la esperanza de encontrar un equilibrio en esos días primaverales, llenos de sonidos bellos y sensuales, que brotan no de restos carnavaleros, sino de entre la belleza de la naturaleza: ese brotar del almendro, esa brisa suave y su silbar musical lleno de perfumes que van anunciando el despertar de la vida, mientras así también lo afirma el canto que sale por la ventana de una casa a la que una mujer está dejándola como la misma primavera.

Pero todo esto, sólo aún me lo estoy imaginando en medio de aires fríos y silencios sin fin, roto por hierros que transmiten ecos de jolgorios pasados, en medio de estos días de transición entre el estruendo carnavalero y el estallido primaveral.

19 marzo 2023

LA HERIDA DE VIVIR, por Santiago Corchete Gonzalo

Ciudad Rodrigo - Ateneo Virtual Mirobrigense


 

 

 

 

 

LA HERIDA DE VIVIR, por Santiago Corchete Gonzalo

       A aquel dulzor de la melancolía
ya no lo llamas nunca por su nombre,
para que acuda a ver en tu jardín
azucenas sin brío, rosas lacias.

       Si miras hacia dentro de ti mismo,
verás que solo tienes sensaciones
de un ámbito lejano que fue luz
y, cual flujo de penas, lagrimea...

       ¿Adónde fue tu risa equivocada
si sólo eras de niebla y pesadumbre?
¿Por qué no quieres aceptar del todo
que la melancolía ya eres tú?

(Día del Padre, 19 marzo 2023)
Santiago Corchete Gonzalo

TRÁNSITO ESTACIONAL, por José Luis Puerto

TRÁNSITO ESTACIONAL, por José Luis Puerto

    Más allá de las actualidades que tanto se nos subrayan; más allá de las reediciones de las cortes de los milagros, de las que tienen nostalgia algunos y que estos días se escenifican en la villa y corte; más allá de tantos ruidos y tantas furias como se nos retransmiten al segundo, hemos de estar atentos a ese otro tiempo más nuestro, más de todos, en el que vivimos y del que nos creamos la ilusión de ser sujetos de él, de dominarlo, cuando, en realidad, nos domina él y nos empuja, en ese tumultuoso río de la vida por cuyas corrientes somos llevados y arrastrados.

    Pero no nos pongamos manriqueños. Todos estos días, estamos en ese tránsito tan hermoso del invierno a la primavera. Un tránsito que se nos manifiesta a través de varios signos, como la luz; las floraciones de árboles, arbustos y plantas; o ese apuntar de las yemas como anuncio de unas hojas inminentes, que nos darán sombra y nos aliviarán, cuando, bajo las ramas, podamos soportar mejor los calores estivales.

    También aparecen estos días, como escondidas y secretas, como ruborosas y cobardes, las violetas, esas florecillas a las que el escritor romántico leonés Enrique Gil y Carrasco dedicara un poema emotivo y hermoso. Las violetas son símbolo de la delicadeza, con su aroma exquisito, de aquello que, escondido, se revela solo a quien sabe buscarlo, a quien se lo merece.

    En nuestro pueblo natal, nuestra madre nos decía siempre que las violetas ganan su virtud el día de San José y la pierden en la fiesta de la Encarnación, o de la Anunciación; esto es, se trata de una virtud caracterizada por su brevedad, de apenas algunos días de duración: del diecinueve al veinticinco de marzo.

    Y ya que citamos la encarnación, no habríamos dejar de aludir a lo que es el espacio intermedio, esto es, el espacio de la manifestación, ese territorio del hágase, que requiere anuncio y aceptación. Es el espacio intermedio el ámbito en que se cumple la misión y la función de la palabra.

    Y volvemos a la anunciación: misterio religioso, pero también motivo artístico. No es casual que se haya cultivado tanto en los tiempos medievales (sobre todo, a través de los relieves escultóricos en catedrales e iglesias), como en los modernos.

