Ateneo Virtual Mirobrigense es un blog de opinión ubicado en Ciudad Rodrigo, en el que se expresan las inquietudes, ideas y pensamientos de los articulistas

30 noviembre 2022

DESPEDIDA, por Mara Guadalix


 

 

 

 

 

 

 

DESPEDIDA, por Mara Guadalix


Adiós es la distancia hecha pedazos,
adiós es el olvido asomado al balcón,
adiós es el sueño con sabor a sal
y olor a tempestades.

Adiós es el sonido de pasos que se alejan,
de enredaderas que se rompen,
adiós sabe a promesas incumplidas y a silencios,
despedidas con el mar a la espalda,
murmullos de cansancio,
sospechas que devoran como llamas,
cenizas de las penas.

RECUERDOS DEL SERVICIO MILITAR, por Román Durán Hernández

RECUERDOS DEL SERVICIO MILITAR, por Román Durán Hernández

A mi amiga Rodoprí

Hace poco estuve en Valladolid recordando la época en la que tuve el honor de servir a la Patria, o más bien sirviéndome de ella.

Mi Servicio Militar fue un tanto divertido. El principio lo tuve en Salamanca, en lo que llamaban el período de instrucción. Me llevaron a la "Mili" un día de carnaval y aunque yo nunca mostré un aprecio por esa fiesta, la diferencia entre el carnaval y la "Mili" era muy grande.

En Salamanca nos metieron, nada más llegar, en un pabellón enorme donde un jefe, posiblemente un Coronel, por su barriga, ya que por estrellas no entiendo, nos leyó el reglamento. Quedamos estupefactos cuando dijo:

Articulo primero: queda terminantemente prohibido pasarse al enemigo. Todos nos mirábamos preguntándonos: oye tú, eres amigo o enemigo, porque lo que es yo, vengo de los carnavales de mi pueblo.

Lo que menos ne gustaba era tener que ir andando a Los Montalvos, donde hacíamos las prácticas de tiro. Me apunté a reconocimiento alegando que me dolía un tobillo y la primera vez coló, pero luego el Capitán Médico me dijo que era cuento y yo era un gandul. Sólo se libraba uno de ir a Los Montalvos apuntándote a las clases de analfabetos. Y allí fui yo.

A ver, Durán, me preguntaba el “profe":

-La m con la o, y yo respondía:

-Moto

-La t con la o, y yo respondía

-To.

-Ahora todo junto:

-Pues amoto.

Un domingo paseando por la carretera de Madrid (entonces era costumbre) aparece Mariano Anaya con el Alférez que me daba las clases. Mariano nos presentó y se descubrió el pastel. El Alférez se portó muy bien. Una vez licenciado me enviaron un diploma por mi aprovechamiento, ya que de analfabeto pasé a saber ecuaciones de segundo grado.

Como era de transmisiones me mandaron a la central telefónica de Capitanía General de Valladolid, en el Estado Mayor, en el palacio de Felipe III, cuando Valladolid fue capital de España.

Lo primero que hice allí fue echarme una "novia", Mari Pili que era la niñera (la rolla se decía entonces) del niño de un Comandante, que me sacaba al Campo Grande unos bocatas de jamón impresionantes, con los que paliaba la comida de Capitanía, verdadera bazofia. Pero sacaba al niño que no nos dejaba querernos, teniéndole que comprar un helado, con lo que se iba parte del bocata.

Yo participaba en las sisas que Mari Pili le hacía a la Señora. Por aquel entonces había en el Mercado El Val un puesto de frutas y verduras regentado por unos señores de Águeda del Caudillo. Hicimos un pacto consistente en que Mari Pili le compra allí todo a la Señora, a cambio de que nos inflara un poco la factura y así poderla invitar al cine.

Íbamos al Cine Pradera, un cine que después se quem6; íbamos a la sesión continua y a la última fila para que al apagarse las luces comenzáramos nuestras particulares batallas. Cuando mis cinco guerrilleros conquistaban un lugar estratégico, un suponer la rodilla, había que emplazarse allí mucho rato, porque si intentabas avanzar más deprisa, venía el contraataque de Mari Pili que se oía en toda la sala. Era muy difícil llegar al cuerpo a cuerpo luego en Las Moreras, donde las parejas iitan a quererse por la noche.

En la central telefónica de Capitanía había una litera donde organizábamos unas partidas de naipes que duraban toda la noche. Como en eso de las cartas yo obtuve la diplomatura en el Café Universal, los enseñé a jugar a casi todo, de manera que cuando se soltaban en un juego, yo les enseñaba otro, teniendo por tanto ventaja.

En Valladolid conocí a Mova que había sido seleccionador nacional de atletismo, primero en Italia y luego en España. Era el preparador físico del Real Valladolid y profesor de E. Física en el Instituto Zorrilla frente a Capitanía. Por mi afición al atletismo me concedió unas clases y con La gratificación que me daba, con las sisas de Mari Pili y lo de las partidas de cartas, la verdad que pasé una “mili" bastante llevadera.

