Ateneo Virtual Mirobrigense es un blog de opinión ubicado en Ciudad Rodrigo, en el que se expresan las inquietudes, ideas y pensamientos de los articulistas

30 abril 2023

EDUCACIÓN AFECTIVA Y EMPÁTICA, por José Luis Puerto

EDUCACIÓN AFECTIVA Y EMPÁTICA, por José Luis Puerto

En todo este último tiempo, no dejan de aparecer noticias, en los diversos medios de comunicación (periódicos, emisoras de radio, canales televisivos), relativas a comportamientos reprobables por parte de algunos de nuestros adolescentes, menores de edad aún.

Se nos habla de violaciones de chicas menores de edad, por parte de chicos que tampoco han alcanzado dicha mayoría. También de peleas, en ámbitos urbanos, a las afueras de centros educativos, entre grupos de adolescentes; cuando no de agresiones de varios de ellos a un compañero o compañera a quien se acosa y agrede, filmando tal acto violento alguien del grupo, para colgarlo en la red.

Tal tipo de prácticas agresivas, violentas, acosadoras, bestiales y deshumanizadas las tenemos ahí. Aparecen en nuestras pantallas televisivas a diario, como si fuera lo más natural del mundo. Y nadie parece darse por aludido, ni autoridades ni tampoco la ciudadanía.

A ello habría que unir otra noticia preocupante y es la de las tendencias suicidas de un porcentaje nada desdeñable de tal segmento de población, que se halla en el tránsito de la infancia a la adolescencia o de esta a la juventud.

Todo ello nos está hablando de una enfermedad moral de la sociedad en la que vivimos. Y, al tiempo, de una falta de una educación afectiva y empática de nuestros niños, adolescentes y jóvenes.

Una educación afectiva y empática que ha de darse en el seno de las familias y también en el ámbito educativo. Porque lo que está ocurriendo y que acabamos de exponer muy sucintamente nos está hablando de una dejadez humana y social en tal tipo de educación que necesitan nuestros niños, adolescentes y jóvenes.

¿Cuáles son las causas de tales comportamientos violentos, agresivos y marcados por el acoso, que tanto y con tanta frecuencia nos transmiten los medios de comunicación en este tiempo que estamos viviendo?

Acaso puedan ser algunas las de un escasísimo o nulo tiempo de convivencia familiar diaria, debido a las extenuantes jornadas laborales de los padres; o también las de una dinámica laboral marcada por salarios insuficientes para desarrollar una vida digna; o también la de vivir en una sociedad marcada no por los valores de la cooperación y apoyo mutuos, sino por una competencia feroz que hace aflorar comportamientos agresivos en el ser humano; otra de las causas podría ser la de esas series y esos juegos digitales que hacen primar la violencia, la destrucción, la aniquilación de los considerados adversarios. Etcétera, etcétera, etcétera.

Hemos de darnos cuenta de que tenemos ahí un gran problema social. De que es necesario impulsar esa educación afectiva, empática, colaborativa y de sintonía con los demás… entre nuestros niños, adolescentes y jóvenes.

Es una batalla que no podemos perder, si queremos una sociedad sana, humanizada y marcada por la dignidad.

No podemos eludir este desafío que el presente nos está planteando.

27 abril 2023

ANTE LA BURLA Y EL ATROPELLO, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

ANTE LA BURLA Y EL ATROPELLO, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez


Días atrás, salió la noticia, de que no dicen ni contestan al tema sanitario, y en este caso, al puntual de las operaciones de cirugía mayor ambulatoria del Centro de Especialidades de Ciudad Rodrigo, en el que se han dejado de hacer hace tiempo. O sea, que ni están ni se les esperan, como casi siempre.

Se hicieron cientos de operaciones, todas exitosas, se evitó el desplazamiento de muchos comarcanos, para los que ya venir a Ciudad Rodrigo es un problema, con que cuanto más ir a Salamanca, y en condiciones de paciente posoperatorio no digamos. Y sabido y visto esto pues como el que oye llover, mejor dicho, no llover, que ahora no lo hace. Lo cierto es que ante lo racional, puesto que es un bien y que se tienen los medios para ejercerlo, los quirófanos, eso sí, después de lograr que fueran devueltos por aquel vergonzoso traslado a Salamanca, se reacciona con lo irracional, no usarlos.

¿A quién le debemos tal decisión? ¿Son conformes con ellas los médicos?, nos gustaría saber esto a todos los perjudicados, claro que si tienen la desfachatez de no venir tanta o más tendrán para no contestar.

No es ahora el momento de salir a escena en plena campaña electoral, entiende la Federación Pro Salud, en contra de lo que pueda parecer, no queremos irrumpir en la política de partidos, no es nuestra misión. Ahora bien, mira por donde la ciudadanía y con ella la Federación les anunciamos que no nos estaremos de brazos cruzados ante la afrenta y la sinrazón de su mal hacer, que va contra nuestra salud y que encontrando el momento nos encontrarán ustedes enfrente.

Téngalo en cuenta las autoridades de los asuntos del hospital provincial, que no sólo de Salamanca ciudad, les anunciamos que así queremos que sea, que así se pacto en su día, y como están demostrando que tienen menos palabra y menos vergüenza que no sé quién decir, no nos dejan otro camino que la confrontación, aunque de momento estemos quietos, pero no se confundan que esto no es estar parados ante la burla y el atropello que ejercen sobre nosotros.