    Desde el arranque del renacimiento y hasta casi hoy mismo, los pintores, muchos pintores, se han aventurado a plasmar el tema de la anunciación. Ahora nos vienen las imágenes de la anunciación de Fray Angélico, ese cuadro majestuoso y hechizante del Prado, o la de Dante Gabriel Rosseti, el prerrafaelista inglés, que volviera a plasmar el misterio a mediados del siglo XIX.

    Hemos de saber disfrutar de estos días en torno al equinoccio primaveral. Acaso leyendo algunos poemas, para conmemorar el día de la poesía, que, justamente el 21 de marzo, se celebra en todo el mundo. Porque la poesía es uno de los patrimonios más altos y más hermosos y conseguidos del ser humano, porque es palabra reveladora e iluminadora de lo que somos y del mundo en el que habitamos.

    Azorín homenajeaba a Mariano José de Larra con unas violetas. Estos días, podemos contemplarlas en las umbrías húmedas, en los robledales entre la hierba…

    Ojalá nos sirvieran de talismán contra el ruido y la furia, contra esas nostalgias estériles de la corte de los milagros. Ojalá nos trajeran aromas nuevos, que nos llevaran hacia la claridad y hacia el futuro.

17 marzo 2023

ARAÑANDO LAS ENTRAÑAS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

ARAÑANDO LAS ENTRAÑAS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

Visito la exposición sobre la biodiversidad, creada por Ecologistas en Acción y presentada aquí por Montejo y Mari Geli, de la Asociación ASENAVIS, que está abierta en la Casa de Cultura de Ciudad Rodrigo.

Toda ella es un aviso de lo que se avecina si no entramos en razón, y dejamos de crecer infinitamente en el planeta finito que vivimos. Es un viaje sobre la diversidad de fauna y flora, y de lo necesario que es esta para el equilibrio que es la base de mantener la vida en la tierra.

Lo expone todo de forma ordenada y con mucha claridad por lo que una visita a ella es conveniente, para conocer mejor lo ya sabido, y al tiempo aumentar el grado de conciencia de todo lo que nos estamos jugando, con ese seguir adelante sin considerar las ya conocidas advertencias de que veremos si no lo remediamos dejar sin futuro al futuro de nuestros hijos y nietos.

Ciertamente, que hay grados de responsabilidad así como formas de estar en medio del desastre que consiguen ser un resistir en lo que ya va siendo irresistible, esos mundos rurales y vidas de poblados indígenas, a las que la irresponsabilidad acompañada de la impunidad de las insaciables multinacionales destruyen, sin más justificación que la de una avaricia sin límites sobre la limitada tierra.

Así como el incumplimiento de casi todos los acuerdos por parte de todos los gobiernos, que ciertamente están gobernados por el capital, y lo que es aún peor en el que todos estamos de una forma o de otra atrapados y obligados a ser sus colaboradores para poder subsistir.

Y dicho esto, la pregunta es ¿quién y cómo se le pone el cascabel al gato de las multinacionales que andan arañando las entrañas del planeta y las nuestras?

16 marzo 2023

LA INVITACIÓN, por Clara Blázquez Sánchez


 

 

 

 

 

 

LA INVITACIÓN, por Clara Blázquez Sánchez

Supongo que os habrá llegado. Mando la que recibí yo, por si acaso...

Invitación.

Tengo el gusto de invitar
a cada una
de las personas que amo,
que son todas,
al regalo, que celebro
en los recintos del Alma,
de puertas abiertas
a cualquier tiempo,
a lento instante,
a toda alegría.

El cóctel se servirá
al aire libre,
hará buen día,
alfombras soleadas,
mesa única de inmenso tejido,
salpicado de guirnaldas,
canapés de cosas sencillas
aderezadas con ilusión
y néctar de poesía.

Armonizarán,
el Canto de la naturaleza,
puesta de Sol para el atardecer
e Iluminación de Estrellas.

Indispensable Sonrisa de gala.
Corazón grande,
no importa que se salga del pecho,
juntos
lo haremos tendencia.
Manos reunidas.

