OTRA ESTAMPA, por José A. Blanco
Las vacas pastan a espaldas del temporal con la mirada triste porque las vacas ocultan sus penas tras el semblante. Frente a ellas, un mozo almenado se mofa, el muy pijo, de tanta ignorancia. El río baja desafiante, una borrica cruza por el puente viejo tirando del carro a trompicones y el gentío aplaude en la plaza. Me lo ha contado un pajarito al subir por la Colada.