Dicho esto también nos gustaría saber qué opinan los partidos locales de la situación sanitaria en Ciudad Rodrigo antes de las elecciones, de este hecho puntual que señalamos y qué acciones en caso de obtener la alcaldía van a ejercer.

26 abril 2023

CONVERSACIONES CON LA VECINA, por José A. Blanco

CONVERSACIONES CON LA VECINA, por José A. Blanco
 
Lo que Inés no sabe es que lo agridulce del kumquat tiene su punto. Te comes un par a media mañana y tan ricamente hasta la hora del almuerzo; eso, en  tiempos de régimen agónico, es un gustazo o el sueño de una ilusión desvanecida por la insistencia del colesterol. Vaya cuerpo serrano se le pone a una sólo con pensarlo…

VALLE DEL JERTE, por Clara Blázquez Sánchez

VALLE DEL JERTE, por Clara Blázquez Sánchez

Cada año la floración de los cerezos del Valle del Jerte que acompaña a la primavera, nos regala un espectáculo digno de ver, su corta duración es de tan solo unas semanas, en las cuales todo el valle está cubierto de un manto floral. No menos bella es la caída de sus pétalos, lluvia de flores y la posterior recogida artesanal de la variedad de sus frutos, sin romper la tradición, que empieza en mayo y se prolonga hasta el verano, al igual que la celebración de la Feria de la Cereza del Valle del Jerte, un privilegio, sin igual, de este rincón cacereño.


Valle del Jerte.


El valle se dispone aterrazado,

se envuelven sus cerezos en primavera

de dulce musicalidad,

miles de brotes

se contagian unos a otros

explosionando corolas

en un baile de locura ornamental.

Comienza su bordado en hilo de belleza,

bodoque y flor

que cuaja el aire con pétalos de seda

y borda flores, sobre flor

borda flor y cadenetas de más flores,

hasta arropar al valle con un mantón tupido

en delicado bordado de un solo motivo floral,

ensoñación sedosa

que luce sobre fondo azul perfumado,

y muestra frágil

su efímera belleza,

lluvia de pétalos en el mes de abril,

que acaricia paulatina el aire,

y teje alfombras

a los pies de los cerezos.


Las hojas se pintan verde brillante,

frutos verdes viran a rojo,

racimos rojos cuelgan en ramas verdes.

Sol y mayo, con cestas de castaño

en bandolera,

comienzan la recogida

cereza a cereza,

cestas y cestas.


…”Entre las cestas,

sonrisa de infancia, cerezas,

pendientes en las orejas,

correteando entre los cerezos

lanzando pipos de cereza.

Abre la feria,

banastas de perrunillas,

magia cursiva en el libro de recetas,

creo que era, huevos,

manteca, azúcar y almendra,

Shhhh, guardadme el secreto,

de esto sí estoy segura,

¡gloria de cerezas!

Casa de abuela,

olor a entonces, sin prisa,

asado con deliciosas cerezas,

compota, mermeladas caseras,

baño maría y despensa.

Del año maceradas,

cerezas en aguardiente.

Almuerzos y meriendas,

cerezas, sonrisa de infancia

entre las cestas”…


Cestas y cestas,

picotas rojo granate,

desprenden su pedúnculo

bajo el árbol de junio,

dulces cerezas picotas.

¡Cerezas!


Clara Blázquez Sánchez

25/04/23


Valle del Jerte. Cerezos en flor.

10/04/23

25 abril 2023

QUE VUELVA ASÍ, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

QUE VUELVA ASÍ, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez


Quién nos lo iba a decir, aquellos que conocimos las ferias de ganados en los fosos, que seríamos capaces de evolucionar y hacer ferias del libro, y con éxito. Mucho ha llovido, mejor dicho, mucho llovió entonces, pues ahora no, lo cual no evita que el paso sea tan gigante, como en su día arriesgado, lo cierto es que ahí está el cambio.

Y hablando ya de lo actual, pues no podemos menos que celebrarla, ha habido gente, se veía esta con libros, que es a la postre de lo que se trata, y ha tenido la asistencia para presentar su novela a un primer espada de nuestros escritores como es Alejandro Gándara y de paso con ello darle categoría a la misma. De cómo él ha visto este evento ferial, dejo que sea él mismo el que lo cuente cuando le cuadre, que seguro tendrá su momento pues es mucho lo que se nutre su escritura de todos los avatares de nuestra ciudad.

No me resta más que dar la enhorabuena a todos los organizadores, con Afecir al frente, y a los participantes, deseando que la próxima tenga el mismo éxito que esta, en la cual, ahora que nunca llueve lo hizo y además de manera oportuna para que todo saliera bien, llovió ya de noche.

Lo dicho, que vuelva la Feria, y sea como esta que ya pasó.

Al volver, vi como los niños jugaban en La Glorieta, a mí me parece que ese día los niños deberían entretenerse con los libros, cosa que quizá en próximas ferias sería bueno se rectificase.