No hace falta confirmación.
Ruego asistencia.

Atentamente, siempre suya

Fdo. La Vida.

P.D. Hagan la invitación extensiva.

Clara Blázquez Sánchez
03/03/23.

15 marzo 2023

PEQUEÑAS COSAS, por José A. Blanco

PEQUEÑAS COSAS, por José A. Blanco
 
La niña miró detenidamente la obra. Qué bonito, dijo mientras engullía una chocolatina solidaria. Fue como un relámpago expresivo, un suspiro de sinceridad. Yo, cuando sea mayor, también seré pintora, mejor veterinaria porque los animales me gustan mucho, añadió. Lo que menos me gusta del cuadro son los tonos verdes, el verde me aburre bastante. Y se quedó tan pancha con los morritos  achocolatados.

14 marzo 2023

MUCHO POR CONSEGUIR, MUCHO POR GANAR, por José Antonio Hernández Navarro

MUCHO POR CONSEGUIR, MUCHO POR GANAR, por José Antonio Hernández Navarro

Aunque mucho se ha hablado ya del 8M y sus principios, me gustaría destacar desde mi humilde columna ciertos aspectos después de ver que sigue habiendo diferencias en nuestra sociedad este día, dependiendo simplemente del género con que has nacido. 

La idiotez de la sociedad masculina a través de los siglos ha venido marginando a más de la mitad de la población, es decir a las mujeres, desperdiciando el potencial intelectual de las mismas u ocultando los progresos científicos, literarios y culturales que conseguían a duras penas en un pasado eminentemente masculino. 

Por un momento me gustaría se hiciera un ejercicio mental de lo que se ha alcanzado en los últimos años. Tenemos mujeres científicas, profesoras universitarias, deportistas de élite, grandes profesionales en casi todos los campos… Y esto no ha caído del cielo. Hasta la segunda guerra mundial, las mujeres fueron relegadas al interior del hogar, al cuidado de los hijos y de la familia (no menos importante, pero desprovisto, lamentablemente, de valor social). Durante la gran guerra europea tuvieron que sustituir a los hombres en las fábricas y los campos, ya que  ellos estaban en el frente. La independencia económica y el valor social que adquirieron por su trabajo les dio una libertad hasta entonces no conocida. Las mujeres ya no quisieron devolver los privilegios adquiridos, porque, siendo sinceros, quién quisiera volver a no montar en bicicleta, a no tener una cuenta en el banco, a pedirle permiso a tu padre o tu esposo para ir a otra ciudad a visitar a tu hermana, a no poder ir a la escuela o la universidad, a no poder tocar un instrumento musical.

Mucho se ha conseguido a nivel legal, sin embargo, eso no quiere decir que en la práctica no haya sectores marginados donde las mujeres son explotadas, mal pagadas o, en los más sórdidos, esclavizadas. Cobran menos que los hombres por el mismo trabajo o son invisibilizadas. En el sector de asistencia a mayores o el de empleadas del hogar (que muchas veces, es el mismo) la mayoría ni siquiera están aseguradas;  en los hoteles, raro es el día que no sale alguna noticia de explotación. 

Si a todo esto le añadimos la dificultad de articular trabajo con maternidad u otros problemas relacionados con sus cuerpos, la sociedad entera tiene un problema que afecta a todos por igual. Los ‘problemas de las mujeres’ son nuestros problemas. Cuando una mujer duda en quedarse embarazada por si podrá conciliar la crianza con su trabajo, es problema de todos. Cuando una mujer realiza un trabajo brillante, pero es invisibilizado y esa ingeniera/técnica/CEO pierde la fe, perdemos todos. Porque no es una, son muchas. Y no son una amenaza, sino una oportunidad de ver el mundo desde un prisma que quizá nunca habíamos visto antes. 

Sólo juntos llevaremos el mundo adelante.

