Ateneo Virtual Mirobrigense es un blog de opinión ubicado en Ciudad Rodrigo, en el que se expresan las inquietudes, ideas y pensamientos de los articulistas
30 abril 2025
ABRIL, EL MES MÁS CRUEL, por Santiago Corchete Gonzalo
EL APAGÓN, por José A. Blanco
EL APAGÓN, por José A. Blanco
A ciegas se intuye con mayor claridad. Cierras los ojos y la imaginación ve hasta las intenciones más perversas. De las virguerías con la luz apagada ni hablamos. Pero si la cortan las incidencias el cirio que se monta es impredecible, eso sin contar los daños colaterales y los irreparables. Investigación, transparencia, responsabilidades y a tomar nota.
29 abril 2025
SIN ÉTICA NI ESTÉTICA (XII): LA INOCENTADA AMERICANA DE LOS PRIMEROS DÍAS DE ABRIL, por Ángel Iglesias Ovejero
SIN ÉTICA NI ESTÉTICA (XII): LA INOCENTADA AMERICANA DE LOS PRIMEROS DÍAS DE ABRIL, por Ángel Iglesias Ovejero
En espera de que se haga la luz tras el apagón de ayer (28 de abril, 2025),
seguimos con nuestras chuletillas “sin ética ni estética”
El pasado 2 de abril los medios de comunicación en Francia, para amenizar el desayuno, ofrecieron a sus seguidores una especie de inocentada, debida al desfase de horario entre Europa y América. Tiene su intríngulis la referencia del tiempo cronológico y el cómputo del mismo (con meridianos, relojes y otros artilugios relacionados con fenómenos astrales y climáticos), para entender que el día de hoy es todavía el día de ayer en otra parte. Por otro lado, para quien no lo sepa, en dicho país europeo, por su condición laica, la gente anda un poco desorientada en materia de santoral. La mayoría ignora la existencia de los Santos Inocentes (celebrados por última vez el 28 de diciembre de 2024), que antiguamente abrían la veda para reírse de los incautos y gastar bromas eventualmente pesadas e incluso vejatorias, sin ir más lejos, en los seminarios, internados y comunidades religiosas. Cuando a los alumnos de español se les explica el significado de la palabra inocentada (fr. poisson d’avril, alusivo a los monigotes en forma de pez, con los cuales se adorna a las personas distraídas), tirando por el atajo, traducen: ¡Ah sí, el primero de abril!
El malentendido no duró mucho tiempo. En las televisiones, nuestro proteico personaje Pato Trompeta aparecía con una de sus resplandecientes pelucas habituales (color de mantequilla rancia o color de queso americano, como los que repartía Cáritas hace cincuenta años o más). Con cara de pocos amigos, de medio lado, achulado, y con voz trompetera, ejercía de Moisés cuando bajó del Sinaí con las dos pesadísimas tablas de piedra, donde figuraban los diez mandamientos divinos, y encontró a los hebreos bailando alrededor del becerro de oro (Ex 32.19). Este último, que representaba al dios egipcio Apis, por sus cuernos solares podría ser un anticipo del gran Búfalo o Bisonte de Ultramar, pues este aspira a ser reconocido como el más grande y apuesto Ser Supremo del globo terráqueo y del universo, así que de momento su manía de grandeza pasa por la fase de reconocimiento como elegido del Nuevo pueblo elegido en el Nuevo Mundo, por encima de los otros pueblos. Así se explica el redundante lema de su propaganda política (¡América primero!).
Nadie parece estar en condiciones de disputarle la hegemonía, ni dentro ni fuera del país americano. Sus más fieles seguidores casi lo adoran, a juzgar por una toma fotográfica (casi tabla pictórica, se diría) muy expresiva del día 26 de febrero. En ella se ve la plegaria colectiva antes de la primera reunión del gabinete del Gobierno, dirigida por Scott Turner, pastor evangélico. Por delante de este, aquellos aparecen inclinados en torno a la mesa ovalada y entre ellos destaca la iluminada cabeza del Jefe Supremo, como si de una primera cena se tratara (le point.fr/27-02-2025). Posteriormente, sus devotos han dado ya un paso más, llegando a tributarle un culto por la parte trasera, o al menos así lo cuenta el mismo ídolo. Por ello ofrecen el motivo de llamarlos Pompistas, los primeros de este apostolado, por supuesto, porque se pueden señalar otros.