Cuando hace poco fui a Valladolid me senté un rato en un banco del Campo Grande y reflexioné, dejando pasar una película de lo que era el Servicio Militar entonces que jugábamos a la guerra, y lo que es ahora que los soldados se juegan la vida en campañas por todo é1 mundo en esas guerras que hacen siempre los pobres contra los pobres y las ganan siempre los ricos. Al divagar por el confuso campo del recuerdo, sólo una pregunta me venía a la mente: ¿Qué habrá sido de la Mari Pili?

29 noviembre 2022

GANAR AL CAPITAL, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

GANAR AL CAPITAL, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

Estoy en la postura de ocuparme poco del mundial, algo por la falta de ambiente en nuestras propias calles no sé si es porque el tiempo no anima a la celebración callejera, o por lo poco bueno que nos llega de todos sus entresijos financieros.

No obstante, después de oír que el partido había finalizado con un siete a cero, pues como que sentí cierta curiosidad por verlo. Lo hago ya de noche, y en diferido. Ciertamente es un equipo poderoso, pero también estuvo ante otro claramente débil.

Mientras sucede todo, el sueño a esas horas llama, me resisto a él mientras la cabeza se me va, no al sueño. sino a lo feo conocido de por qué es el mundial en Catar, y de que sus instalaciones han costado la vida de seis mil quinientas personas, a decir de expertos en el tema. Así como de avisos a los gays para se adapten a las normas nacionales, hoy ya fuera de uso en el mundo civilizado. En todo esto ando, y mientras siguen lloviendo goles continúo en el asuntito del fútbol, adentrándome más en lo sucedido con anterioridad, entonces veo claramente que para que en ese país se celebrara, ha habido por parte de otros cesiones muy pero que muy interesadas. Y mira por dónde, son los nuestros. Por ejemplo, Francia, en la que ahora una diputada anuncia pedir no sé que represalias contra el mundial y Catar. Cuando resulta que la que dio el visto bueno “a los pájaros de la FIFA” fue Francia a cambio de la compra de unos juguetitos nada inocentes, aviones de combate, y se los vendió. La cara la puso la FIFA, el acto lo hizo el gobierno de Francia, la nación en que la revolución que hizo nacer los derechos del hombre, que teóricamente los pilares actuales de nuestra civilización, y que ha venido a parar en esto.

¿Pero ha sido sólo Francia o estábamos todos los demás países del entorno en el asunto al consentir el ir a celebrarlo? Y al decir todos, me refiero a los gobiernos, no a sus habitantes.

Ahora bien, ¿son ellos los políticos poderosos por sí solos para ello, o estos son sólo ya los mayordomos del poder real en la actualidad? Al decir esto, me estoy refiriendo a ese fantasma actual que recorre el mundo imponiendo sus reglas, que consisten en no tenerlas para él y no respetar nada, pero no sólo en Catar sino ya en cualquier lugar del globo, reinando sobre los regímenes, ¿qué es si no China, más que un país capitalista de reglas capitalistas con un gobierno comunista? Es decir, lo imposible, la cuadratura del círculo que allí ciertamente existe.

Y mientras, todos perdemos, más vapuleados que Costa Rica, pues nos dejan sin hogar político, y nos empujan y adentran hacia el sistema antipolítico, con el peligro que esto encierra, al así dejar aún más en manos del capital todo ese poder desbocado.

Para ganar este partido necesitamos mucho valor revolucionario y creatividad, cosas hoy asfixiadas desde tantos intereses que no hace nada fácil la tarea.

En principio, parecemos Costa Rica en manos de España, pero no hay que desfallecer pues sus contradicciones son tan potentes como su enorme poder, ya ven si no pues que queriendo hacer la magia de vender una imagen falsa de un país como Catar, el gran capital se ha encontrado con que lo que ha conseguido es mostrar al mundo su dañino hacer. Ahora bien, o enfrentamos la difícil tarea, o fracasamos en lo que de verdad más debe importarnos a todos, que es no dejar a nuestros hijos y nietos un mundo sin principios de libertad y autogobierno, aunque en este haya mucho fútbol.

Dicho lo cual, creo que no nos queda más remedio que pasar al estudio de las tácticas necesarias para ganar este partido al capital, o sucumbir ante él quedando a los venideros convertidos en meros esclavos materiales y morales de esa fuerza que recorre en nuestros tiempos el mundo entero.

28 noviembre 2022

CARTA EN LA ALACENA, por Clara Blázquez Sánchez


 

 

 

 

 

 

 

En un cajón de la alacena…

donde se encuentran las palabras

sin remitente, sin dirección.

Una carta sin palabras… 

 

CARTA EN LA ALACENA, por Clara Blázquez Sánchez


He vuelto a leer en el papel doblado…

donde quedan las rimas escondidas

entre los pliegues amables de alas de papel.

Donde asoma, en incompletas medias frases,

poesía, ilusión para mañana entre el plegado.

¡Siente el verso!