13 marzo 2023

DE MALLADAS, DE SU CRIMEN Y SU HISTORIA, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

DE MALLADAS, DE SU CRIMEN Y SU HISTORIA, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

De eso va el libro de Luis Roso que había visto en el escaparate de la librería Érase una vez, y me llamó la atención por la relación de mi abuelo con Malladas. Pero mi desafección hacia las novelas de crímenes llenas de misterios extraños y fuera del vivir diario me retrajo de entrar a comprarla, a pesar de la relación familiar con el lugar.

Después me enteré de que se iba a hacer la presentación del libro aquí en Ciudad Rodrigo, cosa que aproveché para acercarme, y con la intención de enterarme de qué va y así quizá evito tener que leerlo.

Allí sé por primera vez de la historia del crimen de Malladas, y de la infamia cometida con los que no lo cometieron, cuestión esta que es la trama y asunto principal del libro.

Terminó la presentación y llevado por saber más de esa infamia, y de por qué nunca la mencionó en casa mi madre llego a la conclusión de que la ignoraba, ¿pero y mi abuelo, que los llevó y vivió allí acto seguido del suceso? Compro el libro, lo hice, justo es reconocerlo, desde el desagrado a ese tipo de literatura policíaco criminal, pero atraído ya por lo contado en la presentación, aunque aún temiendo que me lo tenga que tragar, para saber del lugar que habitó mi madre en su niñez y del que tanto hablaba.

En casa, encontrado el día y el momento, me dispongo a hacer el esfuerzo de leerlo. Pues bien, no había terminado ni tan siquiera entera la primera página, y mi preocupación pasó a ser otra, ahora era la de cómo me las iba a arreglar para no moverme hasta acabarlo. Ciertamente acerté, pues contiene oro. El estilo y la facilidad con que se lee, la forma de contar el horrible crimen, los enlaces con los poderes que lo deforman, hasta cometer una infamia aún mayor que el crimen, con los falsos culpables que crean, -ay el poder… siempre tan sucio y feo- me atrapó.

Por el libro circula toda la historia de toda la mitad del siglo XX española extendiéndose hasta el final de este, con los poderosos personajes del momento, y la relación que todos llegaron a tener, empezando por los caciques locales y provinciales, así como la crema social de Madrid, y los máximos responsables políticos, hasta llegar al rey, sin que dejasen de entrar en el suceso también los partidos políticos, los agentes sociales, sindicatos, y las más destacadas feministas del momento, así como los intelectuales, y entre ellos Unamuno del que Luis Roso nos cuenta su posicionamiento y hacer sobre el crimen.

¿Cómo un suceso, desde un apartado rincón de la apartada Moraleja, en aquella España en que las noticias a lugares cercanos tardaban días o no llegaban, llegó a epicentro de España, es decir a Madrid y por extensión a todo el país, eso sí con los hechos muy deformados, es los que nos cuenta el autor, sus porqués, los cómos, y los quienes? Lo hace de una manera magistral, haciendo que todo lo intrincado de los procesos judiciales y de las tramas resulte fácil, comprensible y visible. De esta manera, nos entrega quizá la más completa imagen histórica que de nuestro siglo XX podamos tener, por lo que yo me atrevo a recomendarles que lo lean, pues merece la pena, se encontrarán con un libro que no es novela ni deja de serlo, y de cómo trataron de borrar la historia que una vez contada por Luis Roso es la mejor historia de aquella época, así como la de un crimen que los que por él pagaron no eran los criminales, y lo que es aún peor, no dejaron de serlo hasta nuestros días, en el que este libro lleno de trabajo, humanidad y justicia lo ha hecho.

