SE LO MERECE, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
Al salir del teatro, después del concierto de jazz del domingo me sentía como más satisfecho, por la buena música que el quinteto RAY GELATO ENRIC PEIDRO nos había dado.
Su música levantó los aplausos en todas y cada una de las actuaciones de los solistas. Los sonidos que emitieron los saxos, lo transportaban a uno directamente al mundo del sentimiento, con unos temas a la alegría, y con otros a la rebelión o la nostalgia.
El jazz, esta música nacida a finales del siglo XIX en Nueva Orleans, en el barrio negro de Storyville, que entonces tenía más de 200 salas de baile y cabaret, las cuales fueron la cuna del jazz, y cuyas características son el ritmo sincopado y la improvisación. Este era su elemento principal determinando el predominio en la ejecución de la partitura, y con la cual al ejecutarla, el solista ponía en ella todo su sentir, y por extensión, el del pueblo negro.
En el 1917 se cierran estos locales de Storyville y estas músicas se trasladan al norte, cuyo foco principal en un principio fue Chicago, y después el barrio de Harlem en Nueva York, desde donde adquirió una dimensión universal. En aquella época fue Louis Armstrong que creó sus propias orquestas, el impulsor y más importante músico de entonces.
Después el jazz tiene distintos avatares, pues en Chicago se cultivó con músicos blancos, predominando el arreglo sobre la improvisación. En el 1929 con el crack económico, se produce un retorno a la época clásica, en esta época debuta Ella Fitzgerald, una de las mejores cantantes de jazz de todos los tiempos. Con el final de la segunda guerra mundial nació un nuevo estilo, el "Be-bop", que rompe con el jazz clásico, con un más fuerte acento africano. Su mejor representante, Dizzy Gillespie. en 1949 como reacción al radicalismo del "Be-Bop", surgió el "Cool", poético y superficial, que intentaba depurar el jazz de sus esencias raciales. Miles Davis fue su máximo representante, uno de los pocos músicos negros que hizo sonar este estilo cultivado fundamentalmente por blancos. En 1954 se dio la reacción de los músicos negros contra el "cool", con una música que acentuaba con su violencia profunda. Este nuevo estilo recibió el nombre de "Soul Jazz" (jazz del alma). De esta música su representante más firme fue John Coltrane, y en él está la base de la nueva tendencia denominada jazz libre (Free jazz), de la mano del saxo Ornette Coleman, tuvo implicaciones políticas y sociales en el movimiento "Black Power", (Poder negro), siempre éste fue un jazz más agresivo, ligado a los valores raciales negros.
Dicho esto y aunque se ha hablado de la decadencia del jazz, hoy día está muy vivo, la prueba está en los festivales internacionales que se celebran en Estados Unidos y Europa, así como los muchos conciertos que hay.
Veo ahora, que he terminado haciendo una historia del jazz, más que una crónica del concierto, como correspondía, pero es que ese sonido, tan desgarrador como reivindicativo, que sale del alma del pueblo negro a través de los saxos y que en la noche del domingo se hizo muy presente, despertó en mí, aún más si cabe, el amor que siento por esta música que se merece esto y más.