Ten cuidado, dicen mis ojos, al desdoblarlo,

quizá la tinta no esté bien seca,

y resbalen mis pronombres personales

dejando nombres con rima asonante en la cuartilla.


Las palabras pierdan su acento a las doce

para bailar afables en melodías de poeta,

desaparezcan las letras sobrantes de los poemas,

para expresar su esencia.


Desata el lazo delicado de adjetivos azules

impresos siempre con el corazón,

y retira el papel de burbuja sin perfume,

es tan frágil y grande lo escrito. ¡Abre el alma!


Las conjugaciones en primera persona del plural

de verbos entrelazados que construyen color,

cobran luz entre los claros de las estrofas.


Las fechas pierden su ayer al caer,

se desordenan y sonríen los números

volviéndose a abrazar versando una prosa.


De la cuartilla, solo unos hilos en el cajón,

Amor…


Amor envuelto,


Papel rimado.


Poesía.

 

Amor.


Amor a la Poesía.


Poesía…

Mantel inmenso…

tan inmenso que cabemos todos en la mesa.


Poesía en mi alacena.

27 noviembre 2022

EL TIEMPO QUE NOS TEJE, por José Luis Puerto

EL TIEMPO QUE NOS TEJE, por José Luis Puerto

Cuarenta años, en el existir de cualquier ser humano, constituyen el corazón de la vida. Cuarenta años cumple este 2022 a punto de terminar nuestro primer libro: el poemario titulado ‘El tiempo que nos teje’, que se publicara en la colección Provincia de poesía, editada por la Institución Fray Bernardino de Sahagún (hoy, Instituto Leonés de Cultura), de la Diputación de León.

Era una colección hermosa (que aún sigue en pie, pero ya de modo más lánguido), fundada por Antonio Gamoneda. Y en la que publicaron algunos de sus libros significativos el propio Gamoneda, Antonio Colinas (‘Sepulcro en Tarquinia’, acaso su obra maestra), Juan Gil-Albert, Carlos Sahagún, Juan Luis Panero, Luis Antonio de Villena, Julio Llamazares y otros varios poetas significativos en nuestro panorama poético contemporáneo.

Y, en la colección Provincia, apareció mi primer libro, ‘El tiempo que nos teje’, como número 62 de dicha colección y en cuyo colofón aparece la fecha de impresión de 1 de diciembre de 1982.

Desde aquella entrega poética inicial, mi poesía se ha ido creando y publicando a lo largo de la dilatada temporalidad de cuarenta años, en los que he publicado once libros de poemas (dejo aparte mi obra literaria en prosa, así como toda mi obra de investigación etnográfica y de otros tipos) hasta el momento. Y se encuentra en proceso de edición el duodécimo, que llevará el título de ‘Ritual de la inocencia’, que aparecerá, Dios mediante, en la próxima primavera.

El tiempo que nos teje’ es un libro de poemas breves, marcados por lo que me gusta llamar el arte de la sugerencia. La inspiración de los mismos surge, aparte de la expresión de mi mundo propio (sin expresión del mundo propio, no hay poesía verdadera), de una lectura minuciosa que realizara, en mis tiempos universitarios salmantinos, de poetas griegos arcaicos, recogidos en una antología, bilingüe, que tradujera al castellano Juan Ferraté.

Descubrí, en aquellos poetas, al tiempo que un sustrato del mundo clásico, que llevé hasta mis poemas, un modo de decir, breve, esencial, sugerente y sugestivo, que me resultaba muy moderno.

El libro ha ido teniendo su fortuna. Apareció en diciembre de 1982. Y, en un suplemento literario y artístico de ‘El País’, de enero del 83, fue reseñado en un breve comentario, sorprendente y certero. Después, algunos de sus poemas fueron incluidos en la antología ‘Orfeo XXI. Poesía española contemporánea y tradición clásica’ (2005), realizada por los profesores Pedro Conde Parrado y Javier García Rodríguez.

Y dos de sus poemas aparecen incluidos nada menos que en el estudio introductorio de la edición de la ‘Odisea’, de Homero, de la mítica Editorial Gredos.

Ya cuarenta años de ‘El tiempo que nos teje’ (1982), nuestro primer poemario. Tiempo en el que se halla el corazón de nuestra vida. La poesía ha sido uno de los dones que nos ha acompañado. Y una de las llamas que nos ha humanizado, casi desde niño, y que lo sigue haciendo.

De ahí que –al modo como lo hiciera la cantante chilena Violeta Parra– hayamos de dar siempre gracias a la vida.

25 noviembre 2022

HOY MI PUEBLO ESTÁ TRISTE C.R., por Mara Guadalix








HOY MI PUEBLO ESTÁ TRISTE C.R., por Mara Guadalix


Hoy, 11 de junio, luce gris el cielo de esta franja de Castilla, estamos sacando los pañuelos para enjugar las lágrimas, trozo de tierra perseguida y disputada, que llora entre los cerros pelados, fronterizos, por los hijos que se van.
 
La ciudad se queda vieja, 
vieja de tanto mirar, 
vieja de siete ojos llora, 
vieja raíz visceral.
 