En mí además ha hecho más, pues me ha quitado el prejuicio sobre la novela policíaca, la cual al fin y al cabo lo que hace es narrar sucesos graves y sorprendentes para los sujetos que los padecen, y si no lean El crimen de Malladas, con su narración de sentencias y decisiones políticas injustas para las personas que las sufrieron y salvación de los verdaderos culpables. Y que bien nos sitúan, más si como en este caso son reales e históricas, en el mundo que sucedieron, y en los hechos cotidianos y “normales” del día a día. Además a mí no sólo eso, además me ha llevado a hacerme preguntas personales con respecto al lugar de Malladas, puesto que casi acto seguido de los crímenes, llegó a él mi abuelo con su único hijo y sus cinco hijas, todas pequeñísimas, que trajo al mundo. También a despertarme remordimientos por no haber atendido el deseo de mi madre ya en los finales de su vida, cuando me pidió que la llevara a Malladas, con lo que no sólo habría satisfecho su deseo, sino que ahora podría tener una idea mejor de lo que significaba y fue el lugar para ella. Pero todo esto, y del por qué mi abuelo abandonó Malladas al estallar la guerra es otra historia que no forma parte de la historia que hoy nos ocupa, puesto nada tiene que ver en lo que hoy ponemos nuestra atención, que es el libro, en el que no se narra como historia ni deja de hacerlo, para contar la mejor historia de nuestra España del siglo XX. Y el que al leerlo no dejarán de vivirla, pues es lo que se hace leyéndolo, y hagan como él, no se centren en las truculencias del crimen, que las tuvo y grandes, sino en ver la mejor foto de aquel tiempo, y con el ajuste de cuentas con la verdad, como el mismo autor de El crimen de Malladas nos dice que pretende.

No quiero acabar sin dejar de hacerme estas preguntas: ¿Qué es lo que realmente promovió al abogado Manuel Telo, a pesar de las inconveniencias y persecuciones personales que a él le trajo, para que hasta el final de sus días, ser el único que persistió y luchó por el esclarecimiento de la verdad y la libertad de esos pobres desamparados y condenados injustamente? ¿Su ego personal que no dio su su brazo a torcer, o la piedad por ellos, y el amor y las ansias de justicia? Así como también me pregunto, ¿y hasta cuando Emilio Herreros, abogado acusador del proceso y diputado en aquel entonces por Coria en la Diputación de Cáceres, a la vez que su presidente, así como el director del diario El Bloque, en la que se publicó una crónica que fue una obra maestra de desinformación del crimen de Malladas, hechos de los que él tenía clarísima conciencia de que eran mentira y la promovió, a sabiendas de la inocencia de los hombres acusados del crimen, va a seguir teniendo a su nombre una calle en Cáceres?

Termino ya dicho esto, no sin poder agradecer a Luis Roso el esfuerzo de investigación tan enorme hecho para llevar a cabo el esclarecimiento del suceso, que es tan de justicia como injusto fue lo sucedido, y que de su mano queda en cierta medida resarcidos los condenados y ofendidos, por la justicia y todos aquellos que formaban el feo entramado social de esta histórica historia de nuestra España del siglo XX.

12 marzo 2023

LAS VISIONES DEL MUNDO, por José Luis Puerto

LAS VISIONES DEL MUNDO, por José Luis Puerto

Aún resuenan los toques, voces, consignas y cánticos del día internacional de las mujeres. Es bueno que las perspectivas de las mujeres –variadas y múltiples, nunca en una única dirección– vayan apareciendo, se vayan planteando y vayan ocupando su lugar, como ya viene ocurriendo desde finales del siglo XIX, en un proceso muy lento, que tardará en consolidarse.

Porque, hasta ahora, nos encontrábamos muy cómodos, sin querer bajarnos del burro, como coloquialmente se dice, en esas perspectivas, consolidadísimas, de lo masculino, patriarcal y occidental, como eje dominante, que el primer mundo quería imponer al resto de los continentes y civilizaciones.

También, perspectivas religiosas cerradas, de todo tipo, trataban y tratan de consolidar tal perspectiva, o algunos elementos de ellas. La privación, forzosa y violenta, del derecho a la educación de niñas, adolescentes y jóvenes, está siendo estos días una página dolorosa de la barbarie que sigue rigiendo en el mundo.

