Ateneo Virtual Mirobrigense es un blog de opinión ubicado en Ciudad Rodrigo, en el que se expresan las inquietudes, ideas y pensamientos de los articulistas

23 febrero 2025

UN MANTRA ANTISOCIAL, por José Luis Puerto

UN MANTRA ANTISOCIAL, por José Luis Puerto - Ateneo Virtual Mirobrigense – Ciudad Rodrigo

José Luis Puerto
UN MANTRA ANTISOCIAL, por José Luis Puerto

    Entre determinados dirigentes de nuestra sociedad, se nos repite un enunciado, que lanzan como si supusiera un beneficio para todos y al que se quiere otorgar un carácter paradisíaco, como es el de bajar impuestos, o incluso el de cobrar determinados salarios libres del descuento correspondiente, con el que todos hemos de contribuir para mantener el adecuado funcionamiento de la máquina de nuestra sociedad.

    Y eso que, según distintos informes y reportajes, difundidos por radio y televisión y, por ello, al alcance de todos, de los distintos países que configuran la Comunidad Económica Europea, España es uno de los que la contribución tributaria de los ciudadanos es, en el fondo, más baja.

    Eso sí, hay desigualdades en su carácter. Cuando se habla de bajar impuestos –ese mantra, en el fondo, perjudicial para todos, pese al aparente sesgo paradisíaco con el que se vocea–, en el fondo, no es para los ciudadanos de a pie, ni para las familias, sino es, en el fondo, para los patrimonios más altos, para las mayores fortunas y para grupos bancarios y empresariales que contribuyen menos de lo que debieran; algo que, por desgracia, ocurre en otros ámbitos del mundo occidental, donde –como también es sabido– hay poseedores de grandes fortunas que, con un sentido de la responsabilidad que escasea, piden al propio estado contribuir de acuerdo con el valor de su patrimonio. Pero esto es la excepción.

    A los ciudadanos normales y corrientes, a los ciudadanos de a pie el mantra de bajar impuestos nos perjudica. Y eso no nos lo dicen. Nos engatusan con un mensaje tan engañoso. Primero, porque esa rebaja de impuestos no está destinada a nosotros.

    Y, sobre todo, porque sin impuestos no hay sociedad del bienestar (una expresión que no nos gusta), esto es, no hay servicios sanitarios, educativos y sociales como los que tenemos, desde hace lustros, en nuestra sociedad.

    Y, en el liberalismo crudo y duro que algunos pretenden imponer, lo que prevalece es la ley del más fuerte. Si uno es poderoso y tiene un patrimonio que le cubra las espaldas, puede pagarse sus necesidades sanitarias, educativas y sociales; pero, si no, como nos ocurre a la mayoría de los que constituimos esta sociedad, nos quedamos a la intemperie, al verlas venir, fuera de ese paraguas que constituye la existencia de unos buenos servicios públicos creados y mantenidos por el estado.

    Recuerdo, cuando leía las memorias de Jaime Salinas, el hijo del gran poeta de la generación del 27 Pedro Salinas, que indicaba que su padre, profesor en Boston, en el exilio norteamericano, cuando contrajo un cáncer, al acudir al centro hospitalario, lo primero que le pidieron, para ver el tipo de tratamiento que iban a aplicarle, es que indicaran sus haberes dinerarios, su chequera, para aplicarle uno y otro tipo de tratamiento. Esto, afortunadamente, en nuestro país no existe, ya que tenemos una sanidad pública de la que todos los ciudadanos nos beneficiamos.

    De ahí que no hemos de dejarnos engatusar ni seducir por ese mantra, antisocial y mentiroso, de que las bajadas de impuestos nos benefician.

Ni mucho menos. Nos perjudican. Y más de lo que creemos.

¡QUÉ OBSESIÓN!, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

¡QUÉ OBSESIÓN!, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez - Ateneo Virtual Mirobrigense – Ciudad Rodrigo ¡QUÉ OBSESIÓN! , por J...