Calles de un pueblo desierto,  
calladas calles sin niños,
tristes calles de viejos, 
rotas callejas de sueños, 
sumidas en el misterio 
de la luna mineral, 
láctea, triste y desvalida, 
bajo las piedras de olvido
que ya no quieren pensar.

23 noviembre 2022

LA MUNDIAL, por José A. Blanco

LA MUNDIAL
, por José A. Blanco
 
No pudo cantar porque se le atragantó la letra y se ahogaron las palabras. Con la vista perdida soportó el instante entre el delirio, la repulsa, el odio y la desesperación. La imagen cristalina del presente resbalaba cruel por la mejilla. Rabia. No quería pensar y no dejó de hacerlo. El arcoíris tampoco brillará en el horizonte porque faltan los valores cromáticos difuminados en la ambición  y la lluvia que inunde la esperanza frente al espejismo del dolor y la vergüenza.

21 noviembre 2022

HIELOS NOCTURNOS, por Mara Guadalix


 

 

 

 

 

 

 

HIELOS NOCTURNOS, por Mara Guadalix

Descórreme en la noche de tus párpados, 
àbreme el paréntesis de tus labios, 
abrázame y hazme caricia,
ante este sol que asoma en el amanecer helado.
 
Hazme temblor, hazme gemido, 
hazme licor, hazme tocar el infinito. 
 
Genera en mí el agua,que me falta,
y desata mi risa desde el fondo del alma.
 
Noche larga, terca noche, 
noche que trepa y que se arrastra
por cansados caminos.
 
Noche fría, negra noche, 
de los encuentros trocando en soledades.
Borremos la distancia , 
curemos el dolor, y amemos.

VAN A MÁS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

VAN A MÁS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

El viernes pasado fue el concierto de la Banda Municipal de Música que da todos los años por Santa Cecilia, el cual registró una muy buena entrada de gente.

El programa de este año está basado en una música escénica, es decir, tomado de las cintas sonoras de las películas. Cada pieza resulta a cual mejor elegida y más bella que la anterior. Llega el concierto para mí a la cima, y creo que para todos los presentes, con la pieza basada en la película de El señor de los anillos. Con ella, nos eleva a todos los presentes a los cielos, pues nunca mejor dicho, parece que estamos ante lo que se suele llamar por su calidad música celestial, que llega al culmen cuando entran las voces, de cómo no las Burgos, pues son la hija y nieta del fallecido director Manolo las que cantan, cuya familia ha dado a Ciudad Rodrigo toda una dinastía de buenos músicos.     En este momento se palpa cómo la sala estaba sintiendo la música, y todo lo que de bueno aporta en nosotros.

Después, más, y también bueno, todo dirigido por José Sendín que está llevando a la Banda a muy buenos caminos, y haciéndolo con mucha soltura este joven director, que con su acertadísimo hacer, tanto en el adiestramiento de sus músicos, como en la elección de las piezas para los conciertos, en la senda del éxito a nuestra Banda.

Al salir, en todas las caras vemos satisfacción, por la categoría del concierto disfrutado y la feliz noche vivida.

El comentario general es: van a más.

20 noviembre 2022

‘LA COPA MÁS SUCIA’, por José Luis Puerto No hay logro humano, que de verdad lo sea, que pueda estar sustentado sobre el sufrimiento, la explotación y la muerte de otros seres humanos. ¿Por qué no somos capaces de cuestionarnos que el bienestar del primer mundo, si está asentado sobre el malestar de los demás mundos que hay en la tierra, no es tal bienestar, sino otra cosa? Estos días, nos llegan por correo electrónico mensajes de organizaciones no gubernamentales y de asociaciones por los derechos humanos, en los que aluden a lo mismo: a cómo el mundial de fútbol de Catar se asienta sobre no pocos miles de muertos. En uno de tales mensajes, podemos leer: “Se estima que más de 6500 personas han muerto desde que a Catar se le asignó la organización del Mundial 2022. Cientos de miles continúan trabajando de sol a sol por tan solo un dólar la hora, como auténticos esclavos de nuestros días.” ¿Cómo no hacer nuestras estas palabras? ¿Cómo nos vamos a quedar hechizados ante una belleza de estadios de fútbol, levantados sobre tanta muerte, sobre tanto esclavismo? Y continúa el texto del mensaje que recibimos: “La FIFA tiene beneficios de miles de millones de dólares, pero se niega a indemnizar a los trabajadores o a sus familiares.” Ay, tenemos la deshumanización habitando entre nosotros, y nos da igual. Nos sentaremos en nuestros confortables sofás ante el televisor, para ver a las selecciones de fútbol de nuestros países, y nos dará igual. Como una imagen, en este caso, vale más que mil palabra; el mensaje que recibimos viene acompañado por la fotografía de la cabeza, algo inclinada, de un hombrecillo escuálido y no occidental, con cara de sufrimiento, que se enjuga con su mano derecha y un paño con alguna policromía, su rostro sudoroso. ¡‘Ecce homo’! ¡He aquí el hombre!, ante nosotros, tan indiferentes a tanto sufrimiento de todos esos miles de seres humanos que han de existir en el malestar, para que lo que llamamos nuestras sociedades del bienestar sean posibles; para que nos sentemos con la cerveza y los cacahuetes a ver, tan panchos, los partidos de fútbol. Ay… ¡‘Ecce homo’! Pero nada nos conmueve ya. Pese a que, afortunadamente, alguien da alguna respuesta. El artista ruso, residente en Francia, Andrei Molodkin ha creado una obra de arte como respuesta. El trofeo de la copa del mundo de fútbol que se da al equipo campeón, que fuera diseñada en 1971 por el escultor italiano Silvio Gazzaniga, ha sido recreado por el artista ruso y lo ha cubierto con petróleo catarí, en lugar del lustre de oro que lleva en su superficie. Y ha explicado así el simbolismo de su obra: “Es el icono de una victoria vacía. Porque la única victoria que entienden las petrocracias es la de la sangre y el petróleo.” Y ha titulado su obra: “La copa más sucia”. Y, en un país donde no pocos derechos humanos no se respetan, algunas selecciones europeas van a llevar en las mangas de las camisetas de los jugadores una bandera arco iris enmarcada en un corazón, como implícita denuncia de la falta de respeto hacia los derechos del colectivo LGTBI. Ah, pero las selecciones de España y de Portugal no la llevarán. ¿Por qué? “La copa más sucia”. El árbitro va a pitar el inicio de este acontecimiento. Y todos, amodorrados, retrepados en nuestros sofás, con la cerveza en la mano, a ver los partidos. Como si nada.