Los mandamientos que el gran Pato trompeteaba estaban escritos, lógicamente, en la nueva lengua divina, o sea la coiné inglesa, que globalmente corresponde al pichinglis que los papanatas quieren hacer creer que manejan, siendo la verdad monda y lironda que son ellos los manejados y Pompistas, por gusto o por obligación. El tablero apenas cabía en las pantallas, porque incluía los 180 nombres de países a quienes imponía aranceles comerciales por la venta de sus productos en la Tierra prometida (la del nuevo “sueño americano”), a la que tendrían acceso sin trabas los empresarios que allí establecieran sus fábricas. El precio de estas “entradas” oscilaba entre el 10 % y el 34 %, este reservado a China (con sucesivos recargos, hasta 245 %), en contraste con Rusia, que no figuraba en la lista (¡Para que luego se diga que el buen Pato no sabe reconocer a los amigos!). Es de suponer que, como el Trompeta profetizaba, cada pueblo del universo mundo miraría a ver qué puesto ocupaba en el reparto de aquellas gabelas. A la Unión Europea, de la que España forma parte, le correspondía el 20 %, porque, según el nuevo Moisés: “Nos tima des hace 50 años” (o sea, “Nos roba”, como los catalanes dicen de España, según los españoles derechistas).
En suma, los Estados Unidos, que son el país más rico del mundo, según reconoce este profeta de malos augurios, imponen una obligada sangría a casi todos demás, para engordar a esta insaciable sanguijuela planetaria. De no hacerlo, sería peor para ellos. Los mandamientos en cuestión entrarían en vigor entre el cinco y el nueve de abril. Después ha resultado que no era tan urgente, y las cosas han cambiado algo. Pero entonces más de uno de los que fueron considerados ratones se preguntarían:
“¿Quién pone el cascabel al Pato?”
(la respuesta queda en suspenso hasta otro día…)
28 abril 2025
ENSOMBRECER LA TORMENTA, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
ENSOMBRECER LA TORMENTA, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
Salgo de casa, y paseo sin rumbo los distintos lugares de nuestro Ciudad Rodrigo. Los parques están llenos de niños que juegan y gritan sin mesura. Los verdes del glacis brillan como si por ellos nunca hubiera habido el rojo sangre de nuestras guerras pasadas. La muralla tiene un continuo ir y venir de gentes con plano, con el que nos van descubriendo. La vista siempre bella desde "La Batería" ahora se ha vuelto más impactante, pues en ese mismo abrir y cerrar de ojos que ha sido nuestro pasar de las lluvias con frío, a este sol, los árboles de la galería del río y sus alamedas se han vestido, y sus hojas compiten con las flores del suelo en hermosura. Los rayos solares bajan danzando al río a beber, y al hacerlo, provocan brillos alegres. Todo esto, es acompañado desde el cielo, por juguetonas bandas de grajillas, palomas y milanos que no vuelan, si no que planean sobre todo ello como si se recrearan con lo que ven.
Mientras esto sucede, el mundo está enterrando a Francisco, y los allí reunidos fingen jugar a hacer las paces en medio del mundo que algunos de ellos tienen más amenazado que nunca. No sé si será verdad o solo un parón para volver a la carga, pero me da que hagan lo que hagan, nunca, mientras quede un solo bicho humano, acabarán con las ganas de vivir, como no conseguirán matar la belleza mientras no aniquilen toda la naturaleza. Si no, a las pruebas me remito, nada más con ver lo vivido este fin de semana en Ciudad Rodrigo, el que comenzó en convento de San Francisco reducido a cenizas, de la mano de las tropas napoleónicas, y en la noche del viernes renacido como escenario lleno de vitalidad por la música que hicieron sonar en él, el grupo "Astrolabio" para mayor embellecimiento de las palabras de Isabel Bernardo.
En la mañana del sábado, el constante ir y venir de gente a la feria del libro, en medio de lecturas y libros, muchos libros. Esos que nos enseñan y salvan de los males, poniéndonos a soñar, reír o llorar. Y como no, la calle Lorenza Iglesias estaba habitada por varios autores locales o cercanos, por ser de nuestra tierra de Ciudad Rodrigo, firmando sus obras. No puede haber mayor afirmación de ganas de vivir que escribir libros, pues ellos sobreviven a nuestra propia muerte y así nosotros con ellos.
Y después más tarde, en la noche del sábado, se jugó un partido de fútbol para recordar.
Y para afirmar todo esto, y que no nos faltara de nada en este alegre fin de semana, el domingo mujeres, hombres, niños de todas las edades corrían por nuestras calles llenándolas de vital alegría.
