MI CHARRA, por Clara Blázquez Sánchez
Caricias son tus calles
envueltas por orfebres,
cinceles y canteros.
Tu blanca filigrana
se talla sobre el tiempo.
El sol roza tu cuerpo,
lo dora en arenisca.
Esculpe corazones,
que engarzan piedra y brisa,
con letras y esplendor.
La luna talla en plata.
Una Cúpula horadada
se eleva sobre el tiempo.
Fina plata repujada
reflejas en la cara.
Botones charros en tu pelo.
Te peinas en tu espejo.
El Tormes con delirio
se mira en tu belleza,
de conchas sol y luna
se crece a mar, te besa.
Se abrazan catedrales.
Trenzadas por agujones,
elevan el alma al cielo.
Latidos, luz y encaje,
visten el Corazón charro.
Bravura y nobleza,
brama la dehesa tuya.
Calle Toro, ¡cuna mía!
Sonajero y castañuela,
tamboriles, gaitas charras,
charros y ganadería.
Me estrecho entre tu capa,
que orgullece mi mirada.
Ensancha el pecho todo
llevarte prendida hondo;
mi Charra, ¡mi Salamanca!