Ateneo Virtual Mirobrigense es un blog de opinión ubicado en Ciudad Rodrigo, en el que se expresan las inquietudes, ideas y pensamientos de los articulistas

13 septiembre 2022

Y EL DESTINO A LOS DEMÁS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

Y EL DESTINO A LOS DEMÁS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

Muere la reina, pero no una cualquiera, sino la que pudiéramos considerar la reina de las reinas, por el tiempo que ha durado en el trono, por la consideración de su país hacia ella, y por la forma, a decir de todos, de ejercer tan singular cargo. Pero sobre todo, para mí, por el día aquel, ya tan lejano, cuando su nación estaba amenazada por las bombas nazis y todos los jóvenes aristócratas fueron enviados en barcos hacia Estados Unidos. Entonces ella dijo: “Yo me quedo en Inglaterra con los míos”.

Asistimos a su sepelio en vivo y en directo todos, pues no importa de qué nación seas, para que todos los medios la tengan como foco de atención. Los comentarios generales de estos le son muy favorables a su forma de estar y hacer en su largo reinado, al tiempo que se recrean con el protocolo del cortejo fúnebre.

Ahora vienen los temores, por la dificultad de llenar el vacío que deja, aunque el sucesor sea su hijo. Si bien la sucesión, que ya se ha producido, de momento cierra los temores y la incertidumbre en tiempos convulsos.

Dichos estos parabienes, envueltos todos en miles de flores, procedentes de todas las capas sociales y lugares del planeta, voy a permitirme hacerme unas preguntas: ¿Desde sus honorarios como reina se puede llegar a ser una de las mujeres más ricas y una de las mayores fortunas del mundo? ¿La sucesión a cargo del heredero, la que genera a decir de los monárquicos estabilidad, está ésta asegurada o es una lotería, pues quién garantiza que el heredero tenga capacidad de gobierno?

Y dicho esto, pues nada, que Dios salve al rey, y el destino a los demás mortales.


PO-ÉTICA DE LA CASA, por José Luis Puerto

PO-ÉTICA DE LA CASA, por José Luis Puerto - Ateneo Virtual Mirobrigense – Ciudad Rodrigo PO-ÉTICA DE LA CASA , por José L...