CON “J”, por José Luis Sánchez-Tosal Pérez
No es nada nuevo, que la izquierda camine desunida en fracciones y cree pequeños partidos sin ninguna fuerza política va en sus genes, pues es más difícil la unión ciega cuando se discuten ideas que cuando se aglutinan por los intereses como es común en los partidos de derechas.
Y en estas estamos y estaremos, pues, siempre, ahora bien, una cosa es estar en desacuerdo por ideas, y otra muy distinta por rivalidades personales, llevadas a veces a extremos peligrosos, como es el último caso que hemos vivido en la votación en la que el gobierno se quedó sin elevar a rango de ley, la ayuda a los más necesitados, porque le han faltado los votos de Podemos.
Llegar con el desentendimiento hasta aquí, sólo es ya causa más de odio que de razones, y por ese camina mal va a ir todo.
A mí lo único que se me ocurre ante la disparatada acción es decir lo de aquel: “hay que ver como pronuncia la jota esa niña”, pues eso, me da que son más los de ...odemos con jota que un partido político.