ACALLAR PREGUNTAS, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
Es por todos conocidos que días atrás se produjo el asalto a la oficina de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Robleda. Los motivos esgrimidos al tiempo que gritaba “Paco, Paco” y “Viva Franco”, eran una protesta contra los anti minas. Como todas las acciones de este sujeto tenían el desacierto, pues se dirigió precisamente contra el lugar de donde salen los permisos de la Junta para las explotaciones mineras.
Que estos métodos de presión contra los anti minas no son de ninguna manera los utilizados por la empresa minera está más que claro, y que por tanto este sujeto en principio va por libre. Ahora bien, también es sabido por todos en la zona quien es el sujeto y que no es la primera vez que actúa, pues se le relaciona con la ruptura de todos los carteles anti minas de la zona, incluidos aquellos que estaban puestos en vallas particulares, y si bien es verdad que una cosa es saberlo y otra poderlo demostrar, creo que el caso que nos ocupa no debería resultarle difícil a las autoridades, puesto que está localizado y las formas del asalto fueron tan primitivas con gritos, hacha e hierros que lo facilitan, y dado que su descerebrada cabeza además iba regada con sobredosis de alcohol, es muy posible que las manchas de sangre que quedaron en el lugar fueran suyas.
Sería muy conveniente que se llegue a demostrar quien fue el autor, dadas las preguntas que flotan en el ambiente: ¿Si hubiera sido un anti minas estaría ya localizado? ¿Con un sujeto así de violento están seguros los anti minas que amenaza por su nombre, y que se rigen con arreglo a la ley? Ciertamente actúa por su cuenta, pues en Salamanca ya son bien conocidos los métodos de la empresa minera que nada tienen que ver con la forma de hacer de este sujeto, y que son los llamados de la zanahoria, tampoco es menos cierto que el terror que infunde este descerebrado está actuando en favor de sus intereses. Por todas estas razones y dado que ha sido denunciado oficialmente por el Ayuntamiento de Robleda y el Comité Antinuclear de Salamanca sería muy útil que se le pusiera ante el juez, para que este decrete que es lo conveniente hacer con una persona de mente tan perturbada y peligrosa. Y así al tiempo se acallaban estas preguntas que están entre todas las personas de la zona.