UNAS COMIDAS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
Paseo, y me voy encontrando gente que forma parte de toda mi trayectoria vital, por lo avanzado como yo de la edad. Eso me empuja a sentirnos parte de un mismo tiempo vivido, lo que une mucho, y lo que hace brotar la conversación con facilidad entre nosotros. Algunos ya han entrado en residencias, y ello me ha llevado a preocuparme por cómo viven y cómo los tratan. Y en estas estaba interesándome por sus cosas, cuando uno de ellos preguntándole cómo le va por la Residencia Provincial Mixta de la diputación, que es en la que está, todo lo que de ella le preguntaba me decía que era bueno: el trato, el hábitat, los horarios, pero al llegar a la comida dijo ser poco buena y de la cena que era algo para olvidar (poco, malo, frío y sin sabor), por escasa y mala. “La suplo porque tengo comida mía”.
Me sorprendió, y eso me ha llevado a que fueran más las personas preguntadas, todas han resultado en sus declaraciones ser una copia unas de otras, lo único que no daban por bueno era la alimentación. Naturalmente esto me ha hecho pensar que así será, y preguntarme cómo es posible y por qué. Me entero que la comida no es hecha en la residencia, sino que les llega de fuera a través de una empresa dedicada a servir a domicilio, o sea, que como se dice ahora el servicio se ha externalizado. Entonces paso a preguntarme si les paga tan poco la diputación como para que suceda esto, o si ellos escatiman y no sirven las comidas con la cantidad y calidad que debería tener por lo que cobran. Y cómo es posible que algo así no sea detectado por los controles que tiene o debería tener la diputación, o si lo sabe y calla y entonces a cuento de qué.
En fin, que ahí está el problema que no es chico, y que si yo fuera el presidente de la diputación ante una cosa así reaccionaría con la rapidez que merece algo tan serio como es el jugar con la alimentación de los residentes. Al fin y al cabo a él se le conoce como el de Beleña, porque su residencia mucho tuvo que ver con que el accediera al cargo de presidente de la diputación, y aunque sólo fuera por agradecimiento tomar cartas en el asunto de las comidas en la casa por el regentada.
Nota aclarativa: me han notificado que las comidas de la Residencia, que si ciertamente vienen de fuera, son hechas en una cocina de línea fría que pertenece a la Diputación y no son servidas por tanto por ninguna empresa.
Dicho esto pienso que razón de más para que subsanar su mala calidad así resulte más fácil.
El desayuno que está hecho en la misma residencia no recibe ninguna queja.