24 abril 2023

LOS BALCONES DEL TIEMPO, por Santiago Corchete Gonzalo


 

 

 

 

 

LOS BALCONES DEL TIEMPO, por Santiago Corchete Gonzalo

Los balcones del tiempo

     Fuiste al amor deprisa
para lograr tocar lo primigenio,
libando su dulzor desde la infancia.
Solo duró un instante, ¿aunque infinito?,
pues luego te expulsaron del jardín...
y odiaste el amargor de lo elegíaco.

     Regresa a lo sencillo de vivir
con palabras calladas, elocuentes
tan solo para ti cuando las piensas,
ya que siempre se cumple el teorema:
"toda palabra expresa mucho más
 que la suma ordenada de sus letras"
.

 23 / abril / 2023
 Santiago Corchete Gonzalo

23 abril 2023

LOS LIBROS COMO TALISMANES, por José luis Puerto

LOS LIBROS COMO TALISMANES, por José luis Puerto

    Cada 23 de abril, vuelven los libros, se asoman a nuestras vidas, nos reclaman, se nos ofrecen. Y llegan de la mano de Cervantes y de Shakespeare, dos de los más grandes escritores de la humanidad, que supieron tomarle el pulso al ser humano y a la vida, a los misterios del mundo, y plasmarlo verbalmente, en una genial novela, insuperada, y en unas tragedias que plasman las pasiones como universales humanos, y esa necesidad de purificación (de catarsis) que toda pasión requiere.

    Y es que los libros siguen constituyendo la mejor compañía para el ser humano, más allá de tantas mascotas con las que nuestros congéneres tratan de entretenerse, de consolarse, de hacerse acompañar, porque la soledad es el más feroz roedor que atormenta el alma humana.

    Los libros son nuestra mejor compañía. Nos iluminan y nos revelan el mundo y nuestra propia condición; nos acercan a la belleza, a través de un camino de palabras que llega hasta nuestro corazón y nuestra mente. Ensanchan nuestra conciencia y nuestra sensibilidad. Nos susurran de continuo el relato de lo que somos, un relato interminable, que se prolonga muchísimo más allá de ese arquetipo de mil y una noches, pues verbalizan lo que somos a lo largo de todo nuestro existir.

     Porque el libro, pese a las amenazas de todo este huracán tecnocrático que parece querer arrasar con todo, está resistiendo los embates de una barbarie que se disfraza de modernidad tecnológica. Y está resistiendo porque, en el fondo, el libro es una adquisición permanente del ser humano en su paso por el mundo.

    En el fondo, el libro nos funciona como talismán que, como todos los talismanes, tiene poderes mágicos, tiene poderes iluminadores, reveladores, consoladores y sanadores; de ahí ese carácter benéfico que tiene para nuestra especie.

    Y es, también, una rama de oro, que nos orienta en nuestra travesía por tantas tinieblas como hemos de realizar, para llevarnos siempre, como meta, a los territorios de la luz. Y, con esa rama de oro, no nos extraviamos, no caemos en simas de las que, para nuestra desventura, no podemos salir.

    Leamos, seamos lectores. Cada lector tiene una relación personal y única con los libros. No hay dos lectores iguales. Cada uno realiza su propio recorrido. Como las cerezas, cuando las cogemos del cestillo, cada libro que leemos nos lleva a otros. Por ello, la lectura supone siempre un itinerario personal.

    Por eso recomendar libros es tan difícil. La lectura nos educa la sensibilidad y el gusto, nos enseña a utilizar mejor la lengua y a conocerla con más profundidad.

    Pero, ¿no espigaríamos, a modo de meras propuestas, algunos autores a los que merece la pena leer? Leamos a Rainer María Rilke, este año que sus Elegías de Duino cumplen cien años. Releamos El principito, de Antoine de Saint-Exupery, que también está de aniversario. Al francés Christian Bobin, tan sutil y espiritual, que falleciera en otoño pasado, como Javier Marías, cuya lectura también recomendamos. Y a autores nuestros como Antonio Pereira, del que se cumple el centenario de su nacimiento, o José Jiménez Lozano…

    Y leamos a la poeta polaca Wislawa Szymborska, con poemas siempre tan iluminadores. O a Federico García Lorca, o a Miguel Hernández, o a Antonio Machado, o a Juan Ramón Jiménez… Y Octavio Paz y Borges. Y la literatura antigua. Y la literatura clásica…

    Los libros nos protegen y nos salvan. Nos orientan y nos iluminan. Y nos hacen mejores. Es uno de los logros más perdurables del ser humano en la tierra.

    Leamos siempre.

21 abril 2023

DE LOS MISTERIOS DE LO PÚBLICO, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

DE LOS MISTERIOS DE LO PÚBLICO, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez


Días ya pasados me encontré por vez primera, ante el ahora desnudo banco de la Plaza Mayor. Pensé ante él que alguna gamberrada había hecho que su bella rejería fuera retirada para repararse, luego me dicen que ha sido obra del Carnaval, y ahora así está, sin su bello respaldo. O sea, una pieza más desaparecida en combate, mientras no se demuestre lo contrario.

Viene esto de lejos, pues son tantos los bienes públicos desaparecidos a los que nunca se busca ni cómo y quién lo hizo, es que ni tan siquiera se hacen amagos, o se dan explicaciones por parte de quienes les correspondería.