LA COPA MÁS SUCIA, por José Luis Puerto

No hay logro humano, que de verdad lo sea, que pueda estar sustentado sobre el sufrimiento, la explotación y la muerte de otros seres humanos. ¿Por qué no somos capaces de cuestionarnos que el bienestar del primer mundo, si está asentado sobre el malestar de los demás mundos que hay en la tierra, no es tal bienestar, sino otra cosa?

Estos días, nos llegan por correo electrónico mensajes de organizaciones no gubernamentales y de asociaciones por los derechos humanos, en los que aluden a lo mismo: a cómo el mundial de fútbol de Catar se asienta sobre no pocos miles de muertos.

En uno de tales mensajes, podemos leer: “Se estima que más de 6.500 personas han muerto desde que a Catar se le asignó la organización del Mundial 2022. Cientos de miles continúan trabajando de sol a sol por tan solo un dólar la hora, como auténticos esclavos de nuestros días.”

¿Cómo no hacer nuestras estas palabras? ¿Cómo nos vamos a quedar hechizados ante una belleza de estadios de fútbol, levantados sobre tanta muerte, sobre tanto esclavismo?

Y continúa el texto del mensaje que recibimos: “La FIFA tiene beneficios de miles de millones de dólares, pero se niega a indemnizar a los trabajadores o a sus familiares.” Ay, tenemos la deshumanización habitando entre nosotros, y nos da igual. Nos sentaremos en nuestros confortables sofás ante el televisor, para ver a las selecciones de fútbol de nuestros países, y nos dará igual. 

Como una imagen, en este caso, vale más que mil palabras; el mensaje que recibimos viene acompañado por la fotografía de la cabeza, algo inclinada, de un hombrecillo escuálido y no occidental, con cara de sufrimiento, que se enjuga con su mano derecha y un paño con alguna policromía, su rostro sudoroso.

¡‘Ecce homo’! ¡He aquí el hombre!, ante nosotros, tan indiferentes a tanto sufrimiento de todos esos miles de seres humanos que han de existir en el malestar, para que lo que llamamos nuestras sociedades del bienestar sean posibles; para que nos sentemos con la cerveza y los cacahuetes a ver, tan panchos, los partidos de fútbol. Ay… ¡‘Ecce homo’! Pero nada nos conmueve ya.

Pese a que, afortunadamente, alguien da alguna respuesta. El artista ruso, residente en Francia, Andrei Molodkin ha creado una obra de arte como respuesta. El trofeo de la copa del mundo de fútbol que se da al equipo campeón, que fuera diseñada en 1971 por el escultor italiano Silvio Gazzaniga, ha sido recreado por el artista ruso y lo ha cubierto con petróleo catarí, en lugar del lustre de oro que lleva en su superficie. Y ha explicado así el simbolismo de su obra: “Es el icono de una victoria vacía. Porque la única victoria que entienden las petrocracias es la de la sangre y el petróleo.” Y ha titulado su obra: “La copa más sucia”.

Y, en un país donde no pocos derechos humanos no se respetan, algunas selecciones europeas van a llevar en las mangas de las camisetas de los jugadores una bandera arco iris enmarcada en un corazón, como implícita denuncia de la falta de respeto hacia los derechos del colectivo LGTBI. Ah, pero las selecciones de España y de Portugal no la llevarán. ¿Por qué?

