COMO SIEMPRE, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
Llego a la plaza de Villasrubias y me encuentro con un ambiente desencorsetado, reivindicativo, festivo... y con gente de aspecto vital joven. Es decir, todo lo contrario a lo que cualquier día te encuentras en nuestros pueblos. Y es que la convocatoria de oposición a la explotación minera en la zona que reunió a casi 200 personas allí, quizá fueran las fuerzas más vivas de todo el territorio
Sucedió todo con la normalidad de estos casos, sin dejar de manifestar con slogans su rechazo a la mina y razonando los peligrosos inconvenientes que puede traer a la zona. Entre otros:
• Rompimiento del paisaje
• Ruidos
• Contaminación atmosférica
• Pérdida de turismo rural
• Envenenamiento de las aguas, siendo el principal afectado el río Águeda y con ello Ciudad Rodrigo.
Terminó con cánticos y abrazos y diciendo "que en la tierra que quieren destrozar, vivimos personas que resistiremos a esta actividad minera hasta el final".
Al regreso, tengo la sensación de que hay vida en el territorio, y de que los menos viejos están dispuestos a plantar cara a lo que se le viene encima, así como que no están aislados, si no que se han unido los pueblos del norte extremeño con los del sur de Salamanca, y a tenor de los discursos reivindicativos que dieron, se puede decir que saben de qué va la cosa y cómo actuar. Por tanto, las espadas están en alto y no veo aún todo perdido desde la seguridad de que lucharán con todos los medios a su alcance, plantando cara social y judicialmente, a este problema nada chico, que pudiera ser, si se llega a realizar, la puntilla a la posibilidad de vida como la hemos conocido hasta ahora en el Rebollar.
Vuelvo pues a Ciudad Rodrigo, con pensamientos positivos. Despacio, recreándome en el todavía bello y virgen paisaje natural, aún sin herir, y pensando lo mucho que se merece conservarse, con sus buenos aires, como siempre hemos estado en él, rodeados de naturaleza y atmósfera limpia.
Sucedió todo con la normalidad de estos casos, sin dejar de manifestar con slogans su rechazo a la mina y razonando los peligrosos inconvenientes que puede traer a la zona. Entre otros:
• Rompimiento del paisaje
• Ruidos
• Contaminación atmosférica
• Pérdida de turismo rural
• Envenenamiento de las aguas, siendo el principal afectado el río Águeda y con ello Ciudad Rodrigo.
Terminó con cánticos y abrazos y diciendo "que en la tierra que quieren destrozar, vivimos personas que resistiremos a esta actividad minera hasta el final".
Al regreso, tengo la sensación de que hay vida en el territorio, y de que los menos viejos están dispuestos a plantar cara a lo que se le viene encima, así como que no están aislados, si no que se han unido los pueblos del norte extremeño con los del sur de Salamanca, y a tenor de los discursos reivindicativos que dieron, se puede decir que saben de qué va la cosa y cómo actuar. Por tanto, las espadas están en alto y no veo aún todo perdido desde la seguridad de que lucharán con todos los medios a su alcance, plantando cara social y judicialmente, a este problema nada chico, que pudiera ser, si se llega a realizar, la puntilla a la posibilidad de vida como la hemos conocido hasta ahora en el Rebollar.
Vuelvo pues a Ciudad Rodrigo, con pensamientos positivos. Despacio, recreándome en el todavía bello y virgen paisaje natural, aún sin herir, y pensando lo mucho que se merece conservarse, con sus buenos aires, como siempre hemos estado en él, rodeados de naturaleza y atmósfera limpia.