Este último expolio, como la Magdalena de Proust ha hecho reavivar mi memoria, y preguntarme por algunas “desapariciones”:

¿Dónde fue la rejería de nuestra Catedral de la que nunca nadie dio explicaciones”

¿Dónde está el escudo del convento de Sancti Spíritus, que después de desmontado habitó tanto tiempo en el campo de fútbol, y cuando se trató de rehabilitar la fachada en el juzgado ya no estaba?

¿Dónde alumbrarán las farolas de la Plaza Mayor, que tanta forja artística contenían, a las que un día se decidió quitar, y otro no se sabe cuál desaparecerlas?

¿Y el otro banco que falta en la Plaza, el que de la noche a la mañana desapareció como el que se lleva un balón y nunca más volvió?

Y no digo nada si nos metemos ya en las desapariciones de las iglesias de los pueblos de nuestra comarca, la lista sería tan interminable como dolorosa, para estas gentes devotas de ellas, que se las arrancaron, y fue como si les llevaran eso que Unamuno en su inolvidable “San Manuel bueno y mártir” preguntó: “¿También les queréis quitar esto?”, refiriéndose a la fe de los humildes campesinos, los que no pocas veces la condensaban en la imagen del santo que sí les fue arrancado, como el de Monsagro y como tantas cosas más.

En fin, sin irnos tan lejos, a lo de ahora, ¿alguien puede decirnos en qué manos o dónde está el respaldo que no ha vuelto al banco de la Plaza? ¿O como todo lo anterior, forma ya parte de los misterios de los bienes públicos que como tales nadie sabe responder ni nunca se resuelven?

Banco de la Plaza Mayor, febrero de 2023

20 abril 2023

LO QUE NOS TOCA, por Mara Guadalix

LO QUE NOS TOCA
, por Mara Guadalix


Nieva, y quiero pensar que nadie pasa frío, que, como en mis años, pateando las calles empedradas, estrecho laberinto del Grande al Chico y viceversa, tomando un chocolate o un ponche caliente, ambos casi olvidados, el último porque aquí, el frío no es tan crudo y el primero por prescripción facultativa, soy demasiado dulce... Ahora,  cuando voy, raramente puedo salir, salvo a comprar cerca y lo estrictamente necesario, y echo de menos los tiempos de llevar todas las capas como una cebolla,  para  hacerme ver un poco peor y más redonda, como la luna llena o los panes de pueblo, hay fantasmas que nos acompañan desde lejos, y recuerdos maravillosos que también lo hacen.
 
Supe siempre que volvería, por la obvia razón de la sangre, por la necesidad de rellenar huecos que se quedan vacíos, por las estrellas más brillantes en los cielos más negros, por los trigales verdes o amarillo maduros. 
 
Y hago la maleta, con alegre pereza, del voy y vuelvo, ahora toca así, no son las vacaciones en un tiempo espaciadas, tampoco elegidas ni programadas, y siento mi vida sin asiento, y me siento tan frágil que necesito aliento. 
 
Viento que anuncia un futuro incierto.
Pasos que no dejan a sus pies elegir su destino.
Nostalgia de libertad sin sabor a huellas tatuadas, hablaba de la luna y de la nieve, de dos blancos distintos y radiantes, pensaba en los afectos diferentes, y en como debemos repartir el corazón, y calentarlo para que siga funcionando.
 
Quiero subir hasta lo alto, desenredar la larga cabellera de la luna.
Quiero descubrirte en el brillo de la luz y la sombra. 
Quiero acunarte en los sombríos atardeceres y en los amaneceres fríos.
Quiero celebrar los encuentros con abrazos apretados para disolver angustias, ahuyentar lo malo y vivir,  vivir una felicidad sin tregua.

19 abril 2023

LUCES Y SOMBRAS, por José A. Blanco

LUCES Y SOMBRAS
, por José A. Blanco
 
Policromía de versos reflejados en el lecho de un poema discurren lentos bajo la mirada pétrea de esos ojos centenarios. Bella, acicala su vejez frente al espejo. Pasan los años y, sin embargo, el ocre arrugado cada vez es más castizo, resultón. Contrastes de luces y sombras… no quiere verse vaciada en la soledad. Un juglar recita en voz alta y se escuchan  cantos de sirena.
 
 
Vista de Ciudad Rodrigo- río Águeda, Puente Mayor, Castillo y Catedral
José A. Blanco

17 abril 2023

PARA SANACIÓN SUYA Y DE NOSOTROS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez


PARA SANACIÓN SUYA Y DE NOSOTROS
, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez


Si algo me hace estremecer de un libro, son esas páginas o historias, en las que habita un niño o adolescente que se abre al mundo. Nada hay, al tiempo, ni más poderoso porque las esperanzas infinitas así lo hacen, ni más frágil porque donde habita, el mundo, suelen repartir daños a doquier sin mirar a quién, y en esto también entran los inocentes.

Hago esta entrada, porque en esta magnífica novela, como todas las suyas, cabe y hay de todo, en este caso la historia personal de un adolescente envuelta en el envoltorio de la ciudad, la muestra donde se desarrolló, y de las cuales da cuenta con pelos y señales, y es en medio de esto donde cabe ese alma suya frágil, soñadora y, que con el tiempo logró imponerse a los avatares a base de una suficiencia, que esconce un dolor, ese que nos causa el mundo cuando aún no somos, el que va en cierta forma a hacernos lo que seremos y somos, y de lo que nunca ya nos veremos del todo libre, incluso, como en este caso, cuando se ha conseguido salir de él, diríamos que triunfando. Eso sí, no cuando quisimos ni donde hubiéramos querido entonces, ni con la que hubiéramos querido.