“La copa más sucia”. El árbitro va a pitar el inicio de este acontecimiento. Y todos, amodorrados, retrepados en nuestros sofás, con la cerveza en la mano, a ver los partidos. Como si nada.

18 noviembre 2022

ANTE ARTE, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

ANTE ARTE, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

Asisto a la exposición del concurso de fotográfica de la Feria del Caballo en la Casa de Cultura. Voy pasando por las fotografías de una a otra con deleite, viendo imágenes bien traídas, todas ellas llenas de colorido y con enfoques que buscan la originalidad en el ángulo combinándolo con algún monumento de la ciudad, así como en el atuendo mismo del caballo.

Todas y cada una son tan distintas como parecidas, digamos que pertenecientes al pictorialismo, y al mismo tiempo, todas válidas para el cartelito propagandístico que anuncie la feria. Es decir, me siento ante una situación de iguales, con mayor o menor fortuna a la hora de representar el evento, con sus mismos cielos azules y su misma temática de fondo.

En esto, que de repente, ya casi en el final de la serie de iguales, dos fotografías distintas, tanto en el color, como en la forma de entender la imagen de la feria. El caballo y el jinete por sí solos, y todo ello sin más, consiguiendo el impacto de atraerte y sujetarte antes ellas para mirarlas y reparar en lo que te hacen sentir sobre qué es lo que hay en este majestuoso animal: fuerza, elegancia, entendimiento y servicio para y con el hombre, en este caso al que lo monta, y que a pesar de dejar claro que es él el que lo domina aparece como figurante secundario en homenaje al protagonista, el caballo.

Las fotografías tienen la fuerza porque contienen el dimensionismo con el cual expresa toda la esencia, belleza y el por qué del homenaje a este animal. Es decir, la imagen consigue decirnos todo aquello que a veces no alcanzan las palabras. Nos tienen pues estas dos fotografías delante del arte con toda su capacidad de expresión.

Con estas dos fotografías se resume y justifica el por qué de un concurso fotográfico en honor al caballo, pues en sus imágenes vemos toda la grandeza del animal, y la sutileza del hombre para encauzarla, y rompiendo la trayectoria de la línea de todo lo expuesto en la sala.

Viéndolas, estamos pues, ante arte.

17 noviembre 2022

POLÍTICA DE BARES, por José A. Blanco

POLÍTICA DE BARES
, por José A. Blanco
 
Me senté junto al velador invisible. Sobre la mesa, un bodegón de verdejo  y verbena de mejillones. En la paleta, policromía de chiringuito andaluz con aromas de manzanilla y “pescaíto”. Junto a la barra, hogar del costumbrismo, despotrica el pueblo desconfiado. Desencanto. El bar se calienta y los serpentines echan espuma por la boca. Si las barras hablaran contarían más que las piedras. Se apaga la luz. Unos compases de gaita y tamboril anuncian la Salve.

15 noviembre 2022

DE LA OBRA, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

DE LA OBRA, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

Que la obra tiene las dificultades propias de estas, más alguna más, por su dimensión, por el espacio en que se desarrolla y por todo aquello a lo que afecta, pues es centro clave de tráfico y negocios, además de los vecinos, como todas, está más que claro.

Creo, que ya todos saben que hablo de la avenida de España. Como no soy técnico no sé si el desarrollo de ella es normal o no, lo que no por esto dejo de ver en ella cosas que me llaman la atención. La primera, que una obra con tantas complejidades se esté haciendo con diez peones y ningún oficial, así como que en su proyecto no figurara un garaje en el que se encierran treinta coches, y otras historias ya mitigadas en parte como el dejar sin plazas de aparcamiento a una zona tan cargadas de negocios. Así como que ya se hayan metido más tubos que los figurados también en el proyecto.

Todo esto no es casi una crítica, sino más bien un repaso, el cual es muy posible que se dé en todas las obras, sobre todo en aquellas, que como esta, tienen cierta prisa por estar inauguradas antes de unas elecciones, lo que conlleva a toda su complejidad el añadido de las prisas, que siempre son malas para todo.

Y podríamos decir, que hasta aquí era todo normal, ahora, lo que ya no es tan normal, es que un puente de finales del siglo XVIII y que prestó servicios hasta principios del siglo XX, y por el cual actualmente trascurre aún el regato Torbellique aunque esté soterrado, sea primero taladrarlo de punta a punta para hacer pasar un tubo con el debilitamiento que esto supone para él, y segundo, que dicho tubo haga de pared pantano al paso de las aguas del regato.

Quizá hayan pensado ante el desvarío que el regato ya es inexistente, olvidándose que cuando se produce por su zona una fuerte tormenta aparece, y no precisamente ni chico ni despacio. Como en su día apareció en el centro de especialidades, con tanta suerte de que aún no habían entrado todas las máquinas en el sótano de éste a donde las habían destinado en el proyecto, a pesar de haber sido advertidos de la existencia de este regato, lo cual salvó de pérdidas cuantiosas, aunque no de un nuevo proyecto para situarlas en la parte superior del edificio, con los costes añadidos que esto supuso.