Lo mismo que lo es el que adolescentes y casi niños aún, de un modo grupal y bárbaro, abusen por la fuerza de una niña, como acaba de ocurrir en nuestro país. Y otra desgraciada e incomprensible página de la barbarie humana sigue siendo la de la prostitución, que es una grandísima lacra de nuestra especie, como también lo ha sido y, en la medida en que sigue activa, lo es la esclavitud.

Las fuerzas sociales y culturales dominantes tratan de continuo de seguir manteniendo e imponiendo su visión del mundo (predominio del hombre blanco, de occidente, de los poderosos); una visión del mundo obsoleta, deshumanizada e inhumana incluso, que priva a millones de seres humanos del derecho a la dignidad.

De ahí que, para afianzar tal perspectiva, frente a todo lo emergente hoy en el planeta (mujeres, minorías, inmigración…), no duden en mantener lo que hoy se llama una guerra cultural, de modelos y visiones del mundo.

Pero, en la historia, todo lo que emerge es, en el fondo, imparable. De ahí que, frente a esa perspectiva occidental dominante, cuyos rasgos hemos dejado apuntados, se opongan otras que reclaman su existencia, su presencia, su sitio en nuestra sociedad: la de los colonizados, la de los inmigrantes, la de las mujeres, la de las minorías por cualquier tipo de motivo.

Esas nuevas visiones del mundo, presentes ya hoy, querámoslo o no, en nuestras sociedades, nos van a obligar a cambiar las visiones, tan cómodas y en las que estamos asentados, de la historia, de la cultura, de la sociedad, de la economía…, en definitiva, del mundo.

Y están ahí, entre nosotros. Y tienen todo el derecho. Lo importante es que, a partir de tales nuevas perspectivas en las que estamos, podamos alumbrar entre todos y todas un nuevo humanismo, para ir erradicando tantos signos de barbarie que aún soportamos y con los que convivimos.

10 marzo 2023

ENTRE BASTIDORES, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

ENTRE BASTIDORES, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

Me entero de que el Premio “Encina Charra” le ha sido concedido a Carlos Medina, y lo primero que se me ocurre al verlo es soltarle: “¡Pero tu, cuándo has bailado!”, él contesta: “No es por eso”.

Realmente, a primera vista resulta desconcertante, pero luego, cuando te dicen: “es por el trabajo hecho en pro de La Charrada”, cobra sentido y mucho, pues no sabría yo decir cuántos años hace que anda enfrascado en todos los trabajos que conlleva el organizar un acto de estas características. Sí que todo empezó cuando era muy joven, ya ven, por tanto, toda una vida. Trabajo que hace desde el conocimiento de nuestro pasado ya tan lejano como cercano y presente se hace a través de La Charrada. Y que año tras año investiga en el pasado y por tanto en nuestras raíces por mediación del folclore popular.

No es fácil sostener una fiesta tanto tiempo, ni tener tantas ganas de estar trabajando tantos años para que esta se produzca sin defraudar. Esto se puede hacer sólo a base de amor y conocimiento por nuestra tierra y nuestra música, la que contiene nuestra vida anterior, y sólo desde ahí es posible trabajar entre bastidores tanto y tantos años para que el milagro se produzca.

Él, Carlos, así lo ha hecho, enhorabuena pues y gracias.

08 marzo 2023

¡CÓMO...!, por Mara Guadalix


 

 

 

 

 

 

 ¡CÓMO...!, por Mara Guadalix

¡Cómo me gusta que te vistas un poco de mí,
Y que me desnudes!
¡Cómo adoro que hagas saltar todas mis alarmas,
Y me hagas sonar como un concierto de cascabeles!
Abriendo todas mis puertas, 
Y tiemblo ante tu inminente llegada.
 
Agua, soy agua de colores,
De los colores de tu luz rota.
Y me paso el día contigo en la memoria, 
Canción que me acompaña y alimenta,
Pan de mi vida, mi sustento.