Todas estas historias, forman parte de una historia, que en cualquiera destila sentimientos y frustraciones, las cuales nos suelen ya acompañar de por vida, y de las que cada uno nos defendemos como podemos. Alejandro lo hace escribiendo libros, con los cuales suelta lastre, lo hace pues de una manera no muy común, escribiendo, pero no de cualquier manera, sino creando arte, con el cual al tratar de salvarse él de su frustrante situación personal, consigue abrir cauces a los demás, para sanar nuestras heridas. Pues no sólo cuenta una historia mejor o peor contada, sino que a través de ella destila una serie de lúcidos pensamientos, que suelen ser interrogantes que nos conducen a otros interrogantes, sobre todo a aquello que es o debería ser para todos importante en la vida. En la novela nos dice cosas como estas:

Cada alma es una multitud”.

Nos separa mucha vida, los dolores que tratábamos de reponernos, las equivocaciones que aún teníamos que perdonarnos, las esperanzas que no se cumplieron, la fe que se perdió en el camino”.

Quizá lo que hemos dejado de hacer es parte de nuestra vida. Lo vivido y lo sin vivir nos convierte en lo que fuimos y en lo que no fuimos”.

No era el amor de Brígida. Había nacido de la emoción y del dolor, y había muerto con ellos”, “El amor es la sombra de un extraño. La pena da alas”.

Un largo viaje para encontrar los que servían, los que me liberaban, Brígida tenía razón. Con ella no habría sido posible. Ella también era el pueblo. Quería huir con ella pero al final tuve que huir solo. Entonces todo empezó a salir bien. En medio del naufragio. Mientras me hundía”.

Entonces me di cuenta de que el odio había sido mi forma de estar en el pueblo. Podía haberme destruido. Pero ya no estaba.

Eso había cambiado todo era sin odio”.

Todo esto y ciento más gavilán, contiene la novela “Mi primer amor”, y que si te acercas a la Feria del Libro de Ciudad Rodrigo, encontrarás a Alejandro Gándara inaugurándola el viernes en la Casa de Cultura. Él, el tan premiado como preso de por vida entre los muros de nuestra ciudad, para con ello destilar esto, y espero que aún más, para sanación suya y elevación de todos nosotros, los que en ella vivíamos.

16 abril 2023

CULTURAS CAMPESINAS, por José Luis Puerto

CULTURAS CAMPESINAS, por José Luis Puerto

    Uno de los hechos más graves a los que todos estamos asistiendo, de modo impasible y como si no fuera con nosotros es el de la muerte de las culturas campesinas, tal y como se fueran configurando, desde la baja edad media y a lo largo de los tiempos modernos, hasta hoy mismo, tanto en España y Portugal como en el resto de Europa.

    El narrador británico John Berger, en un texto que titula “Epílogo histórico”, que sitúa al final de su estupenda novela Puerca tierra, realiza uno de los análisis más lúcidos, al tiempo que más conmovedores, sobre el mundo campesino y su significación.

    Uno de sus párrafos es estremecedor: “Todavía hoy se puede decir que los campesinos componen la mayor parte de los habitantes del globo. Pero este hecho oculta otro más importante. Por primera vez en la historia se plantea la posibilidad de que esa clase de supervivientes pueda dejar de existir. Puede que dentro de un siglo los campesinos hayan desaparecido. En la Europa Occidental, si los planes salen conforme fueron previstos por los economistas, en veinticinco años no quedarán campesinos.”

    No solo están agonizando las culturas campesinas, sino que los propios campesinos, tal y como los hemos conocido, a lo largo de siglos y hasta hoy, pueden dejar de existir. Con tales pérdidas, el mundo, nosotros, nos quedamos sin uno de los patrimonios, humanos y culturales, decisivos en nuestra historia y en nuestra identidad como seres humanos.

    Estos pasados 12 y 13 de abril, se acaba de celebrar en la Universidad de León un seminario interuniversitario de patrimonio cultural, en torno al mundo campesino, titulado “Mundo rural. Tradición oral, palabra literaria y paisaje”, organizado por la Red Internacional de Universidades Lectoras, con la participación, en este caso, de las universidades de Extremadura, León, Salamanca, Oviedo y Valladolid.

    Tuvimos la fortuna de que se nos invitara a pronunciar la conferencia inaugural, que titulamos “Veladas campesinas vecinales de invierno en el ámbito leonés”, esas reuniones vecinales durante el tiempo invernal, en las que, en el ámbito de las cocinas y con el pretexto de hilar, desgranar judías y realizar otras diversas labores, mujeres y hombres de todas las edades convivían y, al tiempo que realizaban las labores indicadas, cantaban, narraban, transmitían de unas generaciones a otras las diversas tradiciones orales, rezaban (el rosario, o realizaban las lecturas piadosas de las vidas de los santos), bailaban (mozos y mozas, algo que veía con malos ojos la autoridad eclesiástica) y, en definitiva, convivían.