Bien, pues ahí están de nuevo con el regato Torbellique, ahora cerrando su paso. Veremos el día que diga: aquí estoy, dónde va a ir entonces sus aguas, creo que a la zona anterior, es decir, a las casas cercanas, y a crear problemas en la zona de mayor densidad de tráfico, si no se rectifica algo a lo que le falta una explicación lógica.

O ahora nos ponemos a salvar el desatino, o este antes o después no nos salvará de las obras de la obra, y esperemos que al menos no sea en un agosto.


QUIERO, por Clara Blázquez Sánchez


 

 

 

 

 

 

 

QUIERO, por Clara Blázquez Sánchez

Reflexión.
La Tierra está agotada, llega cansada a su fin, está exprimida, no puede darnos más, necesita nuestra ayuda para recuperarse y respirar.

Vertidos, reciclados, contaminación, capa de ozono, deshielo, cambio climático, desertización, agotamiento de riqueza natural... conceptos, conceptos tan molestos,
sí, tan molestos que nos empeñamos en no escuchar...

¿Dónde están los brazos con reflexión que rodean a nuestro Planeta?

I. Quiero.

Quiero aire puro en los pulmones
de bosques con perfume
de eucalipto y pino sin calcinar.
Ríos que canten tan alegres...quiero
que sus aguas limpias de vertidos
corran y me ensordezcan de felicidad.
Y quiero peces, con escamas de colores,
que hagan burbujas de arcoíris
en la transparencia del mar.
Que si se enredan las tortugas
sea con algas verde océano,
que la arena brille cuando rompan los huevos
y las crías caminen para echarse a nadar.
Pasear y coger moras de las zarzas
maduradas con agua y sol.
Que las cosechas tengan sus ritmos naturales,
cielos azules y lluvias,
que los girasoles vuelvan a girar.
Quiero que el fondo de los pantanos no se agriete,
que no se desorienten las aves al migrar,
que no suba el nivel del mar...


Quiero la Tierra llena de vida,
debo ser amable con ella,
reflexionar...

II. Y quiero.

Quiero que “La maja vestida” y “La maja desnuda”
se preocupen sobre el lienzo solo de posar,
de besarnos con sus pinceladas naturales
en el blanco drapeado y en la suave policromía,
de tener su expresión atrevida
despegada de las manos de activistas,
de seguir en su postura serena, sin alterar.
(Goya. Museo del Prado. Madrid)

Que “El sembrador” no vea perturbada
la luz del sol poniente,
ni su siembra despertando a la vida
en su crecimiento natural de cada estación,
por ningún puré vegetal.
Que sus trazos en óleo,
nos transporten con su paleta cromática
a campos con olor a cosechas maduras por cortar.
(Van Gogh. Museo del Palacio Bonaparte. Roma.)

Quiero que giren “Los girasoles”,
y nos inunden sus pinceladas densas, amarillas,
rápidas y ligeras
a través de su brisa suave al volver a girar,
sin tener que mirar si hay sopa vegetal detrás.
Que convivan en el ciclo de la vida,
flores y brotes nuevos. Armonía de girasoles.
(Van Gogh. National Galery. Londres)

Que vuelva hacia nosotros
la cándida mirada y el turbante
“La joven de la perla”,
sin pegarnos a sus paredes,
que no varíe nunca su pendiente, punto focal.
(Johannes Vermeer. Museo Mauritshuis. La Haya)

Quiero luchar por la crisis climática,
por el 1’5
para contener el calentamiento global,
sin destruir ni poner en peligro nada más...

Y quiero la Tierra llena de vida,
para poder respirar...

Clara Blázquez Sánchez
13/10-11/22

14 noviembre 2022

DÍAS DE CINE, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

DÍAS DE CINE, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

El miércoles, jueves y viernes se han celebrado unas jornadas cinematográficas, cuya temática era “Mujer rural, medios de comunicación y cine”. La presentación corrió a cargo de Juan Carlos, que la hizo de forma ordenada, trabajada, extensa y creo que con certeza.

Después las películas, y no cualquiera, sino un cine lleno de expresión.

Alcarrás, es una película hondamente humana, la que en cierta manera consigue explicar lo inexplicable de la vida humana, y la problemática creada por el poderoso del entorno del mundo rural al que subyuga.

La otra película, Lo que arde, entra de lleno también en otro de los grandes problemas de los bosques y sus entornos rurales, dejando interrogantes muy certeros, como el por qué de algunos fuegos, y de la conveniencia o inconveniencia de un turismo rural masivo. Muestra también la grandeza del amor de la madre, y las ocultas razones de su hijo pirómano, así como la identificación total de ambos con el entorno.

Después, el viernes, hubo unas ponencias, Begoña Gutiérrez San Miguel, sobre películas como temática el mundo rural; Daniel Acle Vicente, este hizo un análisis sobre la película Lo que arde; María Esparcia habló de la problemática desde la situación geográfica lejana de las ciudades para crear cine desde ellas. Maribel Rodríguez Fidalgo y Adriana Paíno Ambrosio sobre las nuevas técnicas para grabar documentales.

