Flores
en el jardín. Girasoles y margaritas con luces de inocencia dibujan
destellos de ingenio y felicidad. Tréboles de cuatro hojas. Desde el
soporte del tiempo observo ese puntillismo infantil. Tanta imaginación
como poesía. Una obra maestra. En la paleta no queda pigmento para
mezclar.
A la niña de mis ojos.