A TÍ, PACO GILA, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
Escribir cuando lo único que uno quería es no tener el motivo por el que voy a hacerlo, tu muerte Paco Gila, un amigo quizá fugaz, puesto que muy joven marchó de Ciudad Rodrigo, pero siempre presente como corresponde haber estado juntos en esa etapa de la vida en la que todo resulta bueno, por estar en ella abiertos a toda clase de esperanza e ilusiones, lo que hace de aquellas correrías que sean únicas e irremplazables.
Ahora toca el dolor de la marcha de quien con uno las compartió, si bien me acompañará siempre lo vivido juntos, cosa que no evita la tristeza y el lamento de la pérdida de lo que es lo más bonito que tenemos, los recuerdos de las vivencias compartidas en la juventud.
Mi pésame a toda tu familia, y a tí Paco te deseo que tengas un descanso tan feliz como los recuerdos del principio de la vida en la que eras un joven con una sonrisa tan alegre y bonita como difícil de olvidar.