La asistencia, para lo que suele pasar con las cosas que no van por el carril comercial de turno, se la puede calificar de buena. Pero con una ausencia muy importante en este caso dado el entorno rural en que se proyectaba, y fue precisamente la no presencia de rurales propiamente dichos entre el público, es decir, de aquellos que tienen explotaciones agrícolas o ganaderas, que son los realmente afectados por los dramas representados en estas películas.

También apareció la prisa, esa misma que la veterinaria de Lo que arde, la venida de fuera al pueblo imprime con en su forma de trabajar en el entorno. Pues no hubo debate, porque el horario no lo permitió, el que seguro hubiera hecho más fructífero e interesante a estos días de cine.

13 noviembre 2022

LA DESCOLONIZACIÓN CULTURAL, por José Luis Puerto

LA DESCOLONIZACIÓN CULTURAL, por José Luis Puerto

Europa, como es bien sabido, ha sido un continente colonizador, particularmente Europa occidental. El proceso civilizador impulsado por este continente ha ido acompañado por un dilatado proceso colonizador que ha durado siglos. Fruto de tal proceso colonizador es la extracción de riquezas de todo tipo de los territorios colonizados en América, África, Asia y Oceanía.

Riquezas materiales e inmateriales, culturales y económicas, cuando no –como en no pocos casos ocurriera– se ha utilizado el esclavismo como modo de explotación de todo tipo de recursos de los territorios colonizados.

Hoy, a estas alturas de la historia en que el proceso político de descolonización puede considerarse prácticamente culminado (una afirmación en la que caben no pocos matices), queda aún a Europa una asignatura pendiente: la descolonización cultural.

Porque Europa sustrajo no pocas obras de arte de los territorios colonizados, que se exhiben prácticamente desde el siglo XIX en los grandes museos europeos. Y, claro, hoy, los países colonizados están exigiendo a Europa (a unos y otros países de nuestro continente) la devolución de sus tesoros artísticos.

El tema está de actualidad. Estos días, veíamos el asunto no solo en suplementos culturales de algunos de los grandes periódicos de nuestro país, sino también incluso ocupando hasta la misma portada de uno de ellos.

Quiere ello decir que estamos ante un asunto candente y sin solucionar aún. Todo ello tiene muchos matices y, desde luego, ante tal situación, no hay que conducirse con atropello alguno. Pero tal cuestión ha de ser solucionada, mediante la devolución de tales tesoros artísticos a sus países de procedencia, siempre que haya garantías de que tales tesoros no se destruyan, se pierdan o pasen a comercio alguno.

Pongamos un ejemplo, las esculturas del friso del Partenón de Atenas. Grecia es hoy un país de la unión europea; lleva reclamando a Gran Bretaña tales esculturas, pero la cuestión está, desgraciadamente, lejos de solucionarse.

El gran poeta romántico inglés John Keats escribió un hermoso poema: “Al ver los mármoles de Elgin”. Al contemplarlos, llegados de Grecia, el poeta habló de “la helénica grandeza” que despertaba “el sonido del tiempo ya pasado”. ¿De qué mármoles se trata?

Entre 1801 y 1805, llegó a Gran Bretaña una extraordinaria colección de mármoles del Partenón de Atenas, de manos de Thomas Bruce, conde de Elgin, oficial británico residente en Atenas durante el dominio otomano, que ordenara que tales piezas se retiraran del Partenón y fueran trasladadas a su país, donde, desde 1839, se exponen en el Museo Británico de Londres. Y parece que, de momento, de ahí nadie las mueve.

Es la obstinación de los países colonizadores de quedarse con los tesoros artísticos arrebatados a los colonizados. Por ello, cuando Europa ha invadido en el pasado medio mundo, es una injusta paradoja que un miembro del parlamento francés le diga a otro, que es negro, que se vaya a África. Si los echamos, ¿por qué fuimos a arrebatarles sus riquezas y patrimonios?

Todo país colonizador tiene una deuda permanente con los colonizados. Ahora estamos en esa descolonización cultural, a la que parece que le está llegando su momento. Costará trabajo llevarla a cabo. Los países que atesoran las obras de arte de los países colonizados no las devolverán tan fácilmente. Pero es una tarea histórica pendiente.

09 noviembre 2022

LAS MOSCAS, por José A. Blanco

LAS MOSCAS, por José A. Blanco 
 
Nada más desagradable que las estúpidas moscas al calor del suspiro otoñal tras la sopa boba o lo que haga falta para extraer la golosina de la supervivencia. Uno mosqueado se revela a exabruptos y mamporros con el fin de asestar el golpe de gracia que acabe con la impertinencia. No hay manera. Y es que por estas fechas de inestabilidad o locura temporal, buscan el  abrigo del último calentón desesperado y acabar con la paciencia de cualquiera.

 

EN PELIGRO DE EXTINCIÓN, por José A. Blanco

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