Ayer, en la Casa Municipal de Cultura, tuvo lugar el mitin de SUMAR, que a decir verdad, no se salió de él con la sensación de salir de un mitin, sino más bien de una conferencia universitaria.
Ocupó el grueso del tiempo tratando de mostrarnos porqué es urgente la lucha contra el cambio climático. el profesor de la USAL, Camilo Ruiz Méndez, e investigador en dicho proceso. Se hizo toda la disertación con un tono tan relajado como permite el problema. Y de forma tan didáctica como corresponde a un enseñante, o sea, nada que ver con esos mítines en los que todo el esfuerzo chillón consiste en afrontar al contrario, y nada, a ser posible, a analizar problemas o presentar proyectos para gobernar.
Esto por sí ya debería ser un valor, pero que además se centrara en el principal problema que se nos echa encima, del cual desde la derecha, en estas fechas poco o nada se les oye cuando no lo niegan, que el ponente nos lo muestre con tanta crudeza y precisión científica los daños que se avecinan, o que ya tenemos, tanto materiales, como económicos y de salud, es algo de agradecer en medio del griterío vacío que estos días soportamos.
Allí dejaron con sus palabras, una mayor concienciación entre los asistentes, sobre el problema y la necesidad de atajarlo, así como el compromiso por su parte de si gobiernan afrontarlo, lo que sería más que un regalo para hacer posible el vivir en la tierra tal como la conocemos y lo hemos hecho hasta ahora, asunto que se nos va poniendo muy feo ya mismo para todos, y en caso de no reaccionar será imposible para nuestros hijos y nietos.
Salí de allí, con la sensación de que si gobiernan, se ocuparán de algo tan vital como el tema que nos ocupa, y todo sin haber oído un grito contra nadie.
Nos mostró que conocemos la existencia del problema, las medidas sociales y técnicas a tomar, ahora que aún estamos a tiempo de solucionarlo, y también, muy importante, quienes están dispuestos a encararlo, a pesar de los costes electorales.
Toda una manera de estar en política en estos tiempos y ante las voces vacías.