    Tales veladas están documentadas por fuentes literarias (desde el Marqués de Santillana, pasando por Jovellanos y llegando, por ejemplo, a la novela costumbrista), filológicas, de derecho consuetudinario (y, aquí, estarían los regeneracionistas), etnográficas y se hallan presentes también en diccionarios del pasado.

    Reciben diversos nombres, como los de: hila, hilorio, filandar, filandón (el más difundido en León), esfoyaza (en Asturias), serano (en áreas salmantinas, zamoranas y nor-extremeñas) y algunos otros.

    Se celebraban a lo largo del dilatadísimo tiempo del frío y de la estación invernal; en algunos lugares, comenzaban por San Bartolomé; por San Miguel, en otros; por los Santos, en no pocos; y se extendían hasta la llegada de la primavera: San José era una de las fechas de su finalización. Aunque los seranos también se realizaban en las noches veraniegas de buen tiempo en las calles, sentadas las gentes en los poyos ante sus casas.

    Se trata, en todo caso, de una manifestación de esas culturas campesinas que, en nuestros días, están desgraciadamente muriendo, sin que nos importe demasiado.

15 abril 2023

SOLILOQUIO, por Clara Blázquez Sánchez


 

 

 

 

 

 

SOLILOQUIO, por Clara Blázquez Sánchez

Soliloquio

Dime,
¿a dónde llevas tu alfombra mullida nívea
cuando te vas?
¿dónde la guardas
cuando el Sol cruza el ecuador
para igualar el día a la noche
y vuela
y se sostiene liviano por encima del horizonte
y desequilibra la balanza
al ir ganando peso de pluma y luz?

Dices,
que ella cambiará
la escarcha del rocío de la mañana
¿por un canto de ruiseñor?
¿Qué tejerá nudos de colores delicados
con hebras de lino y algodón?
Que dulcificará los vientos desapacibles.
Que Céfiro con brisa suave
¿hará brotar de la boca de Cloris
una rama en flor?
Y Flora en Hora de Primavera esplendorosa
¿transformará los copos
en tiernas guirnaldas, cientos, multicolor?
¿su canto las esparcirá
bajo un bosque de naranjos
sobre tabla
que traerá consigo un sueño armónico
de júbilo, belleza y abundancia,
que envolverá en danza y musicalidad?

¿Puedo creerte, te digo?
Las malas lenguas cuentan
que hablas de oídas,
que tan sólo se cruzó contigo
en el fulgor de una mirada
de un breve instante crepuscular,
¡fugaz beso!
¡Oh, invierno!
Su dulce equinoccio
tu crudo manto desvaneció
robando con sus pupilas tu tierno corazón.
 
Y aún sigues diciendo
que confías en ella,
que aunque no la conoces
la esperas,
que estás seguro de que vendrá.
¿De hacerte caso?
¿Con qué Luna llegará?

Y dime,
cuando ella se haya marchado
en un vuelo de golondrina
y la luz azulada recorte los días
y los brazos se vayan quedando desnudos
y regreses mañana de nuevo en un soplo
alargando la caricia del día
y los rayos de Sol te sean intensos
¡dime, Invierno!
¿la volverás a esperar?


Clara Blázquez Sánchez.
12/04/23

La Primavera.
Sandro Botticelli. 1478-1482.
Galería de los Uffizi. Florencia


13 abril 2023

SEGÚN QUIÉN MIRE, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

SEGÚN QUIÉN MIRE, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez


La obra de la calle del Campo de Carniceros, junto a la Puerta de Santiago, a pesar de las protestas del vecindario, quedará sin acabar. La contestación a estas ha sido que no hay presupuesto.

¿Es que cuando se empezó no se veía ya que era un sin sentido dejarla así, y ahora visto el desaguisado, no se había podido hacer una ampliación de presupuesto, para remediarlo? Pues parece ser que no, a pesar de las quejas vecinales. ¿A qué se puede deber esta actitud?, y más viendo que no se para de hacer obras, y que por tanto dinerito sí hay, ¿entonces por qué se marchan con la música a otra parte, es decir, a hacer otras dos calles en otros barrios?, pues esto hace menos entendible todavía el abandono de la calle de la Puerta de Santiago (que los vecinos han sufrido la obra desde un principio como propia) colindante con la de Campo de Carniceros.

Claro, que este no entender, puede ser desde la mirada del ciudadano de a pie, pero que quizá visto en clave política en periodo electoral, a lo mejor nos lo explica todo. ¿No será, que simplemente encuentren más rentable electoralmente arreglar calles en otros barrios?

Ahí lo dejo, ustedes dirán, si el asunto no es así, o sí, según cómo y quién lo mire.

12 abril 2023

CONTRASTES, por José A. Blanco

CONTRASTES
, por José A. Blanco
 
El silencio se rompe con el ruido que grita en el parque infantil a los pies del campanario. Las cigüeñas con su matraca revolotean sobre el nido viejo, unos retoques a pico y pata y punto. La tarde huele a incienso y el carnaval de procesiones aligera tambaleando el paso hacia el recogimiento. La noche se despierta con la serenata de tambores y carracas extenuadas. A paso lento marcha la soledad.

