UN PUEBLO, UNA ESPERANZA, por José A. Blanco
Sol. Calores que enrojecen los tomates de la huerta. Pequeña y pura. Sabor intenso. Sabor a tomate, no como los insípidos de la especulación. Siento los aromas de la tierra y los contrastes variopintos del pueblo y sus costumbres. Recuerdo la tristeza de la ciudad vacía. Se para el tiempo, no hay prisa.