Mientras, asomados a la ventana televisiva, vimos como Francisco era despedido rodeado de todas las personalidades del mundo como se merecía, en medio de un cromático y bello espectáculo, que solo los dos mil años de historia de la iglesia lo saben hacer posible. Y seguro que a él no le hubiera gustado, pero se lo merecía.
Todo esto, ha hecho del fin de semana un renacer y vivir gozoso, logrando con ello ensombrecer la tormenta que padece el mundo.
27 abril 2025
'-NUNCA SE ARRUGUEN. SUEÑEN.', por José Luis Puerto
'-NUNCA SE ARRUGUEN. SUEÑEN.', por José Luis Puerto
El papa Francisco se acaba de marchar un Lunes de Pascua. Las fechas de las marchas, como las de los nacimientos, son siempre simbólicas. En su caso, tras dejar subrayadas las líneas maestras de su mensaje el Domingo de Resurrección.
Un papa muy incómodo para quienes utilizan la religión para consolidar el orden establecido, para aquellos a quienes dan igual los inmigrantes, el cambio climático, las desigualdades y otras zarandajas, si todo ello pone en peligro su poder y su patrimonio.
Pero Francisco –y estos días lo reiteran de continuo los medios de comunicación, las tertulias, los informativos, etc.– ha sido el papa de los humildes, de los últimos, de los inmigrantes, de los presos, de los palestinos, de los ucranianos, de las áreas de la tierra olvidadas y abandonadas…, así como también de ese respeto que nuestro planeta merece frente a tantas agresiones como con él cometemos.
Y eso sería el ‘francisquismo’, término que escuchamos estos días y que puede ser adecuado para aludir a un legado papal que hemos tratado de resumir en unos cuantos sintagmas.
Si el ‘franciscanismo’, planteado por el santo de Asís, entre finales del siglo XII e inicios del XIII, es ese modo de estar en el mundo marcado por la sobriedad, pero también por la alegría y en comunión siempre con todas las criaturas, con todo lo creado, con el amor por bandera; el ‘francisquismo’ vendría a ser otro modo de estar en el mundo, en consonancia con el del santo de Asís, marcado por la atención a los últimos, porque en ellos se halla ese residuo, esa llama de la humanidad que quieren apagar todos los egoísmos y las perspectivas cerradas y deshumanizadoras.
Nos llamaba la atención, también estos días, una suerte de alocución del papa Francisco, en la que nos invitaba a todos a mantener vivo el sueño, a no dejarnos arrugar por las adversidades de la vida o por las perspectivas vitales ramplonas. “–Nunca se arruguen. Sueñen.” Era la invitación que nos hacía a todos; una invitación a la utopía, a la vida humanizada, fraternal, solidaria.
Mensajes todos imprescindibles en un tiempo en que se ha endiosado al dinero, al mercado, como deidades supremas tan entronizadas. Y da igual, con tal de mantenerlas en altares ficticios, que haya ‘danas’, hambrunas, guerras, desigualdades, pobres gentes encadenadas y grabadas así en directo…
El ‘francisquismo’ vendría a ser una llamada de atención, un antídoto ante tanta deshumanización y tanta barbarie.
En una tertulia televisiva, el periodista Pedro G. Cuartango decía que, para él, los dos mejores papas del último siglo eran Juan XXIII y Francisco. Para mí también. Son los que más cerca han estado de ese desamparo, de esa intemperie en que vive el ser humano en la contemporaneidad.
“¡¡¡–Nunca
se arruguen. Sueñen!!!”
25 abril 2025
SIN ÉTICA NI ESTÉTICA (XI): DIOS LOS CRÍA Y LOS DIABLOS SE JUNTAN, por Ángel Iglesias Ovejero
SIN ÉTICA NI ESTÉTICA (XI): DIOS LOS CRÍA Y LOS DIABLOS SE JUNTAN, por Ángel Iglesias Ovejero
Al final de este invierno (2025) y al cabo de tres años de la invasión de Ucrania, en Francia (y casi con seguridad en España) los medios de comunicación estuvieron muy interesados en saber qué se habían dicho por teléfono los jefes de los Estados Unidos y de Rusia sobre el tema. La conversación duró tanto como un partido de fútbol, y varios comentaristas suponían que no se habían dicho nada que no estuviera ya escrito de antes, como nosotros mismos sugeríamos al comienzo de estas chuletillas (v. I). Solo trascendió la promesa del ruso para detener los bombardeos de “la infraestructura energética” durante un mes y la amenaza de proseguir los combates, confirmada. Después los especialistas de la comunicación trataron de averiguar la estrategia presente y futura de unos y otros beligerantes o implicados. Entonces llegaron a la conclusión de que ambos personajes eran méchants (‘malos’), lo que tampoco constituía una revelación, así como la constatación de que para la atribución del calificativo están en la buena compañía de quienes en el entorno euro-asiático utilizan la guerra para conseguir sus objetivos imperialistas y económicos, mediante procedimientos a los que no le falta nada para constituir actos violentos contra la población civil, por no decir genocidios. La Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra Putin por crímenes de guerra, así como contra Netanyahu, un ex ministro de Defensa de Israel y un comandante de Hamás en Gaza, sin efecto alguno. No le iban mucho en zaga las deportaciones dictadas por el actual presidente americano, quien, después de su presumible implicación en el asalto al Capitolio (6/01/2021), lejos de ver obstaculizado su acceso a un nuevo mandato, lo ha llevado en volandas.
Estos personajes coinciden en seguir la ley del más fuerte: “Dios los cría y ellos se juntan”. De modo que, siendo ellos los Diablos encarnados del Poder absoluto y el Dinero, vamos apañados, si está en sus manos el encargo de poner orden en el mundo, como ellos han decretado, porque además tienen discipulillos e imitadores por todas partes, incluida España, como decíamos hace poco (v. X). El negacionismo trumpista, más allá del tema de las elecciones americanas en 2020, afecta sobre todo al cambio climático, la inquina contra los inmigrantes y el ideario ecologista o de signo social progresista, que se traducen en las actitudes racistas, la xenofobia, el sometimiento de las minorías y su cultura (“El español es lengua de pobres”, ahora discriminado en los EE. UU.), las ONG, la misoginia, la homofobia y los científicos dispuestos a contradecirlo. Pato Trompeta profetizó que “el clima se iba a enfriar”, y la aquí denominada Agustinita de los Madriles pregonó que “nadie había muerto de esto” (la polución) en Madrid, donde la gestión de la pandemia del Covid 2019 le ha estado acarreando algunos problemillas, que ella trata de capear con su repajolera gracia y mohínes a guisa de arrumacos, destinados a sus gatos madrileños. La instalación de un “hospital de campaña” en la Institución Ferial de Madrid (IFEMA), cuya valoración social va del “milagro” al “caos”, en general no ha dejado muy buenos recuerdos. No hace falta desplazarse a Madrid para confirmarlo. Basta preguntárselo a algunas personas de la diáspora de Peñaparda en los aledaños de la capital, quienes creyeron morir allí y vieron el cielo abierto al salir, pero el susto y las secuelas todavía no se los han quitado de encima.
El feísmo estético es parte del método empleado por el liberalismo extremo ahora vigente del otro lado del Atlántico. En la vieja Europa los imitan y, como si de una fatalidad se tratara, los nombres “frutales” crecen con ese ambiguo estigma sin haberlos injertado. El mismo apellido de quien ahora asume la presidencia del PaPo se presta a una incómoda paronimia, a poco que a los ofendidos del sanchismo se les ocurra acuñar el cacofónico feijoísmo, derivado perfecto de una forma gallega (feijoo) enraizada en uno de los étimos más antiguos del patrimonio románico (lat. faseolus ‘judía’). En las hablas salmantinas tiene vigencia el término frejón, motivo emblemático recuperado como sobrenombre artístico del Tío Frejón, gran tamborilero, gaitero y bailaor, asentado en Retortillo, aunque seguramente homónimo y de la misma procedencia gallega que el aludido jefe de partido. Una mera casualidad debe de ser la referencia a una planta cucurbitácea y, figurada e hiperbólicamente, a una protuberancia femenina que en los oídos españoles tiene el cognome de la presidenta del Consejo de Ministros de Italia, la signora Meloni. Es una enamorada del trumpismo americano (a los que habrá que llamar Pompistas por el paisaje que contemplan, como expondremos más adelante), pero últimamente arrastra los pies para colaborar con este en los extraños meandros pacifistas, haciendo regalos al presidente ruso y ayudando al rearme del ejército ucraniano, de manera simultánea. El feísmo compartido en España con el presidente de Argentina, aunque también tiene ribetes italianos, es mérito del Che Milei, que solo respeta su ley, y no debe confundirse con el Che Guevara, borrado del callejero mirobrigense (v. VI). El prohombre del Cono Sur entronca directamente con el puerco espín, como deja bien claro su peinado, a juego con su mirada de luciérnaga, y la desbrozadora que le sirve de peine para ajustar la economía con recortes de servicios y funcionarios. Lo apadrina el magnate americano e incluso incorpora la ocurrencia a su propio repertorio de faltas de ética y estética. Los y las derechistas de España lo adoran y le dan premios, pero el ingrato empieza a dar los síntomas de la flojitis ventral específica de los tiranuelos o tiranísimos, quienes solo se encuentran seguros en su madriguera.