10 abril 2023

DE VACÍOS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

DE VACÍOS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez


Estoy viendo la procesión del Silencio, y entre otras cosas me fijo en el paisanaje que como yo está a ver la procesión, tan distinto ya él de aquel cuando yo era niño. Recuerdo aquella masa que abarrotaba las aceras de la Plaza, y aquellas mujeres tan tiesas, con sus velos a la cabeza, con sus fervores religiosos puestos a la vista de todos, y todo el ambiente envuelto entonces en dogmas, tan venerados como vacíos. Luego, en los años sesenta de la mano del quizá más famoso ministro de Franco, Fraga, vino el turismo, los viajes a Benidorm, y con ellos los ojos puestos en los biquinis extranjeros, en un pispas dejaron de serlo, para pertenecer a las nuestras y hacerse más presentes que las velas procesionarias en lo que se lo cuento.

Y es que detrás de la ortodoxia obligatoria había ansias de desencorsetarse, y se hizo sin pausas ni meditación. En este nuevo estar que vino de la mano que lo guiaba la del consumismo, dejó en la trastienda de Benidorm la “calle de los Ingleses”, que es un vacío ni ortodoxo ni libertario, sino más bien degenerado, que termina en cierta forma extendiéndose en la juventud en forma de botellón, aunque afortunadamente más moderado.

Pensaba todo esto mientras esperaba la procesión, cuando entran unas jovencitas ajenas a la procesión sin darse cuenta a la Plaza en medio de risas alborotadas, con sus vasos en la mano, y sus vacíos. Al verse en medio de la silenciosa Plaza con todas las miradas puestas en ellas prudentemente y en silencio se pierden hacia la calle del Toro. La mujer mayor que se sienta junto a mí en el banco queda pensativa ante la entrada de estas; adivino sus pensamientos, sé que recuerda todo lo que estoy recordando, y sin mediar comentario alguno, le digo: “tiene que haber algo en medio”, a lo que asiente con la cabeza mientras dice: “y tanto, ni lo nuestro ni esto”.

Seguidamente pasa la procesión con una puesta en escena realmente brillante, con un caballo blanco abriendo paso, en medio de un silencio respetuoso por los presentes (roto por el murmullo que llega desde varias calles adyacentes), unos capuchones relucientes, con cofrades en un número numeroso, dejando a su pasar, para según quién mira, un gusto por el sentir religioso o por la belleza de la representación.

Después, camino hacia casa, voy pensando en lo pensado, y cómo estos vacíos sirven para llenar el vacío que no hay manera de llenar. Ese, al que llegamos al pensar cuando ya no valen los discursos religiosos, ni las distracciones consumistas, y nos vemos solos y huérfanos de todo ante la inmensidad del universo, ese que contiene el otro vacío, el más inmenso que el mismísimo universo que lo hace sentir; ese no saber qué hacemos aquí la humanidad, ni por tanto de nuestra misión ni de nuestro destino, en medio de esta infinitud que ni abarcamos ni comprendemos, con la sensación de estar en ella sin ninguna respuesta ante nuestro pasar, lo que nos produce una orfandad infinita cargada de soledad y un vértigo insoportable, tanto, que no me extraña que aún sigamos tratando de refugiarnos en estos otros vacíos ya caducos, a los que por la falta de fuerzas para enfrentarnos a este, el verdadero y total, los hacemos aún útiles. Y es que el vértigo que da este vacío, el real, es tan infinito como el universo.

09 abril 2023

TODO LO QUE PERDEMOS (resurrección), por José Luis Puerto

TODO LO QUE PERDEMOS (resurrección), por José Luis Puerto

        Con motivo de las próximas elecciones municipales y autonómicas, uno de estos días pasados, escuchaba por la radio que el censo electoral de Castilla y León ha disminuido, desde la votación en 2019 hasta esta ya inminente, en casi cuarenta mil personas.

        Cuarenta mil personas menos, en el transcurso de cuatro años, es el equivalente a una pequeña ciudad que perdemos, en solo cuatro años. Y parece que nos da igual. Y a nuestros gobernantes tampoco parece importarles gran cosa, entretenidos como están en peinetas y otras lindezas.

        Un mismo partido nos lleva gobernando ya casi el número de años equivalente a lo que durara la dictadura. Y, pese a las palabras (que se las lleva el viento, como es bien sabido), vamos a menos.

Vamos perdiendo, periódicamente, un censo de población equivalente a esas pequeñas ciudades, tan hermosas, antiguas e históricas que tenemos, como, por ejemplo, Astorga, Béjar, Benavente o Ciudad Rodrigo…, por no poner sino unos significativos ejemplos de poblaciones que tienen todas ellas menos de esos cuarenta mil habitantes que hemos perdido en el censo electoral desde 2019 a 2023.

Pero nos callamos y lo soportamos todos, como esos bueyes, de los que Miguel Hernández decía que nunca habían medrado en los páramos de España. Pero cómo medran aquí. Parece que el conformismo y la cobardía nos amilanan.

Nuestros jóvenes –de cuyas titulaciones y nivel tanto presumimos– se van a buscar la vida en otras partes, donde la hay. Y aquí solo queda el envejecimiento, la despoblación y el abandono. ¿Se puede sacar pecho en nuestra tierra de algo?

        Estos días vacacionales, del tránsito del invierno a la primavera, nuestra tierra está muy hermosa, con la floración de los árboles frutales, de cerezos, perales, manzanos, ciruelos…, tras la estela de los almendros tan madrugadores. Parece que todo estuviera llamando a la resurrección, a través de esa floración a la que también ponen lo suyo esos arbustos de brezos y escobas o retamas, con las tonalidades violáceas y blancas y amarillas.

        Parece que todo llama a la resurrección, a la prolongación de la vida. Esa resurrección que León Tolstoi plasmara literariamente en una de sus últimas novelas, de título homónimo, espiritualista, como las de nuestro Benito Pérez Galdós (lean ‘Misericordia’).

        Pero aquí –paradojas de los noticiarios, con motivos de nuevas elecciones–, en nuestro censo electoral, hay casi cuarenta mil electores menos que en 2019. Hemos perdido el equivalente a una pequeña ciudad.

        Pero ahora nos regalan –como engaño preelectoral consabido, pero del que nunca aprendemos– y nos engatusan con los caramelos de palabras, de rebajas que nos vienen de todo tipo, para que degustemos la mentira, para que caigamos en el viejo señuelo como siempre.

07 abril 2023

SEGÚN UNO SE SIENTA, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

SEGÚN UNO SE SIENTA, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez


Acudir a las exposiciones de pintura existentes actualmente en la Casa de Cultura, es una de las ocupaciones más lúdicas y enriquecedoras que podemos tener por estos días en Ciudad Rodrigo.

Los autores, son dos artistas mirobrigenses, que viven, sienten y respiran entre nosotros. Uno, Pacheco, nacido en intramuros nos trae de la mano de su pintura mural, el grito impactante, como obligada reacción ante los daños irreparables que ejercemos a la tierra, y los daños morales que ciertas actitudes acarrean o el estar social total y local. La otra, Susana, es con su tan difícil suavidad de textura y los bellos trazos en todas sus líneas, la representación del deseo de la belleza tranquila, ganada con el gran esfuerzo de expresión artística, haciendo con este y desde este la difícil facilidad de sus increíbles dibujos, en medio de los cuales siempre existe la ternura. Ella que se crió en uno de nuestros arrabales menos favorecidos, y que quizá por eso su búsqueda se le haga tan necesaria a través de su arte, y la forma de ponerlo ante la vida desde la perfección tranquila, brotada desde los trazos delicados de su pintura, que nos aportan un descanso gozoso, hoy tan necesario ante este mundo que nos rodea y de ese estar tan agresivo que tenemos en él, y del que Pacheco nos presenta con tanto acierto sus resultados perversos y estruendosos, con sus ansias por impactar para así regenerar.

Ya hemos dicho que en estos días lo mejor que se puede hacer es visitar estas exposiciones, pues ellas contienen dos realidades necesarias en el momento y el mundo en que estamos: una la de la bestial agresión al entorno y la memoria; la otra, es un bálsamo de ternura y belleza para soportar el impacto de este mundo.

Lo curioso es que las expresiones artísticas están como cambiadas, el crear revolucionario viene de la mano del criado en el mundo acomodado, y las del estar tranquilo y casi durmientes salen de la persona criada en la lucha por la superación desde sus raíces.

¿Están trastocados pues los papeles que deberían haber adoptado en el crear ambos o no, o a cada uno le es necesario salir del nido que este confuso mundo les puso? Sea lo que fuere, lo que es para mí seguro, es que lo mejor es hacer dos visitas, un día una primero a uno y otro día al otro, según uno se sienta. Si se quiere salir concienciado y guerrero entonces ese día hay que visitar el último a Pacheco. Pero si se trata de salir envuelto en ternura serena y belleza entonces dejar para el final a Susana.

06 abril 2023

CANCIÓN DE MARZO, por Clara Blázquez Sánchez


 

 

 

 

 

 


CANCIÓN DE MARZO, por Clara Blázquez Sánchez


Brota la poesía entre los trinos,

en los cerezos viste las ramas,

abren los versos en el papel

igual que flores, canta sus rimas

la primavera del verso en flor.


En las estrofas, hacen racimos,

lilas, campánulas y mimosas

de dulces besos llenos de sol.


Sobre jarales, los versos libres

salpican cerros entre la brisa,

savia ascendente y hojas de miel.


Verdes en campos, de verdes brotes

prosa versada, rojo amapola

en hexasílabo. Llevan la rima

seis farolillos, forman corola

en tulipanes, de mil colores.


De un solo pétalo, las margaritas

alternan rima de sí y de no

A B A B, van formando la flor.


Hay pentasílabos en los jazmines

en los almendros cinco latidos,

rubor ciruelo, pétalo amor.


Brilla el celindo, ríe el naranjo,

huele a cítrico el azahar,

dulce de cidro, flor de limón.

Si cuentas siete, late deprisa

una violeta en el corazón.


Bata de cola, lucen claveles

encabalgados, sobre volantes

bailan colores, sol y lunares.


El encalado del frío invierno

se va mirando ya de reojo

en un espejo multicolor.


Surge la vida y la lavanda

espiga morada, poemas de espliego,

miel de cantueso, luz azulada.


Escaramujo, rosa mosqueta

versos silvestres, ramos de marzo

en los rosales nace abril.


¿Es poesía o primavera?

¿No cantas tú?


Clara Blázquez Sánchez.

20/03/23.








EN VÍSPERAS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez

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