En el contexto internacional, la derecha tradicional española anda descolocada, debido al seguidismo político del liberalismo extremo. Sus líderes envidian a los dictadores “democráticos” (la democracia no está vacunada contra los errores del pueblo) y reservan el calificativo para sus adversarios, privándolos de su legado histórico. Gracias a su camaleonismo secular y a la descrita perversión del lenguaje (v. II), no solo han sido capaces de apropiarse frases históricas (“Venceréis, pero no convenceréis”, dicho atribuido a Unamuno), sino que, ya perdida la vergüenza, seguramente están a punto de hacer suya la paródica versión del emblemático grito del movimiento obrero de los siglos xix y xx (“Capitalistas y dictadores del mundo entero, uníos”). Como es sabido, el lema auténtico (“Proletarios de todos los países …”) está en El manifiesto comunista (1848), de K. Marx y F. Engels (1848), y tiene antecedente en La unión obrera (1843), de Flora Tristán (1803-1844), señera feminista francesa de ascendencia hispano-peruana.
Si los ancestros ideológicos de esta gente volvieran al mundo, ¿qué pensarían? ¡Con el trabajo que les costó a los Reyes Católicos y a sus descendientes cercanos erradicar de la Península el semitismo en la Monarquía Hispánica, sirviéndose de los métodos expeditivos de la Inquisición! Ahora resulta que estos aprendices de magos lamen los pies a los sionistas de Israel, quienes, escudándose en el Holocausto de sus olvidados abuelos e incapaces de librarse de los terroristas, se dedican a matar a los gazatíes más débiles, por tierra, hambre y aire, sin reparar entre culpables e inocentes, sembrando el odio que dará sus frutos en las generaciones venideras (¡A no ser que los eliminen a todos, ahora o en futuras operaciones de castigo!). ¿Qué pensaría el pequeño gran hombre, abuelísimo histórico de esta derecha que, incluso entre los más extremistas, navega entre dos aguas en el conflicto ruso-ucraniano? ¿Cómo se puede olvidar que la lengua castellana o española, “compañera del imperio”, según el famoso lema citado por Nebrija en la primera gramática (1492), dejará de tener vigencia al norte del Río Grande, si se cumplen los deseos del para ellos admirado Búfalo norteamericano? Como si no estuviera ya colonizado el español por la lengua y la “globalizante” cultura anglosajona, saturado de acrónimos y bárbaros anglicismos o papanatismos, tanto que resulta un suplicio la lectura de los periódicos, los rótulos y las “traducciones” en los noticiarios televisivos.
Si estas “glorias imperiales” asomaran por este mundo, lo más probable es que, aterrados, se volvieran a sus tumbas inmediatamente: ¡Vivir para ver esto!…
24 abril 2025
¡QUÉ OBSESIÓN!, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
¡QUÉ OBSESIÓN!, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
Paseo por la plaza de noche, ésta ha quedado ya sin gente y sin algunos de sus adornos de Semana Santa. Me fijo en que las vallas aún conservan la nueva indumentaria que le han puesto, y que no ha evitado, si no aumentado, que a poco aire que haga, caigan al suelo, haciendo un ruido estrepitoso. Sería bueno que se pensara como evitar tal percance, no solo por el ruido, si no porque si alcanzan a un niño pueden hacerle un daño importante.
Eso sí, se haga lo que se haga para sustituirlas, que la actuación incluya también las banderas que enfundaban las vallas, y de las que una amiga mía, con mucha sorna me dijo "¿Te has fijado que a las vallas le han puesto un condón patriótico?"
¡Qué obsesión!
23 abril 2025
LA PLACA, por José A. Blanco
LA PLACA, por José A. Blanco
En un cartel he visto un nombre que no vislumbré en mi bola de cristal. Con tal facha el desplante hubiese sido un puntazo, pero no, faltan bemoles en la armadura. La mamandurria hasta las trancas y el descojone por dentro. Comparado con qué, no hay forma y con quién ni manera ni color. Otra cinco estrellas y que viva el esperpento. Siempre quedará suficiente ingenio para otro buen libro y celebrarlo. ¡Feliz día!
21 abril 2025
RAÍCES, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
RAÍCES, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
Veo las procesiones de este año, me recreo con su orden y belleza, a pesar de lo deslucido de los días. En cuanto a estampa, organización y vestimentas, desde que yo las recuerdo, y ya hace desde que era niño, han mejorado bastante. También ha cambiado y mucho, el personal, que las mira. El de aquellos ya lejanos años de mi niñez, llenaba las aceras de la plaza, los hombres estaban descubiertos, ellas casi todas con velos en la cabeza mirando con fervor, en unas fingido y otras real. Con las luces apagadas de los establecimientos y todo envuelto en un sermón con una voz poderosa y unas palabras dramáticas.
Hoy también están acompañadas por gente, la cual ahora es mucho más espectadora que participativa. La plaza tiene los bares abiertos en su tránsito, y todo parece transcurrir como si de una representación teatral se tratara, para turistas y curiosos. No entro a valorar, pues no estoy en su intimidad, ni en el sentir de los que en ellas participan activamente, pero sí veo claramente el ambiente en el que todo transcurre, que es digamos de expectación y no de participación. Cierto es que en los tiempos que corren, aceptar ciertos hechos representados, como es el del Domingo de Resurrección, ya no es nada fácil para aquellos que no poseen ese don que todo lo hace posible, que es el de la fe, y que hoy son mayoría. Lo que hace que estén vistas por muchos, como algo que es utilizado como disculpa para vacaciones, y con ello de utilidad para el mundo hostelero de este país. Es decir, que vistas así, han perdido su esencia, todo un hecho que a su vez retrata en vivo lo que ha pasado con la religiosidad en este país.
¿Esto es bueno? Pues según se mire. En cuanto a la sobredosis que tenía y por su asistencia casi obligada a los actos religiosos y a la participación activa en ellas, es lo mejor que le puede haber pasado, su desaparición. Pero ojo, una cosa es perder esto, y otra también con ello nuestras raíces cristianas en el buen sentido, y sobre todo con lo que se han sustituido, con el vacío absoluto que crean las leyes regidas por el mercado, en cuanto a espiritualidad se trata. Y con esto, llegando a donde hemos llegado a estar en occidente, gobernados por la peligrosa nada que ese mundo de espectáculo esperpéntico y peligroso de Trump.
Abandonar nuestras raíces cristianas para ir a parar a manos de esta gentita, no traerá nada bueno. Y mucho me temo que con ello los principales perdedores serán los de siempre.
PS
En
el momento que entrego este artículo, me llega la mala noticia de
que el Papa Francisco ha muerto, lo cual me produce tristeza por que
fue un hombre defensor de las raíces que hoy hablo.
20 abril 2025
EL RITO DEL ENCUENTRO, por José Luis Puerto
EL RITO DEL ENCUENTRO, por José Luis Puerto
Tiempos de conflictos, de desencuentros, de chulos, de matones, de sujetos que escarnecen al ser humano y toman medidas arbitrarias, ignorando o pasándose por alto las leyes, los derechos…
Tiempos difíciles, si tomáramos prestado el hermoso título de Charles Dickens (ah, si quieren iniciarse en este autor, comiencen con la lectura de la sobrecogedora ‘Grandes esperanzas’), una novela que estaba entre los títulos de esas bibliotecas que las Misiones Pedagógicas llevaban a los pueblos, para que nuestros campesinos se adentraran en el mundo de la cultura y de la literatura.
Tiempos difíciles, sí, del “y tú más”. Y si tú subes, yo reduplico. Y da igual que tiemblen los cimientos de la humanidad. El ser humano escarnecido en cárceles centroamericanas. Ese ser humano que, con una enorme piedad, encapsulaba, para protegerlo, nuestro extraordinario artista Darío Villalba.
¿Cómo arbitrar, hoy, medidas de protección para esa humanidad abandonada, desprotegida, desamparada…, por tantas causas y por tantos motivos? Cuando las ayudas de un país todopoderoso se han eliminado de un plumazo, cuando se expulsa sin más a migrantes, para conducirlos encadenados a cárceles inhumanas, cuando se aniquila sin más a un pueblo como el palestino… y así podríamos seguir hasta el infinito.
Parece que no acabamos de conectar los padecimientos y muerte de Cristo, que celebramos estos días, más en clave turística y económica que en ningún otro sentido, con los padecimientos y muerte de tantos seres humanos en nuestro presente; nosotros, que vivimos en el segmento más confortable del planeta y que parece que nada nos atañera.
Pero, en este tiempo de desencuentros, en este tiempo de ruidos y furias, en este tiempo agresivo y belicoso, en ese tránsito imperceptible entre la Semana Santa y la Pascua, en nuestro mundo rural sobre todo, nuestras gentes celebran un rito desde antiguo, que es el rito del encuentro.
Las mujeres, tras una imagen cubierta de la Virgen, salen de la iglesia y van por un lado; los hombres, por otro, con la imagen del resucitado también cubierta; hasta juntarse todos en la plaza, o en un lugar emblemático del pueblo, donde se produce el encuentro, el abrazo, la lógica de la resurrección, de la fraternidad. Y suenan las campanas en clave gozosa. Y se proclama el “ha resucitado”. Y se descubren o destapan las imágenes. Y comienzan los cánticos.
Traslademos ese simbolismo del encuentro, de la alegría, de la aceptación del tiempo nuevo del entendimiento, de la aceptación de los otros, al mundo en que vivimos. Y seamos consecuentes. Y actuemos en consecuencia.
Porque, si no, qué más dan los ritos. Si no somos consecuentes con ellos, con lo que significan, son meras rutinas, meros gestos y actos vacíos, carentes de toda significación.
Ah, si en este tiempo desenfrenado de desencuentros y de tantas deshumanizaciones, aplicáramos esa otra lógica de la fraternidad que marcan los ritos del encuentro que, en nuestro mundo rural sobre todo, en estos días celebramos.
19 abril 2025
PAISAJE CON CIUDAD RODRIGO AL FONDO, por Santiago Corchete Gonzalo
- Al Festival de la Charrada -
17 abril 2025
SIN ÉTICA NI ESTÉTICA (X): LA AMANTE DE LA FRUTA, AGUSTINITA DE LOS MADRILES, por Ángel Iglesias Ovejero
SIN ÉTICA NI ESTÉTICA (X): LA AMANTE DE LA FRUTA, AGUSTINITA DE LOS MADRILES, por Ángel Iglesias Ovejero
La actual presidenta de la Comunidad de Madrid (desde 2021), cuya especialidad académica es la comunicación política, también se ha revelado como una excelente especialista en el arte de tirar la piedra y esconder la mano, caminando al filo del insulto. Hace dos años (2023) adquirió notoriedad con una hazaña verbal mediante un ingenioso mecanismo de declaración de sus gustos culinarios y hortícolas (Me gusta la fruta) de lo que había sido una manifiesta injuria, reconocida por sus propios correligionarios y vecinos de bancada, dirigida al actual presidente del Gobierno en su investidura (hijo de puta). El dicho fue muy celebrado por sus fieles seguidores y quizá algunos electores, porque seguramente igualaba las mejores coces verbales que, con fundamento o sin él, cuando alguien o algo los saca de sus casillas, se atribuye a los carreteros o las verduleras, en cuyas profesiones hay de todo, personas bien habladas y mal habladas, pero a quienes no se les supone estudios superiores y modales de una primera dama de los Madriles, o sea, Madrid y sus aledaños. Así que hay que echar mano de mucha dosis de eufemismo para calificar su comportamiento de falto de ética y de estética. Propiamente, queda feísimo y resulta muy insolidario con la gente del “género femenino”, por ser ella parte de ese referente humano que hasta ahora ha tenido la exclusiva de la maternidad y, solamente por ser madre, no es responsable de lo que hagan o digan sus retoños, por muy mala leche que revelen y aunque se declaren enamorados o amantes de la fruta, para disimular presuntos delitos privados.
La referente es discipulilla del personaje Pato Trompeta, prácticamente desde que ocupó el cargo y sigue la estela de la derecha europea. Así lo señalaba no hace mucho el diario británico The Thelegraf, donde le hacen un retrato bastante mejorado, comparándola con Margaret Thatcher y, en síntesis, se afirma que su auge se debe a la bajada de impuestos y la acogida de inmigrantes latinoamericanos, principalmente huidos de Venezuela; la ven como alternativa a la candidatura del gobierno de España, por encima del jefe jerárquico dentro de su partido (y salido de la periferia gallega, sospechosa de independentismo en ciernes); y se declara acérrima defensora de la libertad de Madrid, de la que, obviamente, disfrutan en la capital quienes tienen medios para vivir en su centro (huffingtonpost.es/17/03/2025). En la reciente visita a Londres (15-17/03/2025) ha defendido el “liberalismo a la española”, que ella y otros gobiernos autonómicos de su jaez político practican, con el reclamo de la aludida rebaja de impuestos, para que acudan a España los capitalistas, sobre todos los que pueden salir de países autárquicos de signo izquierdista.
En el modelo del citado personaje americano se inspira su negacionismo de los valores democráticos y la autoestima sin medida y zafia. Si Trompeta se las da de chulo, ella no va a ser menos y se toma por chulapona, gente femenina de profesión humilde en el Madrid decimonónico, que se distinguió por su heroísmo contra las tropas imperialistas de Napoleón. De tal fuente dimana el lenguaje barriobajero de la presidenta, si bien, claro está, de siempre se ha sentido de otra capa social y capaz de más altos vuelos en su andadura épica. De entrada, su retórica victimista e “independista de la capital de España” (¡!) parece un remedo del famoso bando del alcalde de Móstoles (¡La patria está en peligro, acudid presurosos a salvarla, … que el traidor Presidente se la quiera entregar a los independentistas catalanes y vascos!). Sin embargo, la investidura de alcaldesas, más bien carnavalera y efímera, ya la tienen asumida periódica y localmente las Águedas, en Zamarramala (Segovia) y otras partes, hasta en los cercanías de la Sierra salmantina, las Águedas mágnedas (Iglesias, Diccionario, 2022: 63-64). Ella reclama el papel de heroína que le viene como anillo al dedo, convertida en rediviva Agustina de los Madriles, al pie del cañón con la mecha encendida.
En consonancia con lo dicho, su programa consiste en llevarle la contraria al presidente del Gobierno en todo. Así que no es de extrañar que los socialistas sitúen su “estatura política” a la altura del betún (https://gpsocialistaex.es/cuanto-mide-ayuso/). A ella esta valoración la trae sin cuidado, porque moralmente tiene piel de cocodrilo. Físicamente, por lo que deja entrever su postureo mediático, al que es muy aficionada, se nota bien que “le gusta la fruta” y cierta exposición de sus arcanos personales. Como mide cuidadosamente la oferta de sus encantos, se puede postular que si hubiera posado para Goya, el afrancesado (¡Vade retro!), habría elegido ataviarse (cuarto y mitad) de Maja semivestida o semidesnuda (o sea, calientafrutas, traducido a su lenguaje campechano). Enseña lo justo, por arriba y por abajo, al modo de las antiguas bailarinas (del cuello para arriba y de los tobillos a los pies) en la TVE del blanco y negro, aunque en su caso la cabeza incorpora el busto y a partir de ahí la zona del misterio se sitúa entre el arca de las sensaciones frutales y las rodillas.
La parte visible de su geografía humana es bastante cambiante. En ella se combina la estudiada naturalidad de la expresión corporal y, a juego con la sintaxis del color, la vestimenta y el maquillaje facial. Según las circunstancias, pone cara de Macarena o de Magdalena. De haber vivido en el período clásico, la habría tomado Murillo por modelo para las inmaculadas, pero no es seguro que, por su adicción a “la fruta”, la hubiera satisfecho esta aséptica oferta, pues con tanta ropa y mirando al cielo perdería el atractivo de su condescendiente mirada. A decir verdad, por su edad, por su componente populista y a pesar de su declarado y sospechoso gusto por la dieta vegetariana, quizá no le habría hecho ascos a los piropos de los obreros de empresas privadas y autonómicas (¡No públicas, por favor!), vitoreando su casticismo de jamona, al modo de los personajes del género chico (¡Viva la madre que te parió! ¡Tienes más grandes los ojos que los pies!). De hecho, quién más adecuado para encarnar el papel de Reina castiza, que Valle Inclán atribuyó a Isabel II (1920). Desde entonces el cargo está vacante, pero el dicho está disponible en la mitología popular:
Santaella, de Isabel
costeó la estatua bella;
y del vulgo el eco fiel
dice que no es Santo él,
ni tampoco Santa-ella
(1850, Barrios, Rimas, ed. 1979: 26; Iglesias, Diccionario 2022: Isabel).
Finalmente, por estos motivos y para no caer en la tentación de imitarla e insultarla sin paliativos, además de lavarse la boca antes de soltar exabruptos, le deseamos que procure evitar morderse la